Narcisos, un símbolo de identidad y renovación.
A unos 20 kilómetros de Trevelin, sobre la Ruta Provincial N° 17, los visitantes pueden disfrutar de campos de narcisos que este año se suman al paisaje floral de Chubut, compitiendo con los ya conocidos tulipanes. La colectividad galesa de la región recupera así la flor nacional de Gales, llamada “daffodil”, símbolo de orgullo, renovación e identidad. Según informó LM Neuquén, se trata de un nuevo cultivo que busca rescatar la historia y la tradición de los colonos que llegaron a la Patagonia hace más de 160 años.
María Alejandra “Pecas” Jones, impulsora del proyecto denominado Ruta 17, señaló que la iniciativa busca que, con el tiempo, la plantación abarque media hectárea o más, para ofrecer un espectáculo visual único y fortalecer la identidad cultural galés-patagónica.
Conexión con Gales y apoyo solidario
El proyecto contó con la colaboración de la ciudad de Wrexham, donde Peter Howell lideró una campaña solidaria para reunir fondos que permitieran la compra de más de 2.500 bulbos de cuatro variedades diferentes. Según Pecas Jones, la idea es expandir la plantación y consolidarla como un atractivo cultural y turístico, sumando valor a la región y destacando la herencia galesa.
La floración de los narcisos es fugaz, pero la altura de la plantación permite que los ejemplares florezcan más tarde, extendiendo el espectáculo hasta fin de mes. Junto a los campos se encuentra el Museo Intercultural Rancho Viejo, que exhibe objetos de época y preserva la cultura de los colonos galeses, manteniendo intactos elementos arquitectónicos y mobiliario originales.
Una flor que anuncia la primavera y la esperanza
Los visitantes pueden recorrer senderos especiales entre los narcisos, permitiendo la inmersión en la naturaleza sin dañar las plantaciones y obtener fotografías únicas. “El narciso es un símbolo de nuevos comienzos; después de un largo invierno, florece y te recuerda que llega la primavera”, explicó Jones.
El bulbo requiere permanecer cuatro meses bajo tierra, soportando frío, heladas y nieve, fortaleciendo así la flor para que cada primavera resplandezca y ofrezca esperanza y renovación, al igual que los lazos entre Gales y la Patagonia que busca preservar este proyecto.




