Padres de niños con autismo piden restablecer la ordenanza “Pirotecnia Cero” ante los graves efectos que genera el uso descontrolado de fuegos artificiales.
La ciudad de Comodoro Rivadavia vuelve a poner sobre la mesa un reclamo que había quedado silenciado: restablecer la ordenanza “Pirotecnia Cero”. La iniciativa busca frenar el uso de fuegos artificiales que generan estruendos perjudiciales para personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA), animales y el medio ambiente.
Silvana Casas, integrante del grupo de padres del Trastorno del Espectro Autista, advirtió que la falta de legislación nacional complica el control del uso de productos pirotécnicos y provoca consecuencias graves para la comunidad.
“Era muy difícil de controlar cuando existía Pirotecnia Cero, pero con esta apertura mucho más. Lo dijo el propio exsecretario de Control, lo que se abrió no sirvió”, afirmó Casas.
La apertura generó más descontrol
Casas explicó que la autorización de la pirotecnia lumínica terminó desatando un uso desmedido de productos de alto impacto sonoro.
“Nos dijeron los mismos fabricantes que no hay una legislación nacional que regule el ingreso de productos de alto estruendo. Por eso, aunque se hable de apertura lumínica, el país sigue recibiendo productos que hacen ruido y eso no se puede controlar”, sostuvo.
Según informó Radio 3 Cadena Patagonia, durante las últimas fiestas se registraron numerosos incidentes y quejas vecinales, especialmente por los estruendos que afectan a los sectores más sensibles de la población.
Efectos negativos en niños, mascotas y ambiente
Casas subrayó que la falta de control impacta directamente en niños con hipersensibilidad auditiva, en los animales y en el entorno natural.
“Hay muchos chicos que sufren demasiado cuando escuchan pirotecnia, no solo en fiestas, también en partidos de fútbol o eventos. Incluso hubo un aumento de accidentes en el hospital, según un informe de guardia”, detalló.
La referente recordó que durante la etapa de Pirotecnia Cero se logró un cambio positivo en los hábitos de la comunidad.
“En muchos barrios se había erradicado completamente. Los vecinos tomaron conciencia de cómo dañaba al otro, a los chicos con hipersensibilidad auditiva y a las mascotas. Muchas familias por fin pudieron reunirse sin miedo”, expresó.
Esperanza de un cambio desde el Concejo
Casas celebró el compromiso asumido por un sector del Concejo Deliberante para retomar la normativa.
“Entiendo que hay un compromiso del bloque peronista para acompañar el regreso a Pirotecnia Cero en la próxima sesión. Esperamos no volver a sufrir lo mismo a fin de año y poder pasar las fiestas en paz”, concluyó.
El reclamo se consolida como una demanda ciudadana por el bienestar colectivo, en un contexto donde la falta de regulación nacional mantiene abierto el debate sobre los límites del uso de la pirotecnia en eventos públicos y privados.




