De cara a los comicios de este octubre, el oficialismo nacional se enfrenta a un panorama marcado por recientes escándalos, controversias y frenos legislativos. La conformación actual del Congreso y el Senado frena el sueño libertario, y encuestas ya hablan sobre un 63% de desaprobación presidencial. En este informe especial, Crónica analiza la coyuntura política y te describe los escenarios posibles luego de estas elecciones.
La gestión de Javier Milei se aproxima a las cruciales elecciones legislativas en medio de una profunda crisis política. El Gobierno, cuya piedra angular es una política económica de ajuste fiscal y desregulación, enfrenta una erosión acelerada de su capital político. Esta vulnerabilidad proviene de dos frentes: la impaciencia ante la lenta llegada de los frutos de la motosierra y, más críticamente, una oleada de graves acusaciones de corrupción. De acuerdo con Diario Crónica.
Las elecciones legislativas de octubre, que renovarán 127 bancas de la Cámara de Diputados y 24 del Senado , dejaron de ser meramente un referéndum sobre la política económica para transformarse en una especie de plebiscito sobre la integridad moral y la capacidad de gestión del nuevo oficialismo. La Libertad Avanza (LLA) tiene la necesidad y la oportunidad de consolidar una base legislativa, partiendo de una minoría precaria en ambas cámaras. Sin embargo, la debacle generada por los escándalos de presunta corrupción y el contundente revés electoral sufrido en la Provincia de Buenos Aires elevaron la desaprobación presidencial (que, según sondeos, alcanza el 63%).
De persistir esta tendencia, se garantiza la prolongación del estancamiento legislativo, elevando el riesgo de ingobernabilidad para lo que queda de tiempo para la administración.
El ajedrez parlamentario: la estructura de poder en juego
El futuro de las reformas estructurales y la estabilidad política del Gobierno de LLA dependen directamente de su capacidad para trascender su condición actual de minoría legislativa.
La Libertad Avanza asumió el gobierno sin contar con una base legislativa propia significativa. Esta debilidad estructural obligó al Poder Ejecutivo a depender de alianzas volátiles con fuerzas como el PRO, la UCR dialoguista y bloques provinciales para cualquier iniciativa. La Ley Bases, el proyecto insignia de la administración, sufrió modificaciones severas, dilaciones, y fue objeto de negociaciones constantes, un claro indicador de la fragilidad oficialista en la órbita parlamentaria.
En el proceso de renovación electoral, se va a determinar la composición de 127 de las 257 bancas de Diputados para el periodo 2025-2029, y 24 de las 72 bancas del Senado para el periodo 2025-2031.
Las bancas a renovar
El análisis de las bancas en juego es crucial, ya que proyecta una dinámica de baja defensa y alta ofensiva para LLA, en contraste con la posición de riesgo de la oposición.
En la Cámara de Diputados, La Libertad Avanza se encuentra en una posición estructuralmente ventajosa, ya que defiende la menor cantidad de bancas entre las principales fuerzas: solo 8 escaños. Esto implica que, a diferencia de sus competidores, cualquier aumento en la intención de voto se traduce casi enteramente en ganancia neta, lo que se conoce como una posición de «baja defensa». Para que LLA pueda ejercer una verdadera influencia legislativa, necesita una ganancia neta superior a las 40 bancas.
La situación es más compleja en la Cámara de Senadores. La coalición Unión por la Patria defiende una porción mayoritaria de los escaños en juego (13 de 24). La Libertad Avanza no defiende ninguna banca significativa. Sin embargo, para alcanzar la mayoría de 37 senadores, las ganancias que LLA necesitaría son masivas y exceden las expectativas electorales actuales, asegurando que el Senado seguirá siendo el principal escollo institucional para la aprobación de cualquier reforma estructural profunda. Las ocho jurisdicciones que renuevan tres senadores (CABA, Chaco, Entre Ríos, Neuquén, Río Negro, Salta, Santiago del Estero y Tierra del Fuego) serán escenarios de batallas clave para la distribución de poder.
Un aspecto clave a considerar es la geografía del riesgo para la oposición histórica. Unión por la Patria debe defender 45 bancas de Diputados y 13 de Senadores. Muchos de estos escaños provienen de distritos históricamente alineados, como Buenos Aires (14 diputados), Santiago del Estero (3), La Rioja (2), y Catamarca (2). Si el voto bronca o la desaprobación a la gestión Milei se modera, UP podría retener gran parte de sus bancas, frustrando la expansión de LLA. No obstante, si el factor anticorrupción y la crisis económica logran penetrar la base de votantes peronistas, UP es el bloque con mayor riesgo de pérdida cuantitativa. Por lo tanto, el éxito de La Libertad Avanza no solo depende de su propia movilización, sino de la capacidad de penetrar y erosionar la base defensiva del peronismo, especialmente en provincias clave.
El Congreso a prueba: equilibrio y renovación
El Congreso Nacional se consolidó como uno de los escenarios más explícitos y críticos de la disputa de poder en la política argentina durante los primeros dos años de gobierno de La Libertad Avanza (LLA).
La dinámica legislativa inaugurada con la Ley Bases es particularmente intensa, marcada por la sanción de leyes que luego fueron vetadas, posteriores insistencias, e incluso el registro del primer rechazo a un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) en la historia legislativa del país.
La principal interrogante que se cierne sobre el futuro político es si el gobierno podrá alcanzar la representación necesaria para concretar sus planes: ¿Podrá lograr el tercio propio para sostener vetos? ¿Llegará a validar DNUs? ¿Podrá avanzar con reformas estructurales?
Radiografía de la Cámara de Diputados
En base a un reciente informe de la consultora La Sastrería, la alineación actual de la Cámara se clasifica en tres grupos principales según su conducta de votación respecto al gobierno. Esta clasificación se basa en votaciones clave de 2024 y 2025, incluyendo la Ley Bases, el Paquete Fiscal, diversos DNUs (como el DNU SIDE y el DNU FMI), temas como Jubilaciones, Universidades, y varios vetos presidenciales (2 en 2024 y 4 en 2025), además de iniciativas como Ficha Limpia, Comisión $Libra, Discapacidad, Garrahan y ATNs.
La distribución actual de los 257 diputados se divide de la siguiente manera:
La importancia del “voto oscilante”
Los datos de renovación revelan que el grupo «OSCILANTE», que cuenta con 104 diputados y cuya posición es crítica para la aprobación de la legislación oficialista, es el que mayor porcentaje de bancas pone en juego, alcanzando un 60% de renovación. Este alto nivel de recambio en el sector indeciso o moderado podría definir la capacidad del gobierno para negociar y asegurar mayorías legislativas en el futuro.
Por otro lado, el bloque más opositor, clasificado como «NUNCA A FAVOR» (105 diputados), enfrentará una renovación significativa del 50% de sus miembros. Mientras tanto, el grupo de apoyo más firme, «NUNCA EN CONTRA» (48 diputados), solo renueva el 30% de sus integrantes.
Estos números sugieren que el panorama poselectoral dependerá en gran medida de cómo se resuelva la renovación de los diputados «oscilantes» y si el gobierno logra capitalizar votos en provincias clave que renuevan un número considerable de bancas, como Buenos Aires (35), CABA (13), Santa Fe (9), y Córdoba (9).
La tormenta perfecta: señalamientos de corrupción y desaprobación creciente
El pilar ideológico central de la administración Milei —la lucha contra la «Casta» política— quedó severamente socavado por una serie de escándalos que recalibraron las prioridades públicas y magnificaron la inexperiencia del Ejecutivo.
En un contexto de ajuste económico y de recesión, la sociedad argentina experimenta un cambio extraordinario en sus prioridades. Diferentes encuestas y sondeos recientes destacan que la corrupción ya escaló hasta convertirse en la principal preocupación ciudadana, con el 24% de las menciones.
Este factor desplazó a preocupaciones históricamente dominantes como la inseguridad, los aumentos de precios y tarifas, la pobreza y la desocupación.Que el factor ético supere al económico, indica que la sociedad percibe que los esfuerzos exigidos no están siendo correspondidos con la honestidad prometida por la administración «anticasta,» impactando directamente en la valoración negativa del 63% del Presidente.
Los diversos incidentes que nacieron en la nueva administración afectaron al círculo más íntimo del poder, debilitando la principal bandera electoral del Presidente.
Escándalo I: el caso $Libra. El propio Milei inauguró la serie de escándalos en febrero al promocionar esta criptomoneda, una aparente estafa que dejó miles de damnificados (a nivel internacional) y es objeto de investigación judicial tanto en Estados Unidos como en Argentina.Este incidente generó las primeras dudas sobre el juicio ético del Ejecutivo.
Escándalo II: sobornos en ANDIS y Karina Milei. Este es el caso de mayor costo político, basado en la filtración de audios del exdirector de Discapacidad, Diego Spagnuolo, que describían el pago de presuntos sobornos involucrando a Karina Milei, hermana del mandatario y Secretaria General de la Presidencia. La implicación de la figura más poderosa y cercana al Presidente resultó un factor clave en la desaprobación del 63% y la creciente impaciencia ciudadana.
Escándalo III: presunto narcofinanciamiento de Espert. La crisis más reciente involucra a quien hasta hace poco era el principal candidato a diputado de LLA en la Provincia de Buenos Aires, José Luis Espert, quien es acusado de haber sido financiado por un empresario detenido e investigado en Estados Unidos por narcotráfico. Este caso impactó directamente en la campaña electoral del distrito más poblado y es el golpe más directo a la credibilidad de los candidatos que LLA intenta introducir en el Congreso.
Estos escándalos no son sólo incidentes aislados, sino que revelan una profunda «falla de gestión». Un gobierno que prometió eficiencia y control viene demostrando inexperiencia y falta de rigor en la selección de sus funcionarios y candidatos. La conjunción de la crisis económica, la crisis moral y la falla técnica reduce la credibilidad del Ejecutivo y su capacidad para implementar eficazmente las prometidas reformas, profundizando la desconfianza pública.
El duro revés en la Provincia de Buenos Aires
El resultado de las elecciones legislativas en la Provincia de Buenos Aires, celebradas en septiembre, es el precedente electoral más importante y proyecta una pesada sombra sobre las aspiraciones nacionales de LLA para octubre.
La Provincia de Buenos Aires, hogar del 40% del padrón nacional, asestó una dura derrota al oficialismo. Los resultados oficiales mostraron que el peronismo, bajo el frente Fuerza Patria, obtuvo el 47.2% de los sufragios, frente al 33.7% de La Libertad Avanza (incluyendo su fusión con el PRO), una diferencia abrumadora de más de 13 puntos porcentuales, equivalente a un millón de votos.
La lectura de las urnas fue clara (a pesar del bajo volumen de asistencia a las urnas): la oposición peronista logró articular y movilizar eficazmente su base en el distrito clave, no solo reteniendo, sino incluso aumentando las bancas que defendía (ganó 21 escaños de los 19 que debía renovar).El resultado fue un revés que desafía directamente la política de austeridad extrema y recortes , y tuvo un efecto inmediato en los mercados, que reaccionaron a la baja ante la incertidumbre política.
El hecho de que LLA haya concurrido a la elección ya fusionada con el PRO, el partido del expresidente Mauricio Macri, y aun así no haya superado el 34% de los votos , es un indicador de la insuficiencia de la estrategia de ampliar la coalición. Este fracaso sugiere que la unificación de fuerzas no logró compensar el voto de castigo derivado de los escándalos de corrupción y la situación económica. Si esta dinámica se repite en otros distritos clave de octubre, las metas legislativas de LLA se volverán inalcanzables.
Proyecciones y escenarios
El resultado de las elecciones de octubre definirá si el Presidente puede obtener los instrumentos legislativos necesarios, o si su segundo bienio estará marcado por un poder Ejecutivo limitado y un riesgo elevado de impeachment político.
Escenario 1: ganancia neta sustancial (LLA supera 35 bancas de ganancia): Este escenario se basaría en una poco probable recuperación de la imagen presidencial en las últimas semanas y un desplome significativo de la defensa de Unión por la Patria. LLA podría consolidar un bloque propio cercano a las 45-50 bancas en Diputados. Aunque esta cifra seguiría estando lejos del quórum propio de 129, la ganancia neta le otorgaría un poder de negociación significativamente mayor para renegociar la Ley Bases y obtener la aprobación de presupuestos clave. El mercado reaccionaría favorablemente a una señal de estabilidad legislativa renovada.
Escenario 2: ganancia marginal o estancamiento (LLA gana menos de 20 bancas netas): Esta es la proyección más probable a la luz de los acontecimientos recientes. La premisa es que los escándalos de corrupción y el revés de GBA se replican a nivel nacional, y la oposición (especialmente UP) logra defender exitosamente sus bancas clave. LLA permanecería como una minoría precaria, incapaz de fijar la agenda. El costo político de los escándalos hace que los aliados circunstanciales (PRO, UCR) busquen distanciarse del Ejecutivo para proteger sus propios capitales políticos.
El impacto en la gobernabilidad sería crítico. La continuidad del estancamiento estaría asegurada. Una oposición fortalecida interpretaría el resultado como un mandato para oponerse frontalmente a la austeridad. En este contexto de debilidad técnica y moral del Ejecutivo, el Congreso podría buscar la confrontación total y la profundización de la crisis institucional, limitando el margen de acción del gobierno a través de la paralización de proyectos y la restricción presupuestaria.
A semanas de la definición
Estas elecciones de medio término de octubre representan el momento definitorio para el proyecto político de Javier Milei. La Libertad Avanza necesita imperiosamente salir de su condición de minoría legislativa para implementar su plan económico y evitar el riesgo de parálisis política.
Sin embargo, el capital moral del Presidente, principal activo electoral de LLA, se erosiona rápidamente, como lo demuestran la desaprobación del 63% y la priorización de la corrupción como principal preocupación pública. Este factor, sumado al precedente negativo de la Provincia de Buenos Aires y la capacidad demostrada de la oposición para coordinar la anulación de vetos presidenciales , indica que las expectativas de una ganancia neta sustancial se encuentran reducidas dramáticamente.
Si La Libertad Avanza no logra asegurar una ganancia neta significativa de bancas, la combinación de la rigidez política presidencial y la debilidad institucional continuada augura una profundización del conflicto de poderes. Esto no solo pone en riesgo la estabilidad del plan económico en el corto plazo, sino que también amenaza la viabilidad de la gestión en el segundo bienio, exponiendo al gobierno a un estado de conflicto permanente.
Los resultados de octubre determinarán si el Ejecutivo podrá gobernar o si la oposición logrará consolidar la figura de un «pato rengo» con poder limitado.