Agustín de la Fuente analizó el anuncio del Gobierno sobre el proyecto que será enviado al Congreso. El presidente de CAPIP consideró que la modernización de las normas laborales es necesaria para generar empleo, mejorar la productividad y adecuar los convenios de la industria a las condiciones actuales del mercado.
El presidente de la Cámara Argentina Patagónica de Industrias Pesqueras (CAPIP), Agustín de la Fuente, expresó su postura sobre el proyecto de reforma laboral que el Ejecutivo Nacional anticipó enviar al Congreso. Si bien aún solo se conocen algunos detalles de la iniciativa, el dirigente empresarial consideró que la misma podría ser una oportunidad para “adecuarse a la realidad productiva actual” y “generar más empleo de calidad”.
“Todavía no contamos con el proyecto que va a enviar el Gobierno. Todo lo que se puede evaluar hasta ahora son conjeturas en base a conceptos generales que ha manifestado el propio presidente. Pero formalmente no se ha presentado nada”, aclaró De la Fuente en diálogo con REVISTA PUERTO.
Entre los puntos centrales que trascendieron del proyecto impulsado por la administración libertaria, y que será presentado el próximo 15 de diciembre, figura la extensión de la jornada laboral hasta 12 horas, la posibilidad de pagar indemnizaciones en cuotas, la firma de convenios por empresa en lugar de por actividad, y aumentos salariales vinculados a la productividad.
En ese marco, el titular de la CAPIP planteó que la idea de “modernización” laboral debe analizarse con una mirada positiva. “Hay que verla desde la perspectiva de generar trabajo, de poder ser más productivos y de aggiornar cuestiones que han quedado obsoletas. No es algo que solo atraviese la Argentina, el mundo va en esa vía; adecuarse a nuevas tecnologías y nuevas formas de concebir el trabajo”, sostuvo.
Convenios
De la Fuente remarcó que dentro de la cadena que compone la pesca continúan existiendo convenios laborales que ya no reflejan la realidad de la actividad, un tema en discusión que derivó en conflictos como los ocurridos durante la última temporada nacional de langostino.
“Hay que discutir los precios referenciales atados a la producción, porque esos valores quedaron vinculados a una pesquería que hoy no existe más. Es irreal mantener paradigmas de hace 20 años, cuando el sector cambió completamente, desde la producción hasta la exportación”, explicó.
El dirigente también señaló que actualizar los convenios y las condiciones de trabajo son puntos clave y necesarios para recuperar la competitividad. “La Argentina, con una mirada hacia el mar y una perspectiva exportadora, necesita cambiar sus condiciones para tener un plan que le permita exportar más. Eso debe ser positivo para toda la cadena”, expresó.
Y agregó: “Hay una mirada equivocada que plantea que los ganadores van a ser los empresarios y los trabajadores los perjudicados. Creo que eso es erróneo. Todos deben ganar; el trabajador, que tendrá un empleo sustentable en el tiempo, y las empresas, que podrán competir en condiciones reales”.
“Hace falta un plan nacional de exportación”
En este escenario, el responsable de la CAPIP también planteó la necesidad de que el país defina una estrategia exportadora a largo plazo, que involucre metas concretas y políticas coordinadas.
“Si la Argentina tuviera un objetivo claro, por ejemplo, exportar 3.000 millones de dólares en productos pesqueros, debería acompañarlo con un programa que establezca las condiciones laborales, tributarias y logísticas necesarias para alcanzarlo. Eso hoy no existe”, advirtió.
En esa línea, celebró la visión del nuevo canciller Pablo Quirno, quien manifestó que la política exterior argentina debe enfocarse en “salir a vender al mundo”.
“Nosotros somos parte de esa visión. Hay que entender qué productos demanda el mundo, qué mercados se deben desarrollar y cómo posicionar nuestras exportaciones con valor agregado”, apuntó.
Carga impositiva
Consultado sobre las medidas fiscales que afectan a la industria, De la Fuente fue enfático: “Tenemos una presión tributaria sobre toda la cadena. Desde el inicio hay un paseo constante de IVA, tasas municipales, ingresos brutos y otros tributos. Eso encarece el producto y nos resta competitividad”.
Para el titular de CAPIP, la reforma tributaria que el Gobierno también evalúa debe tener en cuenta la situación de las economías regionales. “Si hacer valor agregado en Perú es más competitivo que hacerlo en Argentina, algo tenemos que preguntarnos. En algún punto de equilibrio nos tenemos que encontrar”, señaló.
Finalmente, el dirigente insistió en que cualquier cambio en materia laboral o tributaria debe darse dentro de un marco democrático y de respeto a los derechos adquiridos. “La Argentina, cada vez que intenta adecuarse, parece hacerlo contra alguien. No se trata de eso. Se trata de ser mejores, de adaptarse, de mirar lo que pasa en el mundo y cuidar a todas las partes”. Información extraída de Revista Puerto.




