Trump endurece críticas y presiona por una baja urgente de tasas en EE.UU.
En una semana atravesada por tensiones económicas internas, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, protagonizó un nuevo capítulo de confrontación con su propio equipo de política monetaria. En un foro de inversión, apuntó tanto contra el titular de la Reserva Federal, Jerome Powell, como contra su secretario del Tesoro, Scott Bessent, a quien responsabiliza por la falta de avances en su reclamo de bajar las tasas de interés. Parte de la información fue obtenida de lo publicado por Clarín.
Trump presiona por un recorte inmediato de tasas
El mandatario volvió a insistir en su deseo de remover a Jerome Powell de la presidencia de la Reserva Federal. Frente a inversores, aseguró: “Para ser honesto, me gustaría despedirlo”, aunque reconoció que fue el propio Bessent quien lo persuadió de no hacerlo, al considerarse “la voz de la razón” en medio de la tensión.
Su exigencia no es nueva: Trump quiere que la Fed concrete un tercer recorte consecutivo en diciembre, luego de las dos bajas aplicadas en septiembre y octubre. La falta de respuesta alimentó su molestia y derivó en una advertencia pública dirigida a su secretario del Tesoro. En tono distendido pero con un mensaje directo, lanzó:
“Lo único en lo que Scott está metiendo la pata es en la Reserva Federal, porque las tasas están demasiado altas, Scott. Si no lo arreglas rápido, te voy a despedir pegándote una patada en el culo”.
Críticas directas a Powell y un señalamiento por las obras de la Fed
Lejos de moderar su discurso, Trump volvió a cargar contra Powell, a quien designó en 2017 durante su primer mandato. Esta vez, el cuestionamiento adquirió un tono más personal y vehemente:
“Tiene serios problemas mentales… algo anda mal con él. Es que… para serte sincero, me encantaría despedirlo. Deberían despedirlo. El tipo es un incompetente total y deberían demandarlo por gastar 4.000 millones de dólares en construir un edificio pequeño. Yo estoy construyendo un salón de baile que va a costar una fracción minúscula de eso y es más grande que todo eso junto”.
Según su relato, el enojo se originó tras una visita a la sede de la Reserva Federal, donde observó dos edificios en remodelación por más de US$ 2.100 millones, cifra que aprovechó para ironizar mientras insistía en su reclamo por una política monetaria más flexible.
La pulseada interna: Bessent como contrapeso
Durante su discurso, Trump discutió en público con Bessent sobre la conducción económica. Le pidió explícitamente que trabajara junto al titular de la Fed:
“Tienes que trabajar con él, Scott”, advirtió, reforzando la presión sobre su equipo.
El Presidente subrayó el rol central del secretario del Tesoro, a quien catalogó como su figura clave en materia económica. Sin embargo, no lo eximió de cuestionamientos cuando se refirió a la ayuda que Estados Unidos anunció para Argentina mediante un swap por US$ 20.000 millones y otros US$ 20.000 millones ofrecidos por el sector privado. Pese a las críticas de la oposición estadounidense, Trump insistió en su postura al remarcar que
“en lo único en lo que Scott está malgastando el dinero es en la Reserva Federal, porque las tasas de interés están demasiado altas, Scott. Y si no lo arreglas rápido, te voy a despedir pegándote una patada en el culo. ¿De acuerdo?”
La frase provocó risas en el auditorio, aunque su intención disciplinadora fue evidente.
Un diálogo improvisado que expuso tensiones
Trump imitó un intercambio ficticio con Bessent ante el público, reforzando la idea de que su secretario intenta moderar sus impulsos respecto de Powell:
“Scott me dice ‘Presidente no lo despida’. Por favor, no lo despida. Le quedan tres meses, no lo despida”, en referencia a que el mandato del titular de la Fed concluye en mayo.
En ese tramo, el Presidente destacó a Bessent:
“Tienen mucha suerte de tener a Scott como secretario del Tesoro, él es una voz de la razón. Has hecho un buen trabajo”.
Una relación históricamente tirante con la Reserva Federal
Trump ha sido persistente en sus reclamos. Varias veces publicó en redes sociales que “Powell nos defraudó” ante recortes de tasas que considera insuficientes. También lo bautizó “Señor tarde” por —según su visión— haber demorado en subir tasas durante la pandemia y en bajarlas ante la desaceleración del mercado laboral.
Sus posiciones están vinculadas a su propia historia empresarial: siempre respaldó las tasas bajas por facilitar la refinanciación de deudas, un punto sensible para él tras los fracasos financieros de sus casinos en épocas de políticas monetarias más rígidas. Además, argumenta que reducir los intereses serviría para alivianar la carga de la deuda pública estadounidense, cuyo peso supera incluso al presupuesto de defensa.
En la misma línea, este año designó a su principal asesor económico en la Casa Blanca como miembro de la Fed, buscando mayor afinidad en la conducción monetaria.
Un debate central: la independencia del Banco Central
En medio del clima político, volvió a circular una reflexión del columnista de The Wall Street Journal, Joseph C. Sternberg, sobre el impacto institucional de la presión política en la Fed. Tal como recordó:
“La independencia del Banco Central es un principio fundamental de la gestión económica moderna. Las alternativas tienden a desembocar en desastres como el de Argentina”.
Las declaraciones de Trump volvieron a encender el debate sobre la independencia de la Reserva Federal y tensionaron aún más la interna económica en Washington. Mientras continúa exigiendo recortes de tasas, el vínculo con Powell y la presión sobre Bessent quedan expuestos bajo los reflectores de la política y la economía global.




