Alertan por muertes infantiles evitables por ahogamiento en el país.
En Argentina, cada semana un niño menor de cinco años pierde la vida por ahogamiento. La advertencia fue emitida por la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), que instó a reforzar la vigilancia adulta, mejorar la prevención en los hogares y aplicar medidas de seguridad tanto en piletas como en otros entornos acuáticos.
La información surge del documento difundido en el marco de la Semana de la Prevención de los Ahogamientos, y que además, según informó Infobae, reúne datos actualizados sobre un problema que la entidad califica como “grave, silencioso y completamente prevenible”.
Muertes que pueden evitarse con prevención y supervisión
La SAP remarcó que el ahogamiento infantil continúa siendo una de las principales causas de muerte por lesiones no intencionales en el mundo y que el 63% de los casos afecta a menores de cinco años. En Argentina, solo en 2023 fallecieron 48 niños pequeños por esta causa, lo que equivale a un deceso cada siete días.
Especialistas consultados por la entidad insistieron en que la mayor cantidad de incidentes ocurre en contextos cotidianos, incluso fuera del verano.
“El ahogamiento en niños pequeños es rápido, silencioso y puede producirse con muy poca cantidad de agua. Por eso la vigilancia debe ser dedicada y sin distracciones”, explicó la doctora María Cecilia Rizzuti, Prosecretaria del Comité de Prevención de Lesiones.
Los riesgos dentro del hogar y entornos cercanos
El documento destaca que los escenarios de mayor riesgo para los niños de hasta cinco años suelen ser espacios caseros: bañeras, baldes, pozos, acequias, estanques, piletas inflables o bebederos de animales.
La SAP subraya que la vulnerabilidad es máxima entre los menores de un año, quienes dependen por completo del cuidado adulto.
“Prevenir los ahogamientos no es una tarea individual, sino colectiva. Es necesario generar entornos seguros, reforzar la educación comunitaria y legislar pensando en la infancia”, sostuvo la doctora María Florencia Barril, Secretaria del Comité.
Medidas esenciales para evitar accidentes
Entre las recomendaciones para hogares y espacios recreativos, la SAP enumeró pautas claras:
- Retirar cualquier recipiente que contenga agua y esté al alcance de los niños.
- Vaciar piletas inflables o desarmables después de cada uso.
- Mantener tapados pozos, estanques y depósitos de agua.
- Capacitar a cuidadores y familiares en maniobras de RCP.
- Integrar la prevención de ahogamientos en las consultas pediátricas y en las escuelas.
La entidad reiteró que jamás se debe dejar a un niño al cuidado de otros niños y que ninguna medida estructural reemplaza la vigilancia activa de un adulto.
Requisitos de seguridad para piletas
La SAP consideró imprescindibles ciertas medidas estructurales para reducir el riesgo:
- Instalación de cercos perimetrales de al menos 1,30 metros, con barrotes verticales separados por no más de 10 centímetros.
- Una única puerta con cierre no accionable por niños pequeños.
- Eliminación de objetos cercanos que puedan usarse para trepar.
- Remoción de juguetes dentro de la pileta.
- Pisos y bordes antideslizantes.
- Protección de bocas de succión mediante rejillas seguras.
- Vaciado obligatorio de piletas inflables fuera de su uso.
La SAP también advirtió que los elementos inflables no homologados —como flotadores de cuello o chalecos recreativos— nunca deben considerarse dispositivos de seguridad.
Prevención en adolescentes y entornos naturales
La entidad incluyó orientaciones específicas para adolescentes, quienes suelen exponerse a riesgos en ríos, lagos o el mar.
“No ingresar al agua en sitios no habilitados, no zambullirse donde no se vea el fondo, respetar indicaciones de guardavidas y evitar prácticas acuáticas bajo efectos de sustancias son reglas básicas de autocuidado”, indicó Rizzuti.
El organismo alienta la enseñanza progresiva de habilidades acuáticas, pero aclara que aprender a nadar no garantiza protección total. Evaluar el entorno, actuar con prudencia y conocer maniobras de emergencia sigue siendo esencial.
Lemas finales: la guía de la SAP
El documento cierra con una serie de mensajes clave para la comunidad:
- “Si se puede prevenir, no es un accidente”.
- “La supervisión constante salva vidas”.
- “Nunca dejar a niños al cuidado de otros niños”.
- “Los ahogamientos ocurren todo el año”.
- “Si desaparece un niño, buscar primero en el agua”.
- “En casas ajenas, fiestas o vacaciones, no olvidar la seguridad infantil”.
- “Todos podemos ahogarnos, pero nadie debería”.




