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Durante la misa que celebró en su residencia de Casa Santa Marta, el Papa pidió rezar para ayudar a quienes sienten «miedo» por no tener empleo fijo.

El papa Francisco pidió rezar hoy para ayudar a quienes sienten «miedo» por no tener empleo fijo y «ven venir el hambre» por los efectos del coronavirus y a los ancianos «que están solos» frente a la pandemia.

«En estos días de tanto sufrimiento hay tanto miedo. El miedo de los ancianos, que están solos, en las casas de reposo o en hospitales o en sus casas y no saben qué puede pasar», lamentó el pontífice durante la misa que celebró este jueves en su residencia de Casa Santa Marta, donde vive en el Vaticano.

En ese marco, también remarcó «el miedo de los trabajadores sin empleo fijo que piensan cómo dar de comer a sus hijos y ven venir el hambre. El miedo de tantos trabajadores sociales que en este momento ayudan a ir adelante a la sociedad y pueden enfermarse».

La celebración de esta mañana, que el pontífice encabezó acompañado solo por sus secretarios de Egipto Yoannis Lahzi Gaid y de Uruguay Gonzalo Aemilius, fue la primera luego de que ayer se conociera el primer caso positivo de Covid-19 entre las personas que viven en el mismo ex hotel refaccionado que habita Jorge Bergoglio.

El pontífice, que continúa de todos modos con una agenda de trabajo reducida, encabezará mañana un rezo en soledad para pedir por «el fin de la pandemia» en la Plaza San Pedro, donde, según confirmó Télam, estará emplazado un crucifijo que de acuerdo a la tradición católica ayudó a frenar una peste que azotó Roma en 1522, señaló Télam.

Nuestras sociedades necesitan que difundamos más allá de las emergencias, como la actual, esa cultura de la solidaridad, del cuidado y de la acogida», dijo el Papa.

El papa Francisco renovó hoy su pedido para defender «a los niños apenas concebidos» y lamentó que las legislaciones «no siempre tutelan la vida humana más débil y vulnerable».

«Los atentados a la dignidad y a la vida de las personas continúan lamentablemente incluso en esta época, que es la de los derechos humanos universales», lamentó el pontífice al recordar los 25 años de la encíclica Evangelium vitae (La vida del Evangelio) de su antecesor polaco Juan Pablo II sobre la «inviolabilidad» de la vida.

«Es más, nos encontramos de frente a nuevas amenazas y a nuevas esclavitudes, y no siempre las legislaciones tutelan la vida humana más débil y vulnerable», planteó durante su mensaje, transmitido por YouTube ante las disposiciones vaticanas para evitar aglomeraciones de gente en la Plaza San Pedro.

En su catequesis, Francisco recordó que «la vida que estamos llamados a promover y defender no es un concepto abstracto, sino que se manifiesta siempre en una persona de carne y huesos».

En ese marco, Jorge Bergoglio enumeró a «un niño apenas concebido, un pobre marginado, un enfermo solo y desanimado o en estado terminal, uno que perdió el trabajo o no lo encuentra, un migrante rechazado o encerrado en un ghetto».

El pontífice trazó además un paralelo con la situación actual originada por la difusión mundial del Covid-19 y planteó que «hoy, ante esta pandemia que estamos viviendo y que amenaza la vida humana, recordamos a tantas personas que se prodigan en el servicio a los enfermos, a los ancianos y de los que están solos».

«Nuestras sociedades necesitan que difundamos más allá de las emergencias, como la actual, esa cultura de la solidaridad, del cuidado y de la acogida, contribuyendo a crear un mundo cada vez más humano, con parresia en la palabra y valentía en las acciones», informó Télam.

El Papa concedió una entrevista al canal español La Sexta e hizo un llamado a los empresarios para atender las cuestiones que surgirán en el mundo del trabajo a partir de la pandemia.

El papa Francisco pidió hoy rezar por quienes tienen «problemas económicos» por la pandemia de coronavirus y reclamó a los empresarios que no despidan personas puesto que «el sálvese quién pueda no es la solución».

«Oremos hoy por las personas que empiezan a tener problemas económicos a causa de la pandemia, porque no pueden trabajar y todo esto recae en la familia», pidió Jorge Bergoglio en su misa de esta mañana en la capilla de la residencia de Casa Santa Marta.

«Oremos por la gente que tiene este problema», convocó durante la celebración, que continúa siendo transmitida por streaming ante la cancelación de misas en toda Italia hasta por lo menos el 3 de abril.

Horas antes, en una entrevista con el canal español La Sexta, Francisco había planteado a los empresarios que «más que despedir, hay que acoger».

«El sálvese quien pueda no es la solución. Una empresa que despide para salvarse… no es una solución. Más que despedir, hay que acoger y hacer sentir que hay una sociedad solidaria. Son los grandes gestos que hacen falta», reclamó el pontífice de cara a las dificultades del mundo del trabajo.

El fin de semana, en una entrevista con Télam, el pontífice se había mostrado «muy preocupado» por los problemas de empleo que generará la pandemia y adelantó que esta semana convocará una reunión en el Vaticano para estudiar posibles medidas de contención.

«Vamos a salir mejores. Menos, por supuesto, muchos quedarán en el camino y será duro, pero tengo fe», planteó el pontífice sobre cómo imagina el fin del problema mundial por le coronavirus.

En medio de la pandemia, el Vaticano confirmó además en un comunicado que el viaje papal previsto a la isla de Malta para el 31 de mayo con el que buscaba visibilizar la situación de los inmigranes quedó «postergado a una nueva fecha a definir», señaló Télam.

El Papa adelantó que la semana que viene reunirá a la cúpula del Dicasterio para el servicio del Desarrollo Humano Integral para empezar a estudiar medidas para el día después de la pandemia. Además, se mostró cercano «a las familias que no pueden salir de la casa» en esta coyuntura de aislamiento.

El papa Francisco se mostró «muy preocupado» por los efectos que la pandemia del coronavirus puede tener sobre el mundo del trabajo a nivel mundial, y anticipó que convocará al Dicasterio vaticano de Desarrollo Humano Integral para estudiar medidas que puedan mitigar las consecuencias negativas de la expansión de la enfermedad sobre el empleo.

«La semana que viene voy a reunir a la cúpula del Dicasterio para el servicio del Desarrollo Humano Integral para empezar a estudiar medidas para el día después de la pandemia», adelantó el pontífice en un diálogo telefónico con Télam.

Jorge Bergoglio, que se mostró en esa línea «muy preocupado por los efectos» que puede tener la pandemia sobre el mundo del trabajo, destacó de todos modos «las formas de solidaridad» que se están viendo a nivel mundial entre algunos países.

El Dicasterio para el servicio del Desarrollo Humano Integral funciona desde enero de 2017 con la guía del cardenal Peter Turkson y reúne las áreas de la Santa Sede dedicadas a la promoción del trabajo, la economía y el desarrollo social.

Por decisión del pontífice, el Vaticano ya anunció que aceptará rebajar los alquileres de los negocios comerciales, bares y restaurantes del centro de Roma que funcionan en edificios de la Santa Sede, especialmente en los alrededores de la Plaza San Pedro.

Este sábado, Francisco se mostró además cercano «a las familias que no pueden salir de la casa».

«Tal vez el único horizonte que tienen es el balcón. Y ahí dentro, la familia, con los niños, los chicos, los padres…», analizó Bergoglio en la misa que celebró en la capilla de la residencia de Casa Santa Marta.

«Rezamos por la paz de las familias hoy, en esta crisis, y por la creatividad», planteó, y renovó sus pedidos «para que puedan encontrar una forma de comunicarse bien entre ellos, para construir relaciones de amor en la familia, y para superar la angustia de este tiempo juntos, en familia», señaló Télam.

«Estamos cercanos a los encarcelados, hoy, que sufren tanto en este momento de incertidumbre y de dolor», planteó el pontífice al iniciar su misa matutina en la capilla de Casa Santa Marta.

El papa Francisco pidió hoy por los personas encarceladas, «que sufren tanto en este momento de incertidumbre» resultante del brote de coronavirus, al tiempo que ordenó suspender la actividad judicial en el Vaticano por la pandemia.

«Rezamos hoy por los hermanos y las hermanas que están en cárcel: sufren tanto por la incertidumbre de lo que pasará dentro de la cárcel, y también, pensando en sus familias, cómo están, si alguno está enfermo, si falta algo», planteó este jueves el pontífice al iniciar su misa matutina en la capilla de Casa Santa Marta.

«Estamos cercanos a los encarcelados, hoy, que sufren tanto en este momento de incertidumbre y de dolor», agregó Jorge Bergoglio, que hoy inicia su octavo año como Papa.

Este jueves la oficina de Prensa de la Santa Sede informó además que Francisco decidió suspender la actividad judicial en el Estado de la Ciudad del Vaticano como una nueva medida para reducir los movimientos de personas.

La disposición, en línea con las medidas dispuestas por el Estado italiano, establece que a partir de mañana «las audiencias de los juicios en curso en todas las oficinas judiciales se aplazarán de oficio hasta después del 3 de abril de 2020».

En Italia, casi 3.000 personas positivas al coronavirus murieron desde el inicio de la pandemia a fines de febrero pasado y, al ritmo actual de fallecimientos diarios, en las próximas 48 horas el país podría superar a China como la nación con más víctimas fatales, señaló Télam.

El Papa contó en una entrevista que «le pedí al Señor que detuviera la epidemia: Señor, detenla con tu mano. Recé por esto».

El papa Francisco dijo hoy que rezó para que se detenga la epidemia del coronavirus, pidió que la población pueda «redescubrir lo concreto de las pequeñas cosas» durante las cuarentenas por el avance de la enfermedad en todo el mundo y recordó a «los trabajadores de salud que han muerto en estos días».

«Le pedí al Señor que detuviera la epidemia: Señor, detenla con tu mano. Recé por esto», contó el pontífice en una entrevista que publica el diario italiano La Repubblica, en referencia a su salida el pasado domingo a dos iglesias del centro de Roma para pedir por el fin de la pandemia.

«Debemos redescubrir lo concreto de las pequeñas cosas, de los pequeños cuidados que hay que tener hacia nuestros allegados, la familia, los amigos», convocó el pontífice de cara a las resitricciones de movilidad dispuestas en muchos países para que los ciudadanos se queden en sus casas.

«Comprender que en las pequeñas cosas está nuestro tesoro. Hay gestos mínimos, que a veces se pierden en el anonimato de la vida cotidiana, gestos de ternura, de afecto, de compasión que, sin embargo, son decisivos, importantes», destacó Jorge Bergoglio, quien mañana inicia su octavo año como pontífice.

«Por ejemplo, un plato caliente, una caricia, un abrazo, una llamada telefónica… Son gestos familiares de atención a los detalles de cada día que hacen que la vida tenga sentido y que haya comunión y comunicación entre nosotros», añadió.

En ese marco, Bergoglio, de 83 años, analizó que «a veces sólo vivimos una comunicación virtual entre nosotros. En cambio, deberíamos descubrir una nueva cercanía».

«Una relación concreta hecha de cuidados y paciencia. Muy a menudo las familias, en casa, comen juntas en un gran silencio, pero no es para escucharse mejor unos a otros, sino más bien porque los padres ven la televisión mientras comen, y sus hijos están concentrados en sus teléfonos móviles», planteó.

«Parecen unos monjes aislados unos de otros», graficó.

«Así no hay comunicación; en cambio, escucharnos es importante porque entendemos los problemas de cada uno, sus necesidades, esfuerzos, deseos. Hay un lenguaje hecho de gestos concretos que debe ser salvaguardado. En mi opinión, el dolor de estos días debe abrirnos a lo concreto», propuso el obispo de Roma.

Francisco pidió también rezar por el personal de salud que falleció estos días en el combate a la expansión de la enfermedad, en la misa que celebró en la capilla de su residencia de Casa Santa Marta.

«Han donado sus vidas al servicio de los enfermos», agregó el Papa en la celebración que, por las nuevas disposiciones sanitarias del Vaticano y el Estado italiano, celebra todos los días sin fieles pero con transmisión por streaming.

«Agradezco a los que se dedican de esta manera a los demás. Son un ejemplo de esta sensibilidad hacia lo concreto», agregó en las declaraciones a Repubblica.

«Y pido que todos estén cerca de aquellos que han perdido a sus seres queridos y traten de estar cerca de ellos de todas las maneras posibles. El consuelo debe ser ahora el compromiso de todos», llamó por último, señaló Télam.

En medio de las medidas dispuestas en todo el mudo para hacer frente a la pandemia de coronavirus, el Papa se refirió en la misa matutina sobre los adultos mayores.

El papa Francisco pidió hoy durante su misa matutina brinda en Santa Marta «por los ancianos que están solos y con miedo» en medio de las medidas dispuestas en todo el mudo para hacer frente a la pandemia de coronavirus Covid-19, que ataca principalmente a adultos mayores.

«Quisiera que hoy rezáramos por los ancianos que sufren este momento de forma especial, con una soledad interior muy grande y tantas veces con mucho miedo», pidió el pontífice durante su misa matutina de este martes en la residencia de Casa Santa Marta.

«Rezamos para que el Señor esté cercano de nuestros abuelos, de nuestras abuelas, de todos los ancianos y a su fuerza. Ellos nos han dado la sabiduría, la vida, la historia», agregó Jorge Bergoglio, de 83 años, quien canceló todos sus compromisos y actividades púbicas desde la expansión de la pandemia y transmite todas sus misas por streaming.

«También nosotros estamos cercanos a ellos con la oración»; agregó el Papa.

En Italia, donde han fallecido más de 2.100 personas positivas con coronavirus, solo dos pacientes tenían menos de 40 años, aunque presentaban patologías previas, y la edad media de los fallecidos está sobre los 80 años, según las autoridades, señaló Télam.

Comienza el octavo año del papado de Francisco. Entre los asuntos pendientes está la sanción de una nueva Constitución, la incorporación al derecho canónico de normas contra la pederastía en clero y la renovación del colegio cardenalicio que elegirá a su sucesor.

El papa Francisco iniciará la semana próxima su octavo año como pontífice, en el que se espera que avance con la reforma de la Iglesia que inició tras su elección el 13 de marzo de 2013, y entre los asuntos pendientes está la sanción de una nueva Constitución, la incorporación al derecho canónico de normas contra la pederastía en clero y la renovación del colegio cardenalicio que elegirá a su sucesor.

Apenas 30 días después de ser elegido Papa, Bergoglio creó el denominado «Consejo de Cardenales», compuesto en su origen por ocho purpurados, con el objetivo de analizar la reforma de la Iglesia y sancionar una nueva Constitución apostólica que reemplace a la vigente «Pastor Bonus», de 1988.

Después de 33 reuniones, el consejo asesor ya tiene lista una versión de la nueva Carta Magna, que está en fase de revisión final con la esperanza de que el pontífice la promulgue el próximo 28 de junio.

Según los borradores a los que accedió Télam, la Constitución, que llevará por nombre «Prediquen el Evangelio», plasmará en su texto la reconversión que el Papa propone para su modelo de Iglesia: en contacto con las periferias y distanciada del modelo que, incluso en Argentina, han alejado a miles de personas de la institución en los últimos años.

Para ese fin, Bergoglio creará un mega-Dicasterio (el equivalente vaticano a un ministerio) para «la Evangelización», que fusionará a todos los organismos actuales de la Santa Sede dedicados a las misiones y a la caridad. 

Con la misma importancia Bergoglio incluirá con rango constitucional, dándole máxima visibilidad canónica, a toda la batería de medidas que ha impulsado para luchar contra el «cáncer» de la pederastía en la Iglesia, como él mismo definió a los miles de abusos sexuales cometidos por miembros del clero. 

En el último años, el Papa dispuso por decreto el levantamiento del secreto pontificio para los casos de abusos; la persecución judicial a quienes cometan «abusos o malos tratos a menores o a personas vulnerables» y la obligación de denunciar «en forma tempestiva» a los abusadores. 

Todas normas que obtendrán rango constitucional a partir de «Prediquen el Evangelio».

Mientras tanto, los sectores conservadores que lo han enfrentado desde el inicio de su pontificado continúan con la ofensiva hacia Bergoglio, como lo demuestra la reciente aparición de un libro del cardenal Robert Sarah, uno de sus máximos críticos, en el que buscó condicionar la postura del Papa sobre el celibato y quiso arrastrar a la polémica al papa emérito Joseph Ratzinger. 

La operación fue finalmente desmontada por el Papa y motivó el desplazamiento como jefe de la Casa Pontificia del secretario histórico de Ratzinger, Georg Gainswein, indicado como uno de los motores de los sectores que buscan contraponer a Francisco con su antecesor.

Francisco continúa además la lucha para cambiar la estructura económica del Vaticano, donde aumentaron los controles y la apertura, pero siguen apareciendo negocios con sospechas.

La investigación en curso sobre seis empleados vaticanos por un posible fraude en operaciones inmobiliarias por más de 200 millones de euros es una muestra de esa tensión. 

Por otro lado, Francisco ya ha renovado a la mayoría del colegio cardenalicio, asegurando una mayoría de «sus » cardenales en una eventual nueva elección, pero aún no emerge con claridad la figura de un «sucesor».

Un eventual nuevo Cónclave tendrá 66 cardenales electores creados en el pontificado de Francisco, frente a 42 creados por Benedicto XVI.

Además, Bergoglio ha apostado por «deseuropeizar» a los eventuales votantes, ya que el Viejo Continente pasa de tener el 56% de los votantes que tenía en 2013 al 43,5% actual. 

Por último, el balance de los primeros años de Francisco y los desafíos que tiene por delante incluyen también el hecho de que aún no ha visitado Argentina, España, Francia y Alemania, países considerados centrales para el catolicismo, informó Télam.

El papa Francisco dio negativo a la prueba de coronavirus a la que fue sometido por precaución en su residencia del Vaticano, debido a que sufre desde hace algunos días un resfriado, informó hoy el diario «Il Messaggero».

Anteayer, el mismo Francisco anunció durante el rezo del Ángelus que no participaría en los ejercicios espirituales de Cuaresma, los que habitualmente realiza con miembros de la Curia Romana por su estado de salud.

El Papa apareció en la audiencia del pasado miércoles ya algo resfriado y, por la tarde, celebró la misa para la imposición de la ceniza y la tradicional procesión desde la basílica de Santa Sabina a la Iglesia romana de San Anselmo, en la colina romana del Aventino, recordó la agencia de noticias EFE.

Pero al día siguiente optó por permanecer en su Residencia de Santa Marta, en lugar de acudir a la liturgia penitencial con el clero de Roma en la basílica de San Juan de Letrán.

El viernes y el sábado, Francisco celebró la misa matutina en Santa Marta, pero canceló sus audiencias privadas previstas con participantes en un congreso en el Vaticano y miembros de los Legionarios de Cristo, entre otros.

El coronavirus en Italia

Según fuentes oficiales, el coronavirus ya causó hasta ahora 52 muertos en Italia, todos ellos ancianos con otras graves patologías, y los contagiados ascienden a 2.036.

Esta situación provocó que haya descendido considerablemente el turismo como se puede apreciar también en la Ciudad del Vaticano, donde desaparecieron las colas para entrar en la basílica de San Pedro o en los Museos Vaticanos, con una reducción que ronda el 60%, señaló EFE.

El papa Francisco volvió a suspender hoy parte de su agenda, en el tercer día consecutivo de un «leve resfrío» por el que ha restringido su actividad dentro del Vaticano.

Según informó el Vaticano, el pontífice celebró su tradicional misa matutina en la residencia de Casa Santa Marta, donde vive en el Vaticano, y luego recibió a sus embajadores en Francia y en Líbano; al cardenal canadiense Marc Ouellet y al líder religioso ucraniano Sviatoslav Shevchuk.

Luego, pospuso las audiencias previstas «a los miembros del Grupo Internacional de Bioética y a los participantes en el Capítulo General de los Legionarios de Cristo y las Asambleas Generales de los Consagrados y Laicos del Regnum Christi», explicó hoy el vocero papal Matteo Bruni ante la consulta de Télam.

Por un leve resfrío, Jorge Bergoglio mantiene su agenda a medias desde el jueves, cuando canceló un encuentro con el clero romano fuera del Vaticano.

Mañana, de todos modos, está previsto que Francisco y unos 50 miembros de la Curia inicien una semana de ejercicios espirituales en la ciudad de Ariccia, a 30 kilómetros de Roma, señaló Télam.