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«La tarea para la que nos votaron es para mejorar la calidad de vida de la gente», advirtió el jefe del bloque de diputados del Frente de Todos. Todos somos responsables y todos tenemos que sacar esto adelante», convocó, al analizar los resultados electorales.

El jefe del bloque de diputados del Frente de Todos, Máximo Kirchner, afirmó que los cambios de gabinete fueron decididos por el presidente Alberto Fernández. “Es una persona inteligente, con experiencia y vamos a hacer las cosas de la mejor manera posible. La tarea para la que nos votaron es para mejorar la calidad de vida de la gente», señaló el dirigente en diálogo con Radio del Plata.

«¿Podemos ser tan tontos de creer que la sociedad se ha equivocado? Después de esta pandemia, ¿quién puede estar contento después de todo lo que nos tocó vivir? Hay que entender lo que sucedió», reflexionó en referencia al resultado adverso en las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias del domingo 12 de septiembre pasado. Y agregó: «Las autoridades se construyen con gestión, no con nombres. Hay que estar atentos a las demandas sociales».

«El tema de los nombres, y de qué cambios son suficientes o no, lo decide Alberto como decidió el gabinete del 10 de diciembre de 2019 en adelante. Eso está claro e incluso Cristina lo dice en una parte de su carta», resaltó, en referencia al texto difundido por la vicepresidenta Cristina Fernández.

«Era una elección muy compleja en una realidad muy difícil para todos los argentinos y argentinas. Una realidad que nadie tenía en el menú el día que terminó el gobierno, el 10 de diciembre del 2019. Fue muy difícil para todos los argentinos y argentinas atravesar esta pandemia, las restricciones que hubo que tomar para evitar los contagios», advirtió Kirchner.

Según señaló el diputado nacional, “las propias restricciones iniciales para tratar de construir en tiempo necesario para fortalecer un sistema sanitario de ruido, que lo único que había hecho desde fines del 2015 era decrecer en la capacidad de atención a las y los argentinos».

«Hubo que construir tiempo, tomar medidas muchas veces que fueron tergiversadas desde los medios y sumado a eso, a la lejanía propia entre argentinos y argentinas. Tanto el Gobierno Nacional como el de las provincias han hecho un esfuerzo enorme para tratar que la cantidad de fallecimientos y contagios fuera la menor posible», resaltó.

«Fue muy complejo. Esa realidad se expresó de esa manera en las urnas, donde creo que tuvo un peso específico muy grande también esa suerte de enojo transversal con esa realidad que nos tocó vivir», admitió el dirigente.

«Hay muchos argentinos y argentinas que perdieron a sus seres queridos, fue todo muy doloroso y aún así se pudieron conseguir los elementos, las vacunas. Por ahí poner un número a una situación que se desconocía fue un error, para decir claramente. Cuando uno mira la cantidad de fallecimientos que hubo en la Argentina es muy duro. Aún así, imagínese si no se hubieran tomado todas esas medidas lo que podía haber sucedido. Se trató de hacer de la mejor manera posible», destacó Kirchner.

Y enumeró: “Nos encontramos en una situación que nadie esperaba. Hubo que imaginar diferentes vínculos económicos para que la sociedad pudiera soportar esta situación de la mejor manera; ATP, IFE. Hemos tratado de trabajar constantemente como hicimos desde el Congreso, el Aporte Solidario, como se hizo con tantas leyes que salieron del Congreso para tratar de mejorar la vida de los argentinos.”

En referencia al rol de Juntos para el Cambio, consideró que “empezó prudentemente la oposición y después se tentó, no pudo controlar la tentación de ver qué rédito político podía sacar en una situación desconocida y compleja».

«Hubo un sector que antes de votar en contra de este gobierno, decidió no hacerlo porque conoce las consecuencias de lo que fue el macrismo. Está claro que el macrismo no genera ningún tipo de esperanzas de mejora en la calidad de vida de la mayoría del pueblo, fue un voto más prusiano, más ideológico que fue a expresarse», analizó sobre los resultados electorales. «Es un electorado que a partir del 2013 en adelante también ha ido tomando conciencia de lo que quiere y no nos podemos enojar porque ha tomado conciencia de lo que quiere, sino que tenemos que ponernos a trabajar hacia adelante para interpretarlos», convocó.

Las tarifas

Respecto al debate sobre las tarifas, analizó la postura del oficialismo. «Parte de la discusión y el debate que se debe la Argentina en términos generales y nosotros como fuerza política, nosotros, el propio Presidente y gobernadores han entendido que las tarifas no aumenten en términos que proponía el sistema. Es una discusión en el sistema, se expresa de diferentes maneras, nosotros tratamos y entendimos en aquella discusión por tarifas que se tenía que tomar en cuenta como estaba la realidad de los y las argentinas», resaltó.

Sobre las discusiones posteriores a las elecciones, puntualizó que «Cristina Kirchner siempre ha estado absolutamente a favor de las instituciones y lo ha demostrado. Recordemos que estamos ante una persona que se ha presentado tres veces en una fórmula presidencial. Dos como Presidente y una como Vicepresidente y ha ganado las tres. Hay una suerte de desprecio del sistema político mediático sobre la figura de Cristina que obviamente no sucede en las generalidades de la gente».

«Cristina Kirchner siempre ha estado absolutamente a favor de las instituciones y lo ha demostrado».

«Nadie se excluye de las responsabilidades del ahora. Todos somos responsables y todos tenemos que sacar esto adelante. Uno ve que el Presidente ha tomado las decisiones, que tenemos compañeros y compañeras nuevas al frente de diferentes lugares. Habrá que acompañarlo. Y estar al pie de esta batalla que es sacar a la Argentina adelante, más allá de la cuestión electoral, hay que ayudar en todo lo que haya que ayudar, que de eso se trata”, dijo.

«Creo que vamos a salir adelante y es peldaño por peldaño. No hay un día que nos levantemos y hay un milagro. Por eso recordaba la derrota de 2009. La gestión de un Estado fortalece a cualquier gobierno», concluyó.

El diputado nacional Máximo Kirchner lamentó que desde los medios de comunicación se le exija al presidente Alberto Fernández «lo que nunca se le exigió a Mauricio Macri», a la vez que condenó la «mezquindad» de la postura de Juntos por el Cambio frente a la pandemia de coronavirus.

«Se nota mucho”, sostuvo el legislador al encabezar la presentación de la Escuela de Gobierno 2021 del Frente Nacional Peronista, en el marco de la apertura del ciclo lectivo realizada vía Zoom, en la cual estuvo acompañado del intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde; y del diputado provincial y fundador del espacio, Julio Pereyra.

El dirigente puso de relieve que “el Gobierno está frente a un acoso mediático constante» en el que «cualquier medida es atacada, ya que quienes defendían una cosa hace unos días ahora dicen lo contrario».

«No hay cohesión, sólo se busca esmerilar y hacer daño. Lamentablemente, no han procesado de buena manera la derrota electoral del 2019. Y es una pena para todos”, opinó. Y consideró también que «la mezquindad que se ha visto en el reciente comunicado de Juntos por el Cambio no sorprende», en alusión a la última declaración opositora contras las medidas de restricción para mitigar la pandemia de coronavirus.

También enfatizó que «los dirigentes de la oposición podrían visitar las terapias intensivas para no ser tan crueles” y aseveró que «esta pandemia ha demostrado que necesitamos generar una soberanía productiva”. “No podemos estimular los agobios en una sociedad agobiada. Esta situación nos ha puesto en los límites. Vamos a tener que sacar fuerza y tener mucha voluntad, conducta y disciplina. Es un tirón más para vacunar a quienes están en situación de riesgo. Es un esfuerzo más”, subrayó.

Para Kirchner, «hay que traer cordura donde la oposición ofrece locura. Hay que ser firmes, estar enteros y entender que cuando la sociedad elige a sus gobernantes los elige para que tomen las decisiones que tienen que tomar, digan lo que digan los medios de comunicación”

En el Día de la Memoria, Cristina Kirchner encabezó este miércoles un acto en la localidad bonaerense de Las Flores para formalizar la apertura de un Espacio de la Memoria en la ex Brigada de Investigaciones del lugar. En su discurso -y sin nombrarla- criticó a la dirigente de Pro, Patricia Bullrich, y la comparó con un personaje de una película infantil.

“A esos que se declaran del mundo libre y republicano, que los 4 de Julio van a la embajada a festejar la independencia. La de Estados Unidos, claro. Alguna vestida de vaquera, inclusive. Parece Jessie, la de Toy Story 4. Pero no, Jessie es mucho más simpática. La tiene mi nieta y nada que ver. Es un mamarracho al lado. Aparte Jessie es la original, que es la ventaja”, dijo la vicepresidenta.

La ex primera mandataria hizo referencia a una foto que circuló de Bullrich cuando era ministra de Seguridad durante la gestión de Cambiemos, donde había participado de la celebración que ofreció el entonces embajador de los Estados Unidos, Edward Prado, por el 243 aniversario de la independencia de su país.

“Ya lo decía [Fiódor] Dostoievski: ‘Pinta tu aldea y serás universal’. Disfrazarnos de vaqueros a nosotros no nos queda bien. Somos otra cosa”, agregó Cristina Kirchner.

Sin embargo, la presidenta de Pro tomó su crítica y le respondió también con una película. “Vamos a hacer una especie de comparación. Si yo soy Jessie, la vaquera de Toy Story que también tienen mis nietos, ella es Maléfica, la Emperatriz del Mal. Podemos hacer un juego de personajes”, lanzó anoche en diálogo con TN Central.

“Aparte la voy a corregir. Yo ese día estaba vestida de gaucha, no de vaquera. Pero no importa”, concluyó.

Cristina Fernández de Kirchner participó esta tarde de un acto en la ciudad bonaerense de las Flores junto al gobernador Axel Kicillof con motivo del Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia. La Vicepresidenta aprovechó la ocasión para pedir apoyo a la oposición de cara a la negociación por la restructuración de la deuda con el FMI. Sin embargo, también lanzó fuertes críticas, ya que no solo la responsabilizó por el endeudamiento sino que la emparentó con el golpe militar de 1976.

En ocasión de la fecha emblemática, Cristina Fernández de Kirchner analizó una cuestión que «tal vez no se aborda demasiado porque fue tal el dolor de las muertes, torturas y exilios que no pasa advertido: necesitaron de las desapariciones para imponer un modelo económico». En este sentido, consideró que fue lo «verdaderamente profundo y definitivo» que abordó la dictadura de ese entonces.

En este sentido, Cristina Fernández de Kirchner explicó que si bien el foco internacional estuvo en la violación a los Derechos Humanos, «lo que realmente se modificó en la Argentina fue una matriz de producción económica y el sentido común de los argentinos». Rescató que hasta ese entonces era un país en el que había ascenso social y que hasta ese entonces no había discusiones relativas «al dólar o la restricción externa, era una Argentina de producción y trabajo».

Además, Cristina Fernández de Kirchner destacó que tanto los juicios realizados durante el gobierno de Raúl Alfonsín como «las políticas de memoria verdad y justicia» de su gobierno castigaron a quienes violaron Derechos Humanos. Pero que a los que «instigaron, apoyaron y empujaron nunca les pasó nada. Es más, cuando terminó la dictadura eran más ricos».

En este punto se refirió a Mauricio Macri. Sin nombrarlo, pero en una alusión obvia. Sostuvo que en Argentina hubo «un presidente cuya familia tuvo la suerte de que la deuda millonaria que habían contraído durante la dictadura la terminaron estatizando».

Pero no fue el único dardo que lanzó a la oposición. La vicepresidenta emparentó a quienes ganaron las elecciones de 2015 con quienes apoyaron el golpe de 1976. Sostuvo que la dictadura generó una deuda externa de U$S 40.000 millones «y que los que los habían instigado llegaron al gobierno por primera vez con el voto popular y generaron más deuda aún que la que se había hecho en aquella etapa».

Por otro lado, apuntó también a Estados Unidos. Se refirió a que el Departamento de Estado sabía que se produciría el golpe y que fue complaciente. Además, agregó que durante la Guerra de Malvinas «estuvieron del lado del enemigo y, por si fuera poco, fueron centrales para que el FMI violara todos los artículos de su estatuto» para dar el préstamo a la Argentina.

Por eso es que preguntó de forma recíproca «¿no podríamos pedir con dulzura y cariño que nos hagan algún gestito?» en relación a la restructuración de la deuda. Aseguró que «no estamos diciendo de no pagar» y destacó cómo se pagó durante su gestión. Sin embargo, planteó que no es una cuestión subjetiva que «no podemos pagar porque no tenemos plata para hacerlo».

Sobre este punto, consideró que la oposición debería colaborar «e insistir para que nos den más plazo y mucha menor tasa de interés que la que el FMI quiere aplicar a la restructuración», ya que fueron quienes pidieron el financiamiento.

Finalmente, luego de las críticas esgrimidas, hizo un llamado a la construcción de consensos básicos entre la dirigencia política. Planteó la necesidad de que todos los argentinos, «más allá de posicionamientos ideológicos legítimos, seamos capaces de articular desde los partidos políticos un acuerdo mínimo frente a cuestiones estructurales, como el endeudamiento externo y la economía bimonetaria. Si no, va a ser muy difícil gobernar la Argentina».

Fuente: El Cronista

La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner destacó hoy el hecho de que «con las únicas vacunas» que cuenta hoy Argentina «son rusas y chinas», agregó que no tiene ni ella ni tuvo el expresidente Néstor Kirchner «anteojeras económicas» y que «nunca» confundieron sus «preferencias personales con los intereses nacionales», al hacer mención a sus viajes a Estados Unidos de vacaciones, durante un acto en Las Flores por el Día de la Memoria.

También Fernández de Kirchner dejó clara la voluntad de pagar la deuda externa y remarcó que el Frente de Todos es «el único espacio político que nunca endeudó a la Argentina y pagó las deudas de todos los otros gobiernos».

La ex Brigada de Investigaciones, donde se inaugura el Espacio, funcionó como un centro clandestino de detención durante los años del gobierno militar.

En ese contexto, remarcó la responsabildidad no solo de los gobernantes sino también de la oposición de «apoyar al Gobierno en sus negociaciones con el Fondo Monetario Internacional».

Del acto participaron también el diputado nacional Máximo Kirchner y el secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla Corti, entre otros.

Además, estuvo en el lugar Gladis D’Alessandro, esposa del detenido-desaparecido Carlos Labollita, amigo de Néstor Kirchner y Cristina Fernández.

La vicepresidenta remarcó que el Frente de Todos es "el único espacio político que nunca endeudó a la Argentina.

La ex Brigada de Investigaciones de Las Flores, en el centro provincia de Buenos Aires, funcionó como un centro clandestino de detención durante los años del gobierno militar que se inició en el golpe del 24 de marzo 1976.

El consejo directivo de la CGT colocará el martes un busto del expresidente Néstor Kirchner, de cuya muerte se cumplirá una década, en el hall central de la sede obrera, confirmaron esta noche las fuentes gremiales que participarán en el acto de homenaje.

La convocatoria de la conducción nacional cegetista fue formulada para las 11.40 de mañana en el histórico edificio de Azopardo 802, y participará el consejo directivo que colideran Héctor Daer (sanidad) y Carlos Acuña (estaciones de servicio).

La central obrera no había determinado esta noche quiénes hablarán en el acto, que respetará de forma estricta los protocolos de aislamiento por la pandemia de coronavirus.

Como todos y todas saben, no concurro a actividades públicas u homenajes que tengan que ver con aquel 27 de octubre. Tal vez sea un mecanismo inconsciente de no aceptación ante lo irreversible. No sé… Ya saben que la psicología no es mi fuerte. Pero además resulta que mañana también se cumple un año del triunfo electoral del Frente de Todos. ¿Qué increíble, no? Que la elección presidencial en la que volvimos a ganar haya coincidido justo con el 27 de octubre. Licencias que se toma la historia.

Cuando Néstor asumió la presidencia en el 2003, el país había sufrido, dos años antes, una crisis sin precedentes hasta ese momento. Todavía recuerdo aquella magnífica entrevista que Torcuato Di Tella le hiciera y que se publicó como libro bajo el título “Después del derrumbe”. Perfecta metáfora. El 10 de diciembre de 2019 a la Argentina otra vez la habían derrumbado, pero nadie esperaba, ni siquiera podía imaginar, lo que iba a venir apenas unos meses después.

El freno a la economía y la incertidumbre generalizada sobre que va a pasar con nuestra vida son agobiantes. No esta explicado en ningún libro ni hay teoría que lo resuelva. No hay soluciones. Es permanente ensayo y error. O mejor dicho: brote, contagio y volver otra vez para atrás. Aquí y en todas partes. Así y todo el tiempo. Sin embargo, aún en este marco de incertidumbre por la pandemia global y a casi un año de gobierno, sí podemos llegar a algunas certezas, al menos en el campo de la política.

Primera certeza

Durante mucho tiempo se sostuvo que uno de los problemas centrales durante mis dos mandatos como presidenta eran las formas: “no escucha”, “es confrontativa”, “no dialoga”, “no habla con los periodistas, “no responde preguntas”. Aún recuerdo un programa de televisión que armó un “coro de periodistas” que gritaban “queremos preguntar”. Por supuesto, nunca creí que ese fuera el problema. Como dice Máximo y conté en Sinceramente: “¿Y vos que creías? ¿Qué lo de las AFJP, las retenciones, YPF, paritarias libres y juicios de lesa humanidad eran gratis?”.

Sin embargo, no pocos dirigentes en el peronismo pensaban que efectivamente el problema eran las formas y no el fondo. Es más, muchos también le agregaban las cadenas nacionales y las características de mi retórica (por decirlo de un modo elegante). Y la verdad es que ese fue también uno de los motivos que culminó en mi decisión del 18 de mayo de 2019. Es que en política no solamente es lo que uno cree, sino lo que ve e interpreta el conjunto. Y resultaba esencial la construcción de un gran frente político y social que permitiera ganar las elecciones presidenciales con la convicción de que un nuevo mandato del macrismo arrasaría definitivamente con la posibilidad de un modelo de desarrollo argentino con inclusión social y razonable autonomía.

El 10 de diciembre de 2019 asumió como presidente de todos los argentinos y todas las argentinas Alberto Fernández. Fue Jefe de Gabinete durante toda la gestión de Néstor y durante los primeros meses de mi primer mandato. Luego la historia es conocida por todos y todas: se fue del gobierno y se convirtió en un duro crítico de mi gestión. Justo es decirlo, no fue el único. Sin embargo, la experiencia macrista en el gobierno y la relación de fuerzas que surgió en el peronismo luego de las elecciones parlamentarias del 2017, nos impuso la responsabilidad histórica, a quienes expresábamos la voluntad popular, de generar las condiciones para que el 10 de diciembre de 2019 alumbrara un nuevo Gobierno.

Sus características personales y su experiencia política al lado de Néstor, signadas por el diálogo con distintos sectores, por la búsqueda de consensos, por su íntimo y auténtico compromiso con el Estado de Derecho -tan vulnerado durante el macrismo-, su contacto permanente con los medios de comunicación cualquiera fuera la orientación de los mismos y finalmente su articulación con todos y cada uno de los sectores del peronismo que, dividido, nos había llevado a la derrota electoral; determinaron que junto a mí, como vicepresidenta, encabezara la fórmula del Frente de Todos que triunfó en las elecciones del 27 de Octubre, hace exactamente un año.

Así, en diciembre del año pasado asumimos después de cuatro años de gobierno de Mauricio Macri y nos encontramos otra vez con un nuevo derrumbe. Cuatro años en los que se volvió a endeudar al país a límites insostenibles, con el retorno del FMI a la Argentina que le sumó a la deuda de los privados 44 mil millones de dólares más. Cuatro años de tarifazos impagables en los servicios públicos, cierre masivo de PyMES, pérdida del salario y jubilaciones, etc, etc, etc. Todo ello resultado de aplicar las políticas públicas que los factores de poder económico y mediático reclamaron durante los 12 años y medio de nuestros gobiernos y que se comprobó, luego de Macri, sólo conducen al desastre generalizado. Pero lo peor estaba por venir: en los primeros meses del 2020 devino un hecho inédito, impensado e inimaginable. Ni siquiera fue un cisne negro, sino una pandemia incontrolable que no tendrá cauce -como lo comprobamos a diario en todo el planeta- hasta el surgimiento de una vacuna o de un tratamiento.

En este marco de derrumbe macrista más pandemia, quienes idearon, impulsaron y apoyaron aquellas políticas, hoy maltratan a un Presidente que, más allá de funcionarios o funcionarias que no funcionan y más allá de aciertos o desaciertos, no tiene ninguno de los “defectos” que me atribuían y que según no pocos, eran los problemas centrales de mi gestión. El punto culmine de ese maltrato permanente y sistemático, se produjo hace pocos días en un famoso encuentro empresario autodenominado como lugar de ideas, en el que mientras el Presidente de la Nación hacía uso de la palabra, los empresarios concurrentes lo agredían en simultáneo y le reprochaban, entre otras cosas, lo mucho que hablaba.

Primera certeza: Castigan al Presidente como si tuviera las mismas formas que tanto me criticaron durante años. A esta altura ya resulta inocultable que, en realidad, el problema nunca fueron las formas. En realidad, lo que no aceptan es que el peronismo volvió al gobierno y que la apuesta política y mediática de un gobierno de empresarios con Mauricio Macri a la cabeza, fracasó. Es notable, sobre todo en el empresariado argentino, el prejuicio antiperonista. Notable y además inentendible si uno mira los resultados de los balances de esas empresas durante la gestión de los gobiernos peronistas o kirchneristas -como más les guste-. Este prejuicio no encuentra explicación ni desde la política, ni desde la economía, y a esta altura me permito decir que ni siquiera desde la psicología… aunque ya les advertí que de eso no sé. Pero no quedan dudas que esta actitud incomprensible ha sido y es una de las dificultades más grandes para encauzar definitivamente a la Argentina.

Segunda certeza

Como se han quedado sin la excusa de las formas, tuvieron que pasar a un segundo guión: “Alberto no gobierna”, “la que decide todo es Cristina”, “rencorosa” y “vengativa”, que sólo quiere solucionar sus “problemas judiciales”.

Debo reconocer que son poco creativos. El relato del “Presidente títere” lo utilizaron con Néstor respecto de Duhalde, conmigo respecto de Néstor y, ahora, con Alberto respecto de mí. Después de haber desempeñado la primera magistratura durante 2 períodos consecutivos y de haber acompañado a Néstor durante los 4 años y medio de su presidencia, si algo tengo claro es que el sistema de decisión en el Poder Ejecutivo hace imposible que no sea el Presidente el que tome las decisiones de gobierno. Es el que saca, pone o mantiene funcionarios. Es el que fija las políticas públicas. Podrá gustarte o no quien esté en la Casa Rosada. Puede ser Menem, De La Rúa, Duhalde o Kirchner. Pero no es fácticamente posible que prime la opinión de cualquier otra persona que no sea la del Presidente a la hora de las decisiones.

En cuanto a lo de “rencorosa” y “vengativa”. A nosotros nunca nos movió el rencor ni la venganza. Al contrario, la responsabilidad histórica y el deber político para con el pueblo y la Patria guiaron todas y cada una de nuestras decisiones y acciones. No hay demostración más cabal de ello que haber decidido con el volumen de nuestra representación popular, resignar la primera magistratura para construir un frente político con quienes no sólo criticaron duramente nuestros años de gestión sino que hasta prometieron cárcel a los kirchneristas en actos públicos o escribieron y publicaron libros en mi contra. Deberán esforzarse mucho para encontrar en la historia argentina ejemplos similares.

Por último, eso de que “sólo quiere solucionar sus problemas judiciales” (SIC), a esta altura ya resulta inaceptable. Lo único que queremos es el correcto funcionamiento de las instituciones y que se garantice la aplicación de la Constitución Nacional y la ley a todos y todas por igual, sin doble vara ni privilegios. Resulta insoslayable señalar que utilizan el eufemismo “problemas judiciales” para ocultar lo que hicieron en Argentina y en la región con el Estado de Derecho: se lo llevaron puesto para proscribir a los líderes populares. Con la articulación de sectores del Poder Judicial, los medios de comunicación hegemónicos y distintas agencias del Estado, durante el gobierno macrista se perpetró una persecución sin precedentes contra mi persona, mi familia y contra muchos dirigentes de nuestro espacio político. De ello hoy dan cuenta las escandalosas revelaciones y el hallazgo de pruebas a la luz del día, acerca de las conductas de periodistas, fiscales, jueces, agentes de inteligencia, dirigentes políticos y hasta del mismísimo Presidente Macri involucrado personalmente en los mecanismos de espionaje, extorsión y persecución.

Sin ir más lejos, miren Bolivia. Nada menos que la OEA dirigió un Golpe de Estado diciendo que había habido fraude en las elecciones presidenciales del año pasado. El resultado de las recientes elecciones en ese país hermano, me eximen de mayores comentarios. Y después dicen que el Lawfare no existe.

Segunda certeza: en la Argentina el que decide es el Presidente. Puede gustarte o no lo que decida, pero el que decide es él. Que nadie te quiera convencer de lo contrario. Si alguien intentara hacerlo, preguntale que intereses lo o la mueven.

Tercera certeza

Cuando terminé mi gestión el 10 de diciembre de 2015 la Argentina estaba desendeudada, el FMI al que le debíamos desde el año 1957 era sólo un recuerdo de los mayores de 21 años, los pagos de la deuda reestrcturada en el 2005 y en el 2010 se llevaban a cabo con normalidad y sin recurrir a nuevo endeudamiento y el perfil de vencimientos para los años subsiguientes era más que sostenible. La desocupación era del 5,9%, los salarios y las jubilaciones -tomadas en dólares- eran las más altas de América Latina y la cobertura previsional había superado con creces el 90% de la población. La inflación, medida por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, no superaba el 25% anual.

Sin embargo, la restricción externa -léase: escasez de dólares o excesiva demanda de dicha moneda; según como se mire- que apareció luego de haber soportado 6 corridas cambiarias -la última durante el año 2011, en el que fui electa por segunda vez consecutiva Presidenta de la Nación- motivó la regulación cambiaria que los medios hegemónicos bautizaron “cepo”. Dicha regulación establecía un tope para la compra de dólares para ahorro que era de USD 2500 por mes. Si, tal como se lee: USD 2500 por mes. Si la analizamos con perspectiva, la restricción no sólo era razonable, sino que daba cuenta del nivel del poder adquisitivo de ciertos salarios de la época. Muchos compraban dólares y muchos compraban el tope mensual. ¿Quién podría hoy acceder a esos USD 2500 para ahorrar mes a mes? Casi nadie. Sin embargo, por haber establecido dicha restricción cambiaria, nuestro gobierno fue atacado día a día por los medios hegemónicos. Un ataque sistemático que hasta incluyó movilizaciones convocadas por la oposición política y fogoneadas por aquellos mismos medios.

Así las cosas, el 10 de diciembre de 2015 asumió Mauricio Macri como Presidente de la Nación. De allí en adelante, las políticas de la República Argentina giraron 180 grados y se inauguró una gestión de gobierno conducida por empresarios que receptó en sus políticas públicas todas y cada una de las demandas de los distintos factores de poder económico de la Argentina, incluido su alineamiento acrítico en materia de política exterior. Apenas asumió liberó la cuenta capital, eliminó la regulación cambiaria -levantó el “cepo”- y decidió la apertura indiscriminada de importaciones dando inicio al período de endeudamiento más vertiginoso del que se tenga memoria y que culminó con un inédito préstamo para los argentinos y para el mismísimo FMI de 44 mil millones de dólares, destinado a financiar la campaña electoral para la reelección de Mauricio Macri como presidente.

Macri terminó su gobierno con una deuda impagable, con el FMI instalado otra vez en nuestro país, con una desocupación rondando los dos dígitos, con salarios y jubilaciones por el piso, con tarifas dolarizadas e impagables y con una inflación muy superior al 50%. Sin embargo, a pesar de los miles de millones de dólares ingresados al país como deuda, Macri tuvo que reestablecer el denominado “cepo” cambiario pero con una restricción mucho mayor: sólo podían comprarse para ahorro USD 200 por mes -menos del 10% de aquellos tan cuestionados USD 2500-. Después de cuatro años, el gobierno de los empresarios y de la derecha argentina, disparó al infinito el problema de la restricción externa, al endeudar a la Argentina como nunca nadie lo había hecho antes.

Hoy, luego del derrumbe macrista y en plena pandemia, y pese a no tener obligaciones de pago en moneda extranjera en lo inmediato gracias a la reestructuración de deuda llevada a cabo por el Gobierno, con superávit comercial y mayor nivel de reservas en el BCRA que cuando terminó mi gestión, continuamos con la restricción externa de esa moneda -o faltan dólares o hay demasiada demanda- a la que se suma una más que evidente extorsión devaluatoria.

Es que la Argentina es el único país con una economía bimonetaria: se utiliza el peso argentino que el país emite para las transacciones cotidianas y el dólar estadounidense que el país -obviamente- no emite, como moneda de ahorro y para determinadas transacciones como las que tienen lugar en el mercado inmobiliario. ¿Alguien puede pensar seriamente que la economía de un país pueda funcionar con normalidad de esa manera?

El problema de la economía bimonetaria no es ideológico. No es de izquierda ni de derecha. Ni siquiera del centro. Y no hay prueba más objetiva de esto que la alternancia de modelos políticos y económicos opuestos que se operó el 10 de diciembre de 2015. Todos los gobiernos nos hemos topado con él. Unos intentamos gestionarlo con responsabilidad, desendeudando al país en un marco de inclusión social y desarrollo industrial. Otros de orientación inversa -como el de Mauricio Macri- siempre han “chocado la calesita” con endeudamiento y fuga. Pero lo cierto es que ese funcionamiento bimonetario es un problema estructural de la economía argentina.

Tampoco es una cuestión de clase: los dólares los compran tanto trabajadores para ahorrar o para hacer una diferencia que mejore el salario, como empresarios para pagar las importaciones necesarias para hacer funcionar su empresa, para ahorrar y también, bueno es decirlo, para fugar formando activos financieros en el exterior, siendo esta última actitud una de las que más han contribuido a las crisis cíclicas de la Argentina.

Tampoco es producto de las experiencias hiperinflacionarias de la Argentina. Circula en redes un pequeño video de un reconocido humorista ya fallecido, sobre la pasión nacional por el dólar. El video data de 1962: Arturo Illia no había asumido como Presidente y Raúl Alfonsín estaría todavía de pantalones cortos en Chascomús. La coartada de la “hiper” para explicar el problema es también insuficiente. Basta recordar a Perón Presidente en la década del ’50 preguntando: “¿Alguien vio alguna vez un dólar?”

Tercera certeza: la Argentina es ese extraño lugar en donde mueren todas las teorías. Por eso, el problema de la economía bimonetaria que es, sin dudas, el más grave que tiene nuestro país, es de imposible solución sin un acuerdo que abarque al conjunto de los sectores políticos, económicos, mediáticos y sociales de la República Argentina. Nos guste o no nos guste, esa es la realidad y con ella se puede hacer cualquier cosa menos ignorarla.

En este 27 de octubre, quiero agradecer a todos y cada uno de los argentinos y las argentinas, las muestras de reconocimiento, cariño y amor hacia quien fuera mi compañero de vida.

Y especialmente a Alberto, tanto por la decisión de repatriar la figura de bronce de Néstor que alguna vez emplazamos en la sede de la UNASUR en Quito, allí en la exacta mitad del mundo, como la de su nuevo emplazamiento en el hall del Centro Cultural Kirchner. Sinceramente, es una caricia al alma.

Néstor amaba ese lugar. Cuando lo recorrimos juntos el 24 de mayo del 2010 en el marco de los festejos del Bicentenario para inaugurar la primera parte de la obra que culminaría en el centro cultural más grande de Latinoamérica, me comentó que a ese lugar su padre -a quien adoraba- lo llevaba cada vez que venía a Buenos Aires. Es que el abuelo de mis hijos era empleado del Correo, llegando a ser su tesorero allá en Santa Cruz. Néstor me contó que le enseñaba con orgullo la grandiosidad del lugar, como si fuera suyo, una característica de los empleados del Correo Argentino… Orgullo de pertenecer. Mientras me contaba se le vidriaban los ojos, como cada vez que se acordaba de su padre. Sí, definitivamente es un buen lugar para él.

La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner expresó su deseo de que “la lealtad a las convicciones, al pueblo y a la Patria sigan inalterables en tiempos de pandemia”,  al conmemorarse hoy el Día de la Lealtad Peronista que dio inicio a ese movimiento político.

“Que la lealtad a las convicciones, al pueblo y a la Patria sigan inalterables en tiempos de pandemia. Con la misma pasión y el amor de siempre”, escribió la Vicepresidenta en su cuenta de Twitter.

La expresidenta acompañó la publicación con una foto en la que se ve a Néstor Kirchner de espaldas con los brazos en alto, frente a una multitud reunida con banderas y pancartas, señaló Télam.

La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner aseveró hoy que el Poder Judicial se convirtió en «un instrumento para atacar al peronismo y a los gobiernos populares», así como para «darle impunidad a los poderosos que manejan los hilos de la economía y la comunicación» en el país.

En un hilo a través de su cuenta de Twitter, la Vicepresidenta afirmó que «ayer se comprobó que a los camaristas Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi los quieren mantener ilegalmente en la Cámara Federal para garantizar la impunidad de(l ex presidente Mauricio) Macri y sus funcionarios».

En este marco, agregó: «Uno de ellos anuló el procesamiento de Dietrich, Iguacel y Dujovne, por la estafa de las autopistas de más de USD600 millones».

Se refirió de esta manera a la declaración de nulidad que la Cámara Federal porteña dio a conocer ayer sobre los procesamientos al exministro de Tranporte Guillermo Dietrich; a su par de Hacienda, Nicolás Dujovne; al exministro de Energía Javier Iguacel; y al exprocurador del Tesoro Bernardo Saravia Frías, en la causa que investiga la renegociación de la concesión de peajes en los accesos Norte y Oeste entre 2016 y 2018.

La decisión fue adoptada por la sala II del tribunal de apelaciones, con los votos de los jueces Martín Irurzun y Leopoldo Bruglia, quienes argumentaron que, cuando esos exfuncionarios fueron indagados por el ahora jubilado juez Rodolfo Canicoba Corral, no se les permitió el pleno acceso a la prueba que había en su contra, indicaron fuentes judiciales.

La Vicepresidenta publicó la tapa del diario Página 12 de hoy, que informa sobre el hecho, bajo el título «Para eso están los amigos».

«Bruglia es el de barbita. El de al lado de pelo blanco se llama Martín Irurzun y es el otro camarista que anuló el procesamiento de los macristas», publicó y sobre Irurzun, recordó: «es el autor de la doctrina con la que se encarceló a peronistas o kirchneristas (como prefieras) por la teoría del “poder residual”.

En otro de sus posteos, la expresidenta replicó también la tapa de la edición del diario Clarín del día 19 de julio, cuyo título principal era «Ofensiva para desplazar a jueces que investigan a Cristina y a kirchneristas».

«En sus tapas, Clarín te dice que queremos separar a Bruglia y Bertuzzi porque me investigan a mí. Como dijo Néstor: Clarín miente…. Todas las causas que me armaron ya pasaron la etapa de instrucción», aseveró la exmandataria.

Finalmente, se preguntó: «¿Se dan cuenta que han convertido al Poder Judicial en un instrumento para atacar al peronismo y a los gobiernos populares, y darle impunidad a los poderosos que siempre manejan los hilos de la economía y la comunicación en nuestro país?», señaló Télam.

El jefe del bloque de diputados del Frente de Todos, Máximo Kirchner, defendió la decisión del presidente Alberto Fernández de reducir en un punto la coparticipación de la Ciudad de Buenos Aires y dijo que «nadie habló de la constitucionalidad del decreto» cuando Mauricio Macri amplió los recursos «de la ciudad mas rica» de la Argentina «en detrimento del resto de las provincias».

“Mauricio Macri le dio más a la ciudad más rica: la metáfora perfecta de lo que piensa. Engordaron a la ciudad más rica del país en detrimento del resto y nadie habló de la constitucionalidad del decreto, era tan grosero que después la bajaron un poquito. Ahora, cuando el presidente Alberto Fernández quiere redistribuir es anticonstitucional”, argumentan sus opositores macristas.

En un extenso reportaje radial con el periodista Marcelo Figueras, Máximo Kirchner trazó un análisis de la política argentina, destacó el rol que cumplen las nuevas generaciones, y realizó fuertes criticas a la política instrumentada por el anterior gobierno de Mauricio Macri (2015-2019).

En ese sentido, Kirchner dijo que Macri tuvo «una mirada gélida, fria, distancia y así fue su gobierno y sus resultados», a diferencias de los proyectos del actual Gobierno que busca tener proyectos que tengan «empatía» para ayudar a la población.

Protesta policial

Sobre la protesta de la policía bonaerense, Kirchner dijo que «nunca había sucedido que se desvirtuara todo, que patrulleros con hombres armados rodearan el lugar donde está el Presidente elegido por los argentinos”.

En cuanto al reclamo dijo: «pudimos resolver un problema objetivo, cuando uno miraba el valor de las horas CORES, vimos también que la pandemia agudizó la crisis del sector porque al no haber eventos deportivos o recitales, el salario del policía no podía contar con adicionales”.

“Este caldo de cultivo se fue amontonando, no pasó con (María Eugenia) Vidal pero sí con Axel (Kicillof), y esta es una realidad objetiva, como también que muchos de los reclamos de hoy también existían con Vidal”, señaló.

Máximo Kirchner destacó que la medida del presidente Alberto Fernández tiene el respaldo «del ochenta por ciento de los gobernadores» en alusión a una carta de respaldo de los mandatarios provinciales a la decisión presidencial. y remarcó la «gran desigualdad que hay entre la ciudad y la provincia», al tiempo que pidió «mirar los presupuestos de Lomas de Zamora y la Matanza y la Ciudad de Buenos Aires»

A lo largo del reportaje, Kirchner reflexionó sobre la importancia que tiene «la política como herramienta para transformar la vida de la gente» pero señaló que para esos cambios «son necesarios tener un mínimo nivel de organización».

También durante la entrevista el diputado Kirchner se refirió a aspectos de su vida personal como el vinculo con sus dos hijos que viven en Santa Cruz, en medio de la pandemia y al respecto dijo: «nos podemos ver por teléfóno».

El gobierno de Macri

Acerca del gobierno de Mauricio Macri entre distintas cuestiones advirtió que los poderes del Estado «fueron utilizados para suprimir una fuerza política».

También recordó que en la gestión presidencial de Cristina Fernández de Kirchner las políticas «apuntaron a mejorar a toda la Argentina y no a beneficiar a un partido político pero que, sin embargo, fueron discontinuadas por la gestión Cambiemos».

La gente que durante la presidencia de Cristina tuvo el plan «Conectar Igualdad -evocó Máximo Kirchner- está familiarizada con el uso de la tecnología, esa fuerza laboral que se está formando ahí tiene más herramientas, posibilidades y menos desigualdades. Si en estos cuatro años hubiéramos continuado esa política, en esta situación de educación remota quizá no se hubieran vivido situaciones de desconexión por parte de los sectores más vulnerables», señaló Télam.