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El Presupuesto 2021, considerado como «realista» por el Gobierno nacional, está basado en supuestos «prudentes» acerca de la evolución futura de la economía local, en un contexto de pandemia de coronavirus.

PBI

Entre los principales supuestos macroeconómicos del Presupuesto 2021, se destaca el Producto Bruto Interno (PBI), que prevé una evolución de una caída de 12,1% en 2020 a subas de 5,5% en 2021, 4,5% en 2022 y 3,5% en 2023.

Consumo

En el caso del consumo privado, considera que se pasará de un descenso de 13,6% este año a incrementos de 5,5% en 2021, 4,7% en 2022 y 3,6% en 2023; y del consumo público, de una baja de 2,1% en 2020 a un alza de 2,0% en 2021, 2,2% en 2022 y 2,0% en 2023.

Inversiones

En la inversión, de una caída de 25,6% prevista para este año se pasaría a un crecimiento de 18,1% en 2021, 10,1% en 2022 y 6,6% en 2023.

Exportaciones e importaciones

En exportaciones, se espera pasar de un descenso de 14,2% a subas de 10,2% en 2021, 6,5% en 2022 y 5,3% en 2023; y en importaciones, de una caída de 21,9% a incrementos de 16,3% en 2021, 10,0% en 2022 y 7,7% en 2023.

En consecuencia, en el saldo comercial calcula un descenso desde los US$ 17.260 millones de 2020, pasando por US$ 15.087 millones de 2021 y US$ 14.302 millones en 2022 hasta US$ 12.928 millones en 2023.

Precios

Finalmente, en el Indice de Precios al Consumidor, se prevé un descenso desde los 32,0% esperados para este año a 29,0% en 2021, 24,0% en 2022 y 20,0% en 2023; con una evolución del Tipo de Cambio Nominal (TCN) de $81 a fin de año a $102,4 a fines de 2021, $124,8 en 2022 y $146,6 en 2023.

En el encuentro, el ministro de Economía estimó que a fin de mes ya podría estar definida la nueva fórmula de ajuste de los haberes jubilatorios, pensiones, y asignaciones familiares que se debe aprobar antes de fin de año, y que reemplazará la movilidad jubilatoria aprobada durante el gobierno de Cambiemos.

Los ministros de Economía, Martin Guzman, y de Interior, Wado de Pedro; el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa; y el jefe del bloque del Frente de Todos, Maximo Kirchner, acordaron este lunes que el titular del Palacio de Hacienda brinde los detalles del proyecto de Presupuesto 2021 en un encuentro virtual el martes 22 de septiembre.

Mañana, tal como estipula la Ley de Administración Financiera, el Gobierno enviará al Congreso la iniciativa, que contempla un déficit del 4,5 del PBI, un incremento de la economía que ronda el 5,5 por ciento, un dolar promedio a diciembre del 2021 de 101 pesos y una inflación promedio del 29 y 30 por ciento.

En un almuerzo que compartieron en la Cámara de Diputados -que se extendió por cuatro horas-, Massa, Kirchner, de Pedro y Guzmán definieron la agenda de tratamiento de esa estratégica iniciativa, que el oficialismo aspira a votar antes de mediados de octubre.

Fuentes parlamentarias adelantaron a Télam que Guzmán -antes de la presentación del próximo martes- mantendrá el viernes un encuentro virtual con legisladores del Frente de Todos de Diputados y del Senado, en el marco de una reunión reservada que se realizará por el sistema de videoconferencia.

Durante el almuerzo de este lunes también se acordó que el martes 22 el ministro de Economía presente el proyecto de manera formal ante la comisión de Presupuesto y Hacienda, que conduce el legislador oficialista Carlos Heller.

Guzmán brindó detalles a Massa y Kirchner sobre aspectos centrales del proyecto de Presupuesto 2021, que contempla un déficit del 4,5 por ciento del PBI, entre otras cuestiones.

En el encuentro, Guzmán estimó, además, que a fin de mes ya podría estar definida la nueva fórmula de ajuste de los haberes jubilatorios, pensiones, y asignaciones familiares que se debe aprobar antes de fin de año, y que reemplazará la movilidad jubilatoria aprobada durante el gobierno de Cambiemos .

De hecho, el presidente de la comisión mixta-integrada por funcionarios y legisladores- Marcelo Casaretto adelantó que a fin de mes se terminará de redactar ese proyecto donde se establecerá el nuevo mecanismo de actualización y precisó que deberán contemplar el aumento de la recaudación, del salario y de la inflación.

Además, junto con la sanción del Presupuesto se deberá aprobar la nueva ley de movilidad jubilatoria, donde se fijará cómo se actualizará en 2021 las jubilaciones, pensiones, asignaciones familiares y por hijo.

Este será el primer proyecto de Presupuesto que presentará la administración del presidente Alberto Fernández, debido a que el que rige en la actualidad es una prórroga del sancionado en 2019, ya que la iniciativa enviada por el expresidente Mauricio Macri no fue tratada en el Parlamento.

En base a las previsiones del oficialismo, en la Cámara de Diputados el debate demandará al menos un mes, con la presencia de funcionarios de las distintas áreas para explicará los aspectos centrales, datos macroecónomicos, subsidios de distinto tipo, obras públicas y las relaciones con las provincias.

En base a la agencia inicial, el secretario de Hacienda, Raúl Rigo, concurrirá el martes 29 de septiembre a un plenario de la Comisión de Presupuesto, y una semana después haría lo propio el secretario de Finanzas, Diego Bastourre, entre otros expositores.

El ministro de Economía, Martín Guzmán, aseguró hoy que el objetivo del Gobierno nacional es «no enfrentar pagos con el Fondo Monetario Internacional en el período de 2021 a 2024», y sostuvo que “no hay estabilización posible sin recuperación económica”, como parte del diálogo iniciado con el organismo.

En una entrevista con el diario La Nación, el ministro explicitó que el objetivo de esta negociación con el FMI desde la perspectiva argentina «es no enfrentar pagos con el Fondo en el período de 2021 a 2024» para lograr un alivio a las cuentas públicas que complemente lo alcanzado con los acreedores privados, tanto bajo ley nacional como extranjera.

En ese sentido, planteó la necesidad de tener «despejado el horizonte de la carga financiera en los próximos años» lo que entendió «va a requerir de negociaciones que van a llevar a un tiempo».

«Tenemos un objetivo central que es tranquilizar la economía, y se va a dar sin planes ni promesas rimbombantes, porque eso no ha dado resultado positivo para la Argentina, esto es un plan para la recuperación económica dentro de un marco de consistencia macroeconómica”, afirmó Guzmán.

El jueves, el vocero del FMI Gerry Rice, confirmó que la Argentina y el FMI se encuentran «en las etapas iniciales del proceso» de negociaciones, luego de la solicitud formal presentada por el país para avanzar en un nuevo programa con el organismo.

«Tenemos un objetivo central que es tranquilizar la economía, y se va a dar sin planes ni promesas rimbombantes, porque eso no ha dado resultado positivo para la Argentina, esto es un plan para la recuperación económica dentro de un marco de consistencia macroeconómica»

Al respecto, Guzmán aseguró que ya existió una charla telefónica entre el Presidente y la directora gerenta del FMI, y dijo: “Esa misma tarde se envió la carta formal que firmé yo como ministro de Economía y que también firmó el presidente del Banco Central, para que las negociaciones se inicien.”

Asimismo, sostuvo que siempre hubo diálogo fluido con el staff del Fondo que «ha sido muy valioso en el proceso de reestructuración de deuda y que continúa en un buen carril, dentro de un proceso que es muy complejo porque el país tomó, entre 2018 y 2019, un préstamo de una cuantía altísima».

«Cuando la Argentina se endeuda con el FMI en 2018, la premisa «era que esto iba a restaurar la confianza en los mercados financieros internacionales, lo que iba a reducir el costo del crédito, con menores tasas para acceder a un fondeo, repagar ese crédito y seguir con el programa económico que estaba implementado», recordó el ministro..

Por el contrario, el ministro entendió que la política económica de la gestión Cambiemos presuponía un resultado que «claramente no sucedió» y por el contrario «profundizó sus problemas y la recesión se acentuó».

“Cuando uno ve el balance fiscal detecta que veníamos con una carga de deuda insostenible, y deuda insostenible significa que se violentaron las finanzas públicas, quedaron en una situación de muy fuerte deterioro y por eso no podía ser pagada”, aseguró Guzmán.

Al respecto, agregó que “de hecho, subió mucho la carga de intereses; el déficit primario fue bajando de una manera que no estaba alineada con el crecimiento de la actividad y, por el contrario, el proceso de endeudamiento llevó a un aumento muy importante de los intereses y a un costo del crédito que terminó siendo prohibitivo”.

Según Guzmán con la reestructuración de la deuda «se dio un paso absolutamente fundamental en el proceso de estabilizar la economía, de darle condiciones de poder despegar, lo que es un punto de partida, no de llegada».

El éxito de ese proceso se ve reflejado en que «la Argentina tenía un riesgo país de más de 2.000 puntos básicos cuando asumimos, mientras que hoy está en 1.108 y eso es un efecto inmediato de este proceso, un indicador que esperamos siga bajando en la medida que la Argentina vaya normalizando su situación macroeconómica».

Guzmán presentará el martes el proyecto de Presupuesto 2021 en Diputados. El proyecto prevé un déficil equivalente al 4,5% del PBI y que destinará más del 60% de los recursos a gastos sociales.

El ministro de Economía, Martín Guzmán, presentará el próximo martes ante la Cámara de Diputados el proyecto de Presupuesto 2021, que prevé un déficit equivalente al 4,5% del PBI y que destinará más del 60% de los recursos a gastos sociales, informaron esta tarde fuentes parlamentarias.

La iniciativa será enviada en tiempo y forma, como establece la Ley de Administración Financiera, que fija como fecha tope al 15 de septiembre para presentar el proyecto que establece la previsión de gastos y recursos para el año siguiente.

La posibilidad de que ese mismo día el ministro Guzmán participe en una reunión de la Comisión de Presupuesto no está confirmada.

Ese día, los integrantes de la comisión que conduce Carlos Heller están citados para las 15, para debatir el proyecto que permite refinanciar las deudas entre las provincias y la Anses, y que establece un nuevo mecanismo para pagar la reparación histórica para evitar la venta de activos del FGS.

Será el primer presupuesto de la administración del presidente Alberto Fernández, ya que descartó en su momento la propuesta que había presentado el gobierno de Mauricio Macri antes de la elección presidencial y optó por prorrogar el que estaba vigente hasta el 31 de diciembre del 2019.

Guzman adelantó la semana pasada que el proyecto de Presupuesto 2021 contemplará un déficit del 4,5 por ciento del PBI, entre otras cuestiones.

El ministro de Economía, Martín Guzmán, aseguró que la emisión monetaria como vía de financiamiento del Tesoro responde a «un período de transición macroeconómica» y que el objetivo al que apunta el Gobierno es a «ir reduciendo ese financiamiento en el futuro».

En ese sentido, recordó que la crisis del coronavirus llegó en un momento en el que el país también enfrentaba una crisis de deuda, por lo que recurrir al Banco Central fue el único mecanismo para hacer frente a los programas de asistencia a personas y empresas.

«En el horizonte, lo que se busca es que el Banco Central no esté financiando al Tesoro de forma sistemática. Pero, en la transición, va a haber una porción del déficit fiscal que requiera de financiamiento del Banco Central. A lo que apuntamos es a ir reduciendo ese financiamiento», expresó hoy Guzmán, durante una conferencia de prensa sobre el resultado de reestructuración de la deuda pública.

En lo que va del año, el Banco Central emitió más de 1,5 billones de pesos para asistir al Tesoro de los cuales casi el 90% ($ 1,33 billones) se produjo a partir de la declaración del Aislamiento Social Preventivo y Obligarorio (ASPO) el 19 de marzo.

Al respecto, Guzmán aseguró que «la coordinación entre la política monetaria y fiscal es absolutamente esencial» y que «se ha trabajado en esa dirección desde le primer día» pero que la pandemia profundizó la crisis que arrastraba el país desde 2018.

Según Guzmán, el Gobierno enfrentó una «mayor necesidad de gasto para proteger a la gente, a las empresas y al trabajo» en un contexto en el que también enfrentaba una caída de la recaudación y una crisis de deuda.

«Hemos ido aumentado en los últimos meses la porción de deuda en pesos, pero no alcanza. Por eso se recurrió al financiamiento del Banco Central», afirmó Guzmán.

Respecto de los efectos de emisión monetaria sobre el tipo de cambio, el ministro dijo que «obviamente esto puso presiones sobre la brecha cambiaria» con las cotizaciones de dólar alternativas, aunque destacó que hoy el Gobierno cuenta con «un poder de fuego distinto para intervenir y controlar esa brecha».

«Vamos a ejecutar políticas en pos de dejar esa brecha en una situación de estabilidad, por ahora», afirmó Guzmán.

Esto se debe a que, a partir de la reestructuración de la deuda de legislación local y extranjera, el Banco Central y la Anses dispondrán en su cartera de unos US$ 15.000 en nuevos bonos que podrán liquidar en el mercado para morigerar las fluctuaciones del dólar.

Aún así, Guzmán afirmó que «el objetivo es que el horizonte se logre reducir la brecha y llevarla a cero», y que «para eso necesitamos ir juntando reservas y eso no se consigue en lo inmediato».

El ministro de Economía, Martín Guzmán dijo hoy que el Gobierno solo tiene «la intención de refinanciar su deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y no busca pedir más dinero prestado».

Guzmán habló en una transmisión por internet con el profesor de la Universidad de Columbia, Joseph Stiglitz, y dijo que el objetivo al que apunta en el Gobierno en las negociaciones con el FMI es el de «reemplazar el programa que Argentina y el FMI firmaron en 2018, y que no funcionó, por uno que funcione», informó la agencia Bloomberg.

«Esperamos tener negociaciones basadas en la responsabilidad y en el entendimiento de cuál es la situación de Argentina hoy», añadió.

El ministro participó en una conferencia del Foro Europeo Alpbach, una organización de discusiones sobre temas políticos y económicos que todos los años realiza un foro de debate en ese pequeño pueblo alpino de Austria.

Guzmán destacó el «papel positivo» del FMI, en el proceso de renegociación de la deuda pública argentina finalizado en agosto y destacó que el organismo jugará un rol importante en «la evaluación de la sostenibilidad» de la deuda de países en situaciones similares.

«Para nosotros, restaurar la sostenibilidad era fundamental y sostenibilidad significa que queríamos redefinir nuestros compromisos de deuda de una manera que fuera coherente con una economía que pudiera recuperarse y sostener esa recuperación en el tiempo», puntualizó el ministro.

El jefe del Palacio de Hacienda puntualizó que «habría sido de muy poco valor hacer una promesa que luego no podríamos cumplir».

«Por eso, las negociaciones fueron duras en este punto. La sostenibilidad también es importante para los acreedores porque si el país no tiene la capacidad para pagar, el valor de los bonos también es muy bajo y refleja el hecho de que el país no puede pagar», completó.

Estamos prácticamente duplicando lo que era ese gasto en el Presupuesto del 2019. Esa partida tiene un rol fundamental para la recuperación en un contexto en el cual hay mucha capacidad ociosa», sostuvo el ministro de Economía en diálogo con los periodistas acreditados de Casa de Gobierno al término del acto en el Museo del Bicentenario.

El ministro de Economía, Martín Guzmán, aseguró este lunes que el acuerdo con los bonistas privados favorece «un horizonte financiero despejado» que va permitirle al país «tener otra posibilidad para la implementación de sus políticas públicas», enfocadas en la «recuperación económica».

En ese sentido, dijo que el Gobierno apuesta a impulsar esas políticas a partir de «un aumento sustancial de la participación del gasto capital en el Presupuesto y que va a estar por encima del 2% del PBI».

Sostuvo que el acuerdo alcanzado «nos permite restaurar la sostenibilidad» y dar un paso más para «tranquilizar la economía» y consideró que la apuesta oficial es generar «más trabajo» de forma «persistente», aunque aclaró que ese escenario «va a llevar tiempo» porque «requiere de un manejo macroeconómico consistente».

Consultado por posibles nuevas restricciones en la compra de dólares, respondió que la «dirección» del Gobierno es «normalizar» y «no tomar medidas que sean más bien defensivas» y completó: «Teníamos claro desde el día uno que se requiere tiempo para ir normalizando la economía y para ir generando un esquema de regulaciones de la cuenta capital distinta. Va a llevar tiempo porque requiere que vayamos juntando reservas. pero esa es la dirección en la que buscamos ir».

«Nosotros apuntamos en lo que viene a implementar un esquema de políticas macroeconómicas en pos del a recuperación, al mismo tiempo que vamos generando las condiciones para que el país eleve sus niveles de exportaciones, que es necesario para que la recuperación no sea de un recorrido corto y se pueda sostener en el tiempo», agregó.

Sobre las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que comenzaron formalmente la semana pasada con el contacto telefónico entre el presidente Alberto Fernández y la directora ejecutiva del organismo, Kristalina Georgieva, el funcionario nacional vaticinó que llevarán «alrededor de seis meses» y sentenció que «va a ser difícil que el acuerdo esté antes de marzo».

El Presidente y el ministro anunciaron formalmente este lunes el cierre del canje, en un acto realizado en el Museo del Bicentenario, junto a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y la mayoría de los gobernadores, con excepción de Juan Schiaretti (Córdoba), Alicia Kirchner (Santa Cruz) y Gustavo Melella (Tierra del Fuego), quienes participaron de forma virtual.

Además, según confiaron a Télam fuentes oficiales, antes y después del acto hubo reuniones informales en el despacho del ministro del Interior, Eduardo De Pedro, y que tuvieron al Presidente y a la Vicepresidenta como protagonistas.

La postal se repitió una vez finalizada la presentación en el Museo, esta vez con la excepción del presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa.

En ambos encuentros participaron también el gobernador bonarense, Axel Kicillof; el ministro De Pedro y el titular del bloque del Frente de Todos en Diputados, Máximo Kirchner.

Además, De Pedro y la gobernadora de Río Negro, Arabella Carreras, conversaron en el Museo del Bicentenario y comprometieron una asistencia de 125 millones de pesos en Aportes del Tesoro Nacional (ATN) para asistir a los municipios de esa provincia más castigados por el avance del coronavirus.

La fecha límite para el ingreso a la operación es el próximo viernes 28, a las 17 (hora argentina,18 hora Nueva York). Los acreedores del país tendrán acreditado en sus cuentas la realización del canje el próximo 4 de septiembre.

El canje de bonos emitidos bajo ley extranjera entra en la recta final, ya que la fecha límite para el ingreso a la operación es el próximo viernes 28, a las 17 (hora argentina,18 hora Nueva York).

El gobierno de Alberto Fernández elevó finalmente el lunes último la oferta final de reestructuración de la deuda por 63.500 millones de dólares a la comisión de Valores de los Estados Unidos (SEC), con las enmiendas y cambios introducidos luego del acuerdo alcanzado entre Ia Argentina y los principales grupos de acreedores el pasado 4 de agosto.

Los acreedores del país tendrán acreditado en su cuentas la realización del canje el próximo 4 de septiembre.

El apoyo

Los principales grupos de bonistas confirmaron su apoyo al canje, luego de que la Argentina formalizó su oferta ante la SEC. Aquí se encuentran los fondos de inversión que resultaron mas duros en las negociaciones Como BlackRock, Monarch, Ashmore y Fidelity, entre otros.

«Tras un compromiso constructivo y exitoso con el Gobierno argentino para llegar a un acuerdo», señalaron los fondos, «confirmamos nuestro apoyo a la oferta enmendada hoy (por el lunes último) por la República Argentina».

Para los fondos de inversión el pacto se cerró con un valor de deuda de 54,9 cada 100 dólares de deuda nominal, en términos de valor presente neto.

«Nuestros miembros se comprometieron en una etapa temprana a ingresar con 5.000 millones de dólares, para el lunes 24 de agosto, en conexión con la propuesta argentina modificada», precisó el viernesel comité de acreedores Ad Hoc que reúne a la mayoría de los tenedores de bonos del canje de deuda de 2005 y 2010.

La oferta argentina modificada es una resolución de consenso que ofrece un resultado beneficioso para todos los participantes, y es una oferta que todos los acreedores deberían aceptar”

Este grupo en particular confirmó a través de un comunicado el ingreso de 3.700 millones de dólares de bonos del canje 2005 y 2010, y de otros 1.100 millones de dólares de bonos globales para el lunes, para gozar de todos los beneficios de la oferta, que incluyen un bono contemplando los intereses corridos hasta la fecha del canje.

Al mismo tiempo, alentaron a todos los bonistas a un pronto ingreso para gozar de dichos beneficios de los intereses corridos. «Urgimos a todos los acreedores a unirnos en participar en a reestructuración de la deuda externa argentina».

Y agregaron: «La oferta argentina modificada es una resolución de consenso que ofrece un resultado beneficioso para todos los participantes, y es una oferta que todos los acreedores deberían aceptar».

También precisaron que aquellos que acepten la oferta antes del cierre del 28, serán «elegibles de recibir una consideración adicional en la cuenta de los intereses corridos, y tendrán una mejor posibilidad de seleccionar los bonos recibidos», como resultado del acuerdo alcanzado entre los principales grupos de bonistas y el equipo económico argentino.

En cambio, aquellos que no consientan a la oferta no tendrán luego estos beneficios adicionales, advirtieron.

Es decir, si el canje resulta exitoso y logra las mayorías necesarias para arrastrar al resto de los acreedores, quienes resulten forzados a ingresar por arrastre no gozarán de los beneficios de los intereses corridos ni de seleccionar los bonos elegibles.

En el Gobierno se mantienen en reserva hasta dar a conocer oficialmente los resultados de la operación, pero adelantaron que esperan la activación de las cláusulas de acción colectiva para obligar a los holdouts a ingresar al canje.

Los puntos clave de la negociación

Antes de cerrar el acuerdo, las partes negociaron puntos legales que terminaron por perfeccionar contratos standard de deuda, que se utilizaran de aquí en más.

Específicamente se impusieron límites a los gobiernos en cuanto a la reasignación de los bonos posterior al canje y a la estrategia conocida como Pacman, que tuvieron consenso en la comunidad internacional tanto del G24 y de los mercados (EMTA).

El acuerdo incorporó el concepto novedoso de sustentabilidad en materia de reestructuraciones de deuda, y la oferta Argentina logró mantener esa premisa inicial en las negociaciones.

En este sentido, el FMI tuvo un rol clave al avalar durante el proceso de negociaciones la medición de sustentabilidad y materializarla con números concretos, inicialmente muy duros para los oídos de los acreedores: el país necesitaba un «alivio sustancial» de entre 50.000 a 80.000 millones de dólares.

Así fue como la Argentina pasó a ser considerada de padecer un problema de solvencia y no de liquidez, como sostenían los acreedores inicialmente. La irrupción de la pandemia empeoró todo, para la Argentina y para el mundo, donde una lista larga de países afronta problemas de crisis de deuda, entre ellos Ecuador.

Finalmente, con esta operación el país alcanzaría una menor carga de deuda por 42.500 millones de dólares en los próximos cinco años, precisó el ministro de Economía, Martín Guzmán, cuando dio los detalles del acuerdo alcanzado con los acreedores.

Este cálculo se obtuvo computando también el resultado del canje de deuda en dólares bajo ley local, operación que abrió el martes último y que estará abierto hasta el 15 de septiembre.

Por último, en cuanto al alivio en el pago de los intereses, se redujo la carga desde 7 dólares a la mitad, por cada 100 de valor nominal de deuda.

Nahuel Guzmán, figura de Tigres UANL, de México, indicó que contrajo coronavirus por estar mal descansado y con las defensas bajas.

“Creo que influye mucho el cómo te agarra el Covid-19, con las defensas bajas, cansado y estresado, esto lo digo por mi experiencia personal. Hay muchos casos donde en una misma familia hay un contagiado y otros no», analizó el arquero surgido de Newell’s Old Boys.

Guzmán, de 34 años y quien también atajó en Independiente Rivadavia, de Mendoza, agregó: «A mi me agarró mal descansado después de unos viajes, después de unos partidos, tal vez un poco de estrés por el inicio del campeonato y ahí creo que me golpeó. Pero bueno, ya está, ahora a recuperarse y volver mejor”.

«El Patón» Guzmán, quien atraviesa un período de cuarentena que ya lleva 10 días, hizo un llamado a la gente para que se cuide y no tome a broma la pandemia.

“Ya estoy bien, pero hay que cuidarse y no tomarse esto en joda», concluyó Guzmán, quien es reemplazado durante su cuarentena por Gustavo Galindo en el arco de Tigres UANL, equipo en el que juega otro argentino, Guido Pizarro, ex Lanús, señaló Télam.

Se trata de los grupos Ad Hoc y Bonistas del Canje (Exchange Bonholders), que habían mostrado un perfil menos dialoguista durante el proceso de negociación con el país pero que, finalmente, se sumaron a un acuerdo conjunto con el país a principios de mes.

Los dos principales grupos de acreedores privados de deuda con legislación extranjera de la Argentina firmaron este lunes un comunicado conjunto en el expresaron su apoyo a la oferta modificada que el Gobierno nacional presentó ante la Comisión de Valores de los Estados Unidos (SEC).

“Tras un compromiso constructivo y exitoso con el gobierno argentino para llegar a un acuerdo para la reestructuración de la deuda pendiente de Argentina, el Grupo Ad Hoc de tenedores de bonos argentinos y el Grupo Exchange Bondholders confirmamos nuestro apoyo a la oferta modificada anunciada este lunes por la República Argentina”, señalaron ambos grupos en un escueto comunicado conjunto.

Entre los fondos de inversión que forman parte de Ad Hoc están BlackRock, Ashmore y Fidelity, mientras que en el Exchange participan Monarch y HBK, entre otros, quienes aseguraron tener el 32% de los bonos a reestructurar por un total de US$ 21.000 millones, según manifestaron ambos grupos en comunicados conjuntos durante la negociación.

“Como inversionistas a largo plazo en Argentina, nuestro objetivo siempre ha sido lograr una reestructuración consensuada que ofrezca la mejor oportunidad para que el país forje un camino sostenible hacia un futuro económico más fuerte y un crecimiento inclusivo en el mundo post-Covid”.

La oferta presentada este lunes ante la SEC significó el último paso luego de una extensa negociación con el Gobierno nacional, y que en los últimos días se concentró en definir los detalles legales y mecanismos de pago que regirán a los nuevos títulos que, se espera, se emitan el 4 de septiembre.