Este jueves comenzó la cumbre de líderes de la COP30 en Belém, Brasil, en una reunión clave para preparar la cumbre climática oficial que se celebrará a partir del lunes.
La cita reúne a más de 60 jefes de Estado y de Gobierno, quienes discutirán temas fundamentales para combatir el cambio climático, mejorar la implementación de acuerdos previos y promover nuevas medidas para la transición energética global.
El discurso inaugural de Lula da Silva
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, preside la cumbre como anfitrión y abrió el evento destacando la urgencia de cumplir con los compromisos globales asumidos, especialmente el Acuerdo de París, que cumple 10 años desde su firma. Lula enfatizó la importancia de que los países asuman sus responsabilidades frente a la crisis climática, citando la falta de cumplimiento de varias naciones con los objetivos acordados. «Mucha gente no está cumpliendo el Acuerdo de París», señaló el mandatario. Esta cumbre, que se extiende hasta el viernes, tiene como objetivo definir las bases para las negociaciones y el trabajo de los próximos días, que se enfocará en temas clave como el clima, la naturaleza, la transición energética y la revisión de los compromisos globales.
El encuentro reúne a líderes clave, pero no a China ni EE.UU.
El evento cuenta con la participación de importantes figuras internacionales como el presidente de Chile, Gabriel Boric; el presidente de Colombia, Gustavo Petro; el presidente de Francia, Emmanuel Macron; el presidente de España, Pedro Sánchez; el presidente de Portugal, Luís Montenegro, y otros líderes de países comprometidos con la acción climática.
Sin embargo, destacan las ausencias de dos de los países más influyentes en la crisis climática: China y Estados Unidos. El presidente chino, Xi Jinping, y el mandatario estadounidense, Donald Trump, no asistirán a la cumbre, lo que deja a sus países fuera de las discusiones sobre la reducción de emisiones de gases contaminantes. Esta ausencia es aún más relevante dado que ambos países ocupan los primeros lugares en las emisiones globales.
El 2025 podría ser uno de los años más cálidos de la historia
Las discusiones en Belém arrancan en un contexto crítico: la ONU ha advertido que el año 2025 podría ser uno de los más cálidos jamás registrados, debido a la tendencia al alza de las temperaturas que ha caracterizado los últimos años. A pesar de que 2024 podría seguir siendo el año más caliente de la historia, las proyecciones apuntan a que el próximo año se ubicará entre los más altos, lo que resalta la urgencia de actuar frente al calentamiento global. No obstante, la ONU aseguró que aún es posible revertir esta tendencia mediante acciones políticas y compromisos concretos a nivel mundial.
Conclusión: Un desafío urgente para la humanidad
La cumbre de la COP30 en Belém se perfila como un momento crucial para el futuro del planeta. Los líderes presentes tienen una oportunidad única de avanzar en la implementación de políticas climáticas que frenen el calentamiento global y promuevan la transición hacia energías limpias y sostenibles. La ausencia de algunas de las principales potencias contaminantes subraya las tensiones geopolíticas en torno a la crisis climática, pero la reunión también es una plataforma clave para impulsar la colaboración internacional y presionar por compromisos más ambiciosos. Información extraída del medio DW.




