Netanyahu defendió la ofensiva en Gaza, rechazó un Estado palestino y acusó a la Autoridad Palestina de corrupción. La delegación argentina no se movió.
El discurso del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en la Asamblea General de Naciones Unidas, generó un fuerte gesto de rechazo internacional. La mayoría de los representantes se levantaron de sus asientos en señal de protesta, dejando el recinto prácticamente vacío. Sin embargo, la delegación argentina permaneció firme, por orden del presidente Javier Milei, quien un día antes había ratificado su “apoyo incondicional” a Israel.
Delegaciones que abandonaron la Asamblea
Decenas de países se ausentaron en el mismo momento en que Netanyahu comenzó a hablar. España estuvo entre las delegaciones ausentes, en una acción coordinada con otros gobiernos europeos que directamente no asistieron a la sala. En tanto, varias representaciones diplomáticas optaron por levantarse y retirarse justo cuando el primer ministro israelí tomó la palabra.
La presencia de la delegación argentina en medio del vacío fue un gesto que buscó marcar la alianza política y diplomática que Milei mantiene con Israel. Según informó Página 12, Milei se había reunido previamente con Netanyahu para reiterar su respaldo a la ofensiva israelí en Gaza.
Netanyahu endureció su postura
El jefe de Gobierno israelí utilizó su intervención para reafirmar que Israel “debe terminar su trabajo en Gaza”, destacando que incluso su mensaje se estaba retransmitiendo con altavoces en la Franja y en los teléfonos de la población gazatí.
Netanyahu insistió en que su país no reconocerá bajo ninguna circunstancia un Estado palestino. “Es una locura y no lo haremos”, declaró, y remarcó que hacerlo sería equivalente a cometer un “suicidio nacional”. Además, aseguró que esta postura no es solo suya, sino que “representa la política del Estado y de la población de Israel”.
También calificó a la Autoridad Palestina como una institución “corrupta hasta la médula”, justo después de que países como Reino Unido, Canadá y Australia se sumaran al reconocimiento internacional de Palestina como Estado soberano.
Mapas, acusaciones y negación de genocidio
Durante los 40 minutos que duró su intervención, Netanyahu exhibió mapas militares con las ofensivas israelíes de los últimos dos años, no solo en Gaza sino también en Líbano, Siria, Irak, Yemen e incluso Irán.
Rechazó categóricamente las acusaciones de genocidio contra el pueblo palestino, investigaciones que avanzan en tribunales internacionales y cuentan con el aval de comisiones de la propia ONU. “Es falso”, respondió. También negó la existencia de hambruna en Gaza, pese a los informes de organismos especializados que han confirmado la crisis alimentaria en la región.
Netanyahu recordó los ataques de Hamas del 7 de octubre de 2023 y cuestionó que muchos países que entonces respaldaron a Israel luego redujeron su apoyo. “Con el tiempo, muchos líderes mundiales cedieron. Se rindieron ante la presión de unos medios sesgados, sectores islamistas radicales y turbas antisemitas”, sentenció.
Amenazas a Irán y mensaje final
En su discurso, Netanyahu también lanzó advertencias directas contra Irán, acusando a Teherán de promover y financiar a grupos armados en Medio Oriente.
Respecto a Hamas, aseguró que los últimos combatientes “se atrincheran en la ciudad de Gaza” y advirtió que su objetivo es repetir las atrocidades del 7 de octubre. “Por eso Israel debe acabar el trabajo y por eso lo queremos hacer lo más rápido posible”, afirmó.
Con un recinto vacío y el respaldo explícito de Argentina, Netanyahu reforzó su imagen de aislamiento internacional, pero también de firmeza en la política israelí frente al conflicto.
La postura argentina de permanecer en la sala de la ONU durante el discurso de Netanyahu, mientras la mayoría de las delegaciones abandonaban sus asientos, marca un nuevo capítulo en la alineación del gobierno de Milei con Israel en medio de la crisis en Gaza y las acusaciones de genocidio contra el pueblo palestino.