Vecinos de Balcón de la Ciudad denuncian robos semanales y falta de respuesta policial.
Vecinos denuncian hasta cuatro robos por semana y aseguran que, pese a los reclamos y videos enviados a la policía, no obtienen respuestas. Temen por su seguridad y exigen patrullajes constantes.
Los robos se volvieron parte de la rutina
La preocupación crece entre los habitantes de Balcón de la Ciudad, donde los robos e intentos de ingreso a viviendas se repiten cada semana. Según los vecinos, los delincuentes apuntan especialmente a casas deshabitadas o cuyos dueños se ausentan por pocas horas, lo que genera una sensación de vulnerabilidad constante.
“Parece que estuvieran mirando quién entra y quién sale”, relató Vanesa, vocera barrial, quien señaló que en promedio se registran cuatro hechos por semana.
La situación se agrava por la falta de presencia policial y la ausencia de respuestas efectivas, a pesar de los reclamos reiterados a las autoridades. “Mandamos videos, ubicaciones y pruebas, pero solo recibimos un ‘recibido’. Nunca detienen a nadie”, expresó indignada.
Alertas ignoradas y patrullajes insuficientes
El barrio depende de la Comisaría Cuarta de Alta Barda, que mantiene un grupo de WhatsApp con los vecinos para coordinar la seguridad. Sin embargo, los residentes aseguran que el canal no da resultados.
El último hecho ocurrió el jueves, cuando dos hombres en moto forzaron un portón e ingresaron a una vivienda. Aunque fueron identificados, la policía los liberó pocas horas después, según denunciaron los vecinos.
“Volvieron al día siguiente y orinaron en la vereda, fue una provocación”, relató Vanesa, evidenciando el clima de impotencia que domina en el lugar.
Pese a las reuniones con funcionarios provinciales y del área de Seguridad, los patrullajes solo se refuerzan por unos días tras cada reclamo y luego se reducen nuevamente.
“Hoy no hay patrullajes: estamos desamparados”, insistió la vecina.
Un barrio en crecimiento pero sin protección
Balcón de la Ciudad se encuentra en pleno proceso de expansión, con nuevas obras y la llegada de trabajadores temporarios. Según los vecinos, este movimiento coincide con el incremento de delitos.
Ni siquiera la instalación de cámaras privadas y vecinales logró frenar los hechos: “Todo lo que encuentran a mano, se lo llevan. Vivimos con miedo y nadie nos escucha”, resumió Vanesa.
De acuerdo con lo publicado por ADNSUR, las denuncias se acumulan, pero hasta el momento no hubo medidas concretas para reforzar la seguridad en la zona. Los vecinos evalúan organizar cortes de calles y nuevas asambleas para exigir respuestas urgentes.




