El ejército israelí confirmó que el acuerdo de alto el fuego con Hamás entró en vigor, iniciando un repliegue parcial de sus tropas en la Franja de Gaza.
Mientras las fuerzas israelíes se estacionan fuera de las líneas acordadas, cientos de palestinos desplazados comenzaron a regresar al norte del territorio, donde descubrieron escenas de devastación generalizada.
Los términos del acuerdo de cese al fuego
El acuerdo establece que Hamás dispone de 72 horas para liberar a todos los rehenes israelíes, tanto vivos como fallecidos. A cambio, Israel procederá a liberar a cientos de prisioneros palestinos. El plan fue aprobado por el gabinete israelí y representa el primer alto al fuego significativo después de semanas de intensos combates. Según confirmó el ejército israelí en un comunicado oficial, las tropas ya comenzaron a retirarse hacia las posiciones establecidas en el acuerdo.
El regreso a la destrucción en el norte de Gaza
Testigos presenciales relataron escenas desoladoras cuando los residentes pudieron acceder por primera vez en semanas a barrios del norte de Gaza. Según el corresponsal de la BBC, Rushdi Abualouf, los barrios de Sheikh Radwan, al-Karama y Beach Camp revelaron «una devastación sin precedentes» con bloques de viviendas enteros arrasados y la infraestructura completamente destruida. En videos que circulan en redes sociales, se observa a civiles caminando entre los escombros de lo que fueron sus hogares.
La búsqueda de víctimas y la labor de rescate
Mientras algunos residentes documentaban la destrucción, otros se unieron a los equipos de Defensa Civil de Gaza para recuperar cuerpos atrapados bajo los escombros. Mahmoud Basal, portavoz de la Defensa Civil, informó que ocho cadáveres fueron recuperados solo durante la mañana del viernes en el norte del territorio. Los equipos de rescate continúan trabajando con «recursos muy limitados» en la búsqueda de más víctimas.
El drama humanitario de los desplazados
Se estima que unas 700.000 personas desplazadas de la ciudad de Gaza y del norte esperan poder regresar a sus hogares. Alaa Saleh, un profesor que huyó con su esposa y seis hijos a Jan Yunis hace tres semanas, expresó a la BBC su desesperación por regresar: «Mi casa fue destruida hace un año. Vivía en una tienda de campaña sobre las ruinas y volveré a montar la mía. Solo queremos reconstruir«. Su testimonio refleja la crudeza de una población que busca recomenzar entre los escombros. Información extraída del medio BBC.