La tensión política aumentó este jueves en Honduras tras las graves acusaciones del candidato presidencial Salvador Nasralla.
El líder del Partido Liberal denunció públicamente un «cambio de datos» en el conteo de votos preliminar de los comicios generales del pasado domingo, un giro que, según él, le habría quitado la ventaja a su favor.
La denuncia, que aún carece de pruebas presentadas formalmente, se produce en un contexto de resultados muy ajustados y frecuentes cortes en el sistema de publicación del organismo electoral, lo que ha generado incertidumbre y llamado a la calma por parte de diversos sectores.
La denuncia: un «apagón» y un presunto algoritmo que alteró los votos
En un mensaje publicado en su cuenta de X (antes Twitter), Nasralla hizo una acusación muy específica. Según su relato, a las 3:24 de la madrugada de este jueves «se apagó la pantalla» del portal de resultados preliminares. Afirmó que, acto seguido, «un algoritmo (similar al que usaron en 2013) cambió los datos». El candidato aseguró que, tras este supuesto incidente, más de 1.081.000 votos que tenía a su favor fueron transferidos a su principal rival, Nasry ‘Tito’ Asfura, del Partido Nacional. A su vez, los 1.073.000 votos de Asfura habrían pasado a su columna. Nasralla instó a investigar a la empresa responsable del sistema de divulgación de resultados. Esta información fue reportada inicialmente por el medio internacional DW.
Un panorama electoral estrecho y un llamado a la prudencia
Mientras se investiga la denuncia, el escenario electoral sigue siendo muy cerrado. Con casi el 85% de las actas escrutadas en la tarde del 4 de diciembre, Nasralla se ubicaba apenas 10,000 votos detrás de Asfura. Los resultados provisionales indicaban que Asfura sumaba el 40.07% de los votos, mientras que Nasralla alcanzaba el 39.70%. La oficialista Rixi Moncada quedaba tercera con un 19.19%.
Ante las fuertes declaraciones, varios actores pidieron moderación. La candidata a la vicepresidencia por el Partido Nacional, María Antonieta Mejía, le pidió «prudencia» a Nasralla, recordándole su experiencia en contiendas electorales previas. En la misma línea, el Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep) hizo un llamado a los actores políticos a actuar con «prudencia y moderación».
La espera por unos resultados definitivos se podría extender aún más. El Consejo Nacional Electoral informó que aproximadamente el 17% de las papeletas presentan inconsistencias y deberán ser revisadas minuciosamente antes de poder certificar un ganador. El candidato electo sucederá el 27 de enero de 2026 a la actual presidenta, Xiomara Castro.
El proceso electoral en Honduras enfrenta una prueba crítica de transparencia. Mientras las autoridades electorales trabajan para aclarar las inconsistencias y la denuncia de Nasralla, la paciencia de la ciudadanía y la confianza en las instituciones están en juego. La resolución de esta controversia marcará el tono del próximo gobierno en un país que busca estabilidad política.




