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El intendente de Sarmiento, Sebastián Balochi confirmó que «hace pocos días se firmó el protocolo y la aceptación para recibir en la localidad los restos del cacique tehuelche Liempichún Sakamata. Esto es una noticia muy buena para todos, principalmente para la comunidad Liempichún y para la werken Cristina, su descendiente, que vive aquí».

Los restos de Sakamata fueron apropiados por el francés Henry de La Vaulx, quien ostentaba el título de conde y profanó la tumba del cacique a finales del siglo XIX. Y se encuentran en el Museo del Hombre en París.

La restitución de este líder originario fue solicitada por parte de sus descendientes, en un trámite que involucró a la Cancillería argentina y al Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI).

El viaje de los restos de Sakamata lo está coordinando el Programa Nacional de Restitución de Restos Humanos Indígenas de la Dirección de Afirmación de los Derechos Indígenas del INAI, a través de Cancillería, con los ministerios de Europa y Asuntos Exteriores y de Cultura de Francia y con las comunidades de Chubut y el Municipio de Sarmiento.

El intendente Balochi explicó que «se necesitaba la firma de un Museo y un organismo estatal para concretar la disposición final de los restos del caique». Es por eso que la Municipalidad será la garante del cuerpo en el último tramo de la restitución.

«Los restos llegarán a Sarmiento, pero la disposición final lo decidirá la comunidad Liempichún una vez que arribe a la ciudad donde vive Cristina Liempichún, y tiene una participación muy activa» concluyó.

Balochi remarcó que «este hecho será importante, y tiene mucho valor porque pone en epicentro histórico a Sarmiento con la llegada de los restos después de muchos años de gestiones».

«Las comunidades originarias que habitan la zona hasta río Senguer, viven hermanados. Y es un tema muy sensible para ellos, por eso, tiene más valor, porque lograrán cerrar un ciclo y que el cacique tenga su descanso en su tierra», expresó.

Otra restitución

Finalmente, el intendente de Sarmiento informó que en poco tiempo se procederá a realizar la restitución más grande de Latinoamérica. El museo local tenía 19 cuerpos «sin saber de qué se trataba u origen».

Se realizaron los estudios junto con organismos nacionales, para lograr determinar el origen y descendencia, y se entregarán a las comunidades.

«Desde el comienzo de la gestión tuvimos una posición activa con los pueblos originarios, y se realizaron gestiones con el IAC para que se disponga el lote 81, con el fin de que las comunidades tengan un espacio para que decidan cómo darles la disposición final», concluyó el intendente Balochi.

 

Un grupo de paleontólogos del CENPAT, junto a investigadores del INIBIOMA (Bariloche), IMIBIO (San Luis), Museo Argentino Urquiza (Neuquén) e IIPG (Río Negro), realizó una nueva campaña en el norte de Neuquén, en un área conocida como Cerro Overo, donde encontraron restos de lo que podría ser una nueva especie de dinosaurio.

El equipo viene trabajando en esa zona hace unos diez años, donde realizaron muchísimos hallazgos importantes: “En este caso, la campaña correspondía a la recuperación de material que había sido encontrado y parcialmente extraído en el año 2019. Había quedado en el campo porque pensábamos ir en el 2020 y la pandemia no lo permitió. Recién pudimos volver el año pasado, recuperamos uno de los dos ejemplares de 2019, pero también apareció uno nuevo”, cuenta Ariel Méndez, investigador del Instituto Patagónico de Geología y Paleontología (IPGP-CONICET).

Según explica el paleontólogo, lo que tenían por recuperar era una de las patas de un dinosaurio carnívoro, un abelisáurido, que está bastante completo. Faltaba extraer un fémur, la tibia y algunos otros restos como costillas y vértebras que estaban mal preservadas. Además, quedaba la recuperación de una tortuga que se encontraba en el mismo sitio, mezclada entre los restos del dinosaurio.

“Los abelisáuridos son, posiblemente, el grupo de dinosaurios carnívoros más y mejor representado en la Patagonia. Este ejemplar en particular, viendo un poco las características en el campo porque todavía no ha sido estudiado, va a ser realmente un hallazgo muy importante porque conservó partes de las cuales hay muy poca información, como por ejemplo los pies. Encontramos algunos metatarsos, algunas falanges articuladas y eso nos permitirá saber cómo es la morfología y cómo se diferencia de los otros pocos que se conocen en Patagonia”, detalla Méndez y agrega: “Haciendo una estimación rápida y comparándolas con otras formas que conocemos de la zona, no sería un dinosaurio mucho más grande. Estamos hablando de un animal de seis o siete metros, pero sí se diferencia en que parece ser un poco más robusto”.

Al haber comenzado la campaña en 2019, uno de los temas fundamentales es cómo conservar los huesos que habían quedado en el campo neuquino. Para ello, los científicos “le pusimos un consolidante para que estén en mejores condiciones, luego una capa de vendas enyesadas. Eso lo cubrimos con nylon y mucha tierra encima para que no se vea y no haya evidencia de que eso estaba ahí, más allá de que es un lugar aislado”.

Esta campaña es parte de un proyecto que llevamos adelante con distintos investigadores de la región y del Museo de Rincón de los Sauces, con financiamiento, en parte, de un Proyecto de Investigación Plurianuales (PIP) de CONICET y también como parte de un proyecto internacional con investigadores de la Universidad de Seúl (Corea del Sur) y la Universidad de La Laguna (España).

Las cenizas de Hebe de Bonafini, última presidenta de Asociación Madres de Plaza de Mayo, fueron esparcidas en la Plaza de Mayo, en una multitudinaria y emotiva ceremonia de la que participaban dirigentes políticos, sociales y gremiales, además de referentes de la cultura.

Como es tradición cada vez que fallece una de las integrantes de la Asociación, las cenizas de Bonafini fueron colocadas en un hoyo cavado en el jardín del perímetro que rodea la Pirámide de Mayo, momento que fue acompañado por otras integrantes de Madres, en medio de un fervoroso aplauso que derramó al resto de la histórica plaza.

La plaza desbordó las expectativas de las Madres que convocaron a participar de su tradicional ronda de los jueves para homenajear la memoria y legado de quien fue su presidenta desde 1979, Hebe de Bonafini, fallecida el domingo pasado a los 93 años.

Poco antes de las 15.30, la camioneta que habitualmente trasladaba a Hebe y al resto de las integrantes de la Asociación, ingresó a una Plaza de Mayo colmada de banderas y fotos de la referente de derechos humanos, donde fueron recibidas con aplausos y muestras de afecto por una multitud, entre las que se encontraba el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, y el dirigente de La Cámpora y ministro de Desarrollo de la Comunidad de la provincia, Andrés «Cuervo» Larroque, entre otros dirigentes de distintos sectores.

Entre los presentes se alcanzó a ver a la cantante Teresa Parodi, el Padre Paco Olveira, del Grupo de Curas en Opción por los Pobres; el exministro de Economía, Amado Boudou, el gremialista Daniel Catalano (ATE-Capital), y al ministro de Trabajo bonaerense, Walter Correa.

Con este acto, Hebe volvió a ser parte -como lo hizo cada jueves de las últimas décadas- de la histórica ronda de las Madres, la número 2328, que esta vez debió realizarse en las calles periféricas a la plaza por la enorme presencia de jóvenes y columnas de organizaciones políticas, sociales, de derechos humanos, militantes, dirigentes y funcionarios del Frente de Todos (FdT).

«Continuemos con la lucha para que de una vez por todas podamos construir esa Patria justa, libre, soberana, equitativa e igualitaria; compañeros continuemos el camino», pidió sentada desde un escenario Sara Mrad, una de las cinco Madres que esta tarde cumplió con el deseo de Hebe de que sus restos descansaran en la Plaza de Mayo.

También, el histórico militante Demetrio Iramain exhortó a «reivindicar y defender» a Bonafini, pidió no «inventar una Hebe a la medida» de cada uno y llamó a «luchar como ella» y a materializar la última convocatoria de la presidenta de Madres: «Una pueblada contra el partido judicial, un 19 y 20 de diciembre» contra los magistrados que «quieren encarcelar a Cristina (Fernández de Kirchner) y nos quieren dejar sin el sueño de volver a ser felices».

«Eso no lo vamos a permitir con el mandato de Hebe que vamos a llevar adelante», aseguró mientras los aplausos se sucedían, al igual que los cánticos y las consignas: «Madres de la Plaza, el pueblo las abraza».

Lo que no logró la policía, lo hizo el que le lavó la camioneta al ruralista que atacaron a tiros el domingo a la noche en la ruta 3: encontró dos plomos de los balazos que le tiraron desde otro vehículo con intenciones de matarlo, en un grave hecho que ocurrió a más de 90 kilómetros al sur de Trelew, en el que el acompañante de Miguel Ángel Liñeiro recibió un tiro que le rozó el cuello.

Los llamados “científicos” de la policía de Trelew habían inspeccionado el rodado de Liñeiro, en una diligencia ordenada desde la Justicia, pero al parecer no la hicieron bien o no buscaron bien, porque no encontraron nada y el que posteriormente limpió la camioneta, en un lavadero de esta ciudad; halló los restos de proyectiles que ahora tendrían que ser peritados en el marco de la investigación que debería realizarse para clarificar el hecho.

Fue ayer, horas después de que al ruralista le recibieran la denuncia en la comisaría de Gaiman, del dramático suceso que le tocó vivir la noche del domingo, momentos antes de las once, cuando regresaba a Trelew de su campo, un establecimiento rural que tiene en el “Loteo San Genaro”, en la zona de Río Chico, cerca de Dique Ameghino.

Liñeiro habló del hecho al día siguiente con Crónica y todavía no lo puede creer; tras aquel relato que hizo para este diario, en primera persona, de lo que él y su acompañante vivenciaron en la ruta 3, cuando desde una camioneta que se le puso al lado de la suya le efectuaron entre siete y diez disparos, presuntamente, con una pistola 9 milímetros.

Las intenciones del que le disparó están claras; fue a matarlo, pero el fin ¿cuál era? ¿Robarle? ¿Quedarse con su camioneta? ¿O actuó como un sicario, cometiendo un hecho que le mandaron a hacer? Son todas preguntas que por ahora no tienen respuestas y que tendrían que ser esclarecidas por los investigadores del caso.

“Ahora por un tiempo no voy a ir al campo, pero me voy a armar seguro y camioneta sospechosa que se me acerque le voy a meter bala”, aseguró Liñeiro, al confesar que estaba asustado, sobre el final de la entrevista que le hizo el lunes Crónica.

 

Sucedió en un campo de la zona de Colan Conhue, donde se encontró un cráneo que según antropólogos, data de entre 300 y 400 años. Interviene en la zona Asuntos Indígenas, conforme el protocolo.

Ocurrió este lunes en un establecimiento rural de la zona de Colan Conhue, a unos 5 kilómetros del ejido, donde un trabajador se encontraba realizando un surco para abastecimiento de agua.

En este contexto, el hombre se encontraba operando un arado tirado por un tractor y fue en este contexto que observó la presencia de un cráneo humano, por lo que se dio aviso al personal policial local.

Ante el hallazgo tomó intervención el Ministerio Público Fiscal que dispuso una inspección ocular con Criminalística y una antropóloga forense. Se realizó una toma de imágenes fotográficas, se levantaron los restos óseos y de acuerdo a las primeras estimaciones, su antigüedad dataría de entre 300 y 400 años.

Ante lo recabado, se informó al área de Investigación de la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Provincia para que se activen los protocolos correspondientes. Finalmente, en el caso intervino la Dirección de Asuntos Indígenas.

El lugar se dejó delimitado a los fines de próximas intervenciones de diversas entidades.

El gobierno de las Islas Malvinas reveló que abrió formalmente una investigación para determinar si existen restos de soldados argentinos no identificados enterrados en la zona de Caleta Trullo, ubicada al este de la isla Soledad.

Se abrió una investigación de manera formal para identificar a soldados argentinos enterrados en la zona de Caleta Trullo.

La investigación es llevada adelante por la Policía Real de las Islas Falkland, quienes se pusieron en contacto con el Gobierno Argentino y el Comité Internacional de la Cruz Roja. En conjunto se llevarán adelante las tareas en el cementerio Darwin.

Los habitantes isleños fueron convocados por los investigadores para conocer información que pueda ser de relevancia para la investigación.

Este operativo estará liderado por Luis Fondebrider, fundador del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF). Si bien no es habitual que una persona proveniente de uno de los países en conflicto lidere este tipo de misiones, el prestigio profesional de Fondebrider llevó a que tanto el gobierno kelper como el británico aceptaran.

Las autoridades locales aclararon que se trata de una investigación en curso por lo que todavía no se comprobó fehacientemente la existencia de las tumbas. El gobierno coordinaría una reunión con la Comisión de Familiares de Caídos en Malvinas e Islas del Atlántico Sur este lunes para brindar más información.

La Cancillería Argentina confirmó hoy que los acuerdos relativos a una segunda fase de la iniciativa humanitaria para dar respuestas a las familias de los soldados argentinos que cayeron durante la gesta por la recuperación de las Islas Malvinas se firmarán mañana en la sede que el Comité de la Cruz Roja Internacional posee en Ginebra, Suiza.

Según un comunicado difundido por el Palacio San Martín, estos acuerdos tendrán «la misma perspectiva humanitaria que tuvo la primera fase iniciada en 2012», que será la de llegar «a la identificación de los restos de los soldados que descansan en la tumba múltiple C1 10 en el Cementerio de Darwin de la isla Soledad».

«Es el resultado de una política de Estado que comenzó en el año 2012 y que ya permitió que, después de muchos años de espera, 115 familias puedan identificar y homenajear a sus seres queridos que dieron la vida por recuperar el ejercicio de la soberanía en las islas», destacó el secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur, Daniel Filmus, desde su cuenta de Twitter.

Firmarán en representación de Argentina el embajador ante los Organismos Internacionales de la ONU en Ginebra, Federico Villegas, su par británico y el presidente de la Cruz Roja, Peter Maurer, y se estima que las labores de identificación comenzarán en el mes de agosto.

«Se trata de un mandato que la Argentina y el Reino Unido le encomiendan al Comité de la Cruz Roja Internacional para que mediante su intervención neutral lleve a cabo las tareas de esclarecimiento de la referida tumba múltiple», se remarcó en el comunicado de la Cancillería.

Asimismo, se firmará un acuerdo entre Argentina, Gran Bretaña y el Comité Internacional de la Cruz Roja que establece «un nuevo Plan de Proyecto Humanitario con el marco legal y todos los detalles técnicos de las tareas forenses que serán requeridas».

Esos trabajos se realizarán en un sector del cementerio que había sido excluido del ámbito de aplicación del Plan de Proyecto Humanitario llevado a cabo en 2017 por no tratarse de una tumba anónima, indicaron fuentes de Cancillería.

La placa colocada en 2004 consignaba que en esa fosa se encontraban los restos del 1er Alférez de la Gendarmería Nacional Julio Ricardo Sánchez, así como de los soldados de la Fuerza Aérea Héctor Aguirre, Luis Sevilla y Mario Luna.

Tras recabar muestras de ADN de los familiares de los tres soldados, se comprobó, en el año 2018, que sus restos se encontraban en realidad en tres tumbas individuales, que permanecían con la nomenclatura “Soldado Argentino solo conocido por Dios”.

En atención a esta información se evidenció la necesidad de esclarecer la identidad de los restos sepultados en la tumba C1 10.

«Este acontecimiento representa la continuidad de una política de Estado que tiene como antecedente las tareas impulsadas por el Gobierno Nacional en 2012, cuando solicitó la colaboración del Comité de la Cruz Roja Internacional para hacer posible la identificación de 122 tumbas de soldados argentinos sepultados en el Cementerio de Darwin», reseñó el comunicado.

En aquella oportunidad se conformó una mesa de trabajo integrada por la Cancillería, el Ministerio de Justicia, el Equipo Argentino de Antropología Forense, la Escribanía General de Gobierno y el Ministerio de Desarrollo Social.

«La primera iniciativa humanitaria concluyó con éxito. Se identificaron 115 soldados, dando así respuesta a numerosas familias que ansiaban conocer el lugar de descanso exacto de sus seres queridos», puntualizó el documento.

El hallazgo de los restos fósiles de un ejemplar de titanosaurio que vivió hace unos 98 millones de años en Neuquén llamó la atención de investigadores argentinos y extranjeros, ya que podría ser el animal terrestre más grande alguna vez encontrado en la historia al rondar más de 40 metros de largo y probablemente superando las 70 toneladas de peso.

El hallazgo y la investigación, publicadas en la revista científica Cretaceous Research, también muestra que este ejemplar reveló la existencia de una nueva especie de dinosaurio que ayuda a comprender de manera más acabada la anatomía de estos gigantes, y a la vez brinda nueva información sobre la evolución de la masa corporal de la especie.

«Si bien se encontró hace un par de años, es tan grande el ejemplar que nos está llevando mucho tiempo extraerlo, lleva mucha logística pero justamente con los pocos materiales que se han recuperado corresponde sin dudas a uno de los dinosaurios más grandes, aunque todavía no podemos decir a ciencia cierta si es el más grande», dijo a Télam Alberto Garrido, geólogo de la Universidad Nacional de Comahue y director del museo de Ciencias Naturales «Juan Olsacher», quien trabaja en la excavación.

«A medida que vayamos recuperando más material y haya huesos que sean comparables con otros conocidos nos dará más certezas. Es un trabajo lento y minucioso», explicó.

«Lo llamativo es que los restos de los grandes titanosaurios son muy fragmentarios, aparecen 3 o 5 huesos y en base a eso el paleontólogo reconstruye al ejemplar en su totalidad. Hasta el momento, hasta donde llegamos con las excavaciones, viene articulado, entonces es un hallazgo formidable», destacó Garrido.

«Es interesante que comprobamos la antigüedad de 98 millones de años y, si bien existían huellas de grandes dinosaurios, hasta ahora no se habían encontrado restos de huesos. Sí de grandes carnívoros. Abre un panorama distinto para lo que se conocía», aclaró.

Según las estimaciones de los palentólogos, el ejemplar rondaría los 40 metros de largo y pesaría más de 80 toneladas, un porte que, de confirmarse, superaría en un 15 por ciento al dinosaurio más grande hallado hasta el momento, el Patagotitan mayorum.

«Uno de los temas de investigación más fascinantes en el campo de los dinosaurios saurópodos es la evolución del gigantismo. Este ejemplar se considera uno de los saurópodos más grandes jamás encontrados, probablemente superando en tamaño a Patagotitan», explicaron en la revista Cretaceous Research.

En la publicación aclararon también que este ejemplar muestra que el linaje de titanosaurios gigantes habría adquirido su gran tamaño muy temprano en su evolución.

«Si bien el análisis anatómico no nos permite actualmente considerarla como una nueva especie, la disparidad morfológica y la falta de elementos equivalentes con respecto a taxones coetáneos también nos impiden asignar este nuevo material a géneros ya conocidos», aclararon en el informe.

«Este conjunto de restos fósiles extremadamente grandes de la Patagonia ha contribuido a una mejor comprensión de las relaciones filogenéticas de los titanosaurios», agregaron.

Garrido contó que en la excavación también se encontró materia fecal fosilizada de dinosaurios carnívoros, integrada fundamentalmente hueso molido.

«Indudablemente pertenecían a carroñeros más pequeños que aprovechaban a este animal muerto», explicó.

Por último, el geólogo resaltó que este hallazgo llamó la atención a nivel internacional por el gran porte del ejemplar, al igual que otros fósiles previos que se encontraron en la Patagonia.

«Hay muchos países donde se encuentran hallazgos fabulosos, como en Estados Unidos y Canadá, donde se vieron que muchos ejemplares se conservaran de forma excepcional. Son muy conocidos, pero acá aparecen cosas nuevas, distintas», aseveró.

«Lo que tienen los hallazgos patagónicos es el gran porte de los dinosaurios, hay una suerte de tendencia de que aparezcan dinosaurios realmente gigantes tanto carnívoros como herbívoros y eso llama la atención a nivel mundial», concluyó.

Los materiales hallados se encuentran alojados en el Museo de Ciencias Naturales «Prof Dr. Juan Olsacher» de Zapala, dependiente de la Dirección Provincial de Minería de Neuquén.

La investigación es financiada por la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación, del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación; el National Geographic, el Ministerio español de Ciencia e Innovación y el Gobierno de Aragón. (Télam)

Las autoridades indonesias confirmaron que el Boeing 737-500 con 62 personas a bordo del que se había perdido la pista se estrelló en el mar de Java poco después de despegar este sábado de la capital, Yakarta. No hay sobrevivientes.

El vuelo SJY 182 de la aerolínea Air Sriwijaya se dirigía a Pontianak, en la isla de Borneo, y desapareció del radar cuando sobrevolaba la isla de Lancang, según confirmó el responsable del aeropuerto internacional Soekarno-Hatta, Haerul Anwar, al portal de noticias Sarang Berita. En el avión viajaban 56 pasajeros, incluidos tres bebés y otros siete niños, y seis tripulantes, precisó el el ministro de Transporte indonesio, Budi Karya Sumadi.

De acuerdo con la web de seguimiento FlightRadar, el avión perdió más de 10.000 pies de altitud en menos de un minuto, aproximadamente 4 minutos después de la salida de Yakarta.

 

Al parecer, los incas no fueron los primeros habitantes de los Andes, luego de cuatro años de trabajo, un equipo internacional y multidisciplinario de científicos y científicas, liderado por Ramiro Barberena, investigador independiente del CONICET en el Instituto Interdisciplinario de Ciencias Básicas (ICB, CONICET-UNCUYO), registró evidencia que marca un pulso de migración de grupos de agricultores de maíz entre los años 1270-1420 (d.C.), que antecede por algunas décadas la llegada del imperio Inca a los Andes centrales de Argentina y Chile.

Nueva metodología de estudio

El descubrimiento, financiado por National Geographic Society y publicado en Scientific Reports, es clave, ya que utiliza una metodología innovadora que permitirá reconstruir territorios humanos y migraciones del pasado en los Andes.

Luego de entender la variación del paisaje de estroncio en los Andes meridionales, entre el océano Pacífico en Chile y las tierras bajas orientales en Argentina, mediante estudios en restos de roedores con baja movilidad, los investigadores analizaron los valores de este elemento químico en huesos y dientes humanos de muestras excavadas en la década de 1930 y albergadas en el Museo de Ciencias Naturales y Antropológicas “Juan Cornelio Moyano” (Mendoza). Esta comparación les permitió reconstruir la movilidad humana de los últimos mil quinientos años en la zona, identificando grupos asentados en el valle de Uspallata y grupos de migrantes que llegaron a una región ya habitada.

“Nuestros huesos y dientes guardan un registro químico de los alimentos que hemos consumido a lo largo de la vida, así como de los territorios habitados. Los isótopos de estroncio (87Sr/86Sr) en huesos y dientes arqueológicos de individuos del pasado reflejan los sustratos geológicos que habitó. Dado que los dientes registran la señal territorial de la infancia, y que los huesos registran la de los últimos años de vida, al comparar ambos contamos con una entrada a la historia de vida de individuos, familias y grupos humanos del pasado”, explica el investigador.

Según el científico, los Andes del Sur de Argentina y Chile son el contexto geográfico ideal para aplicar esta innovadora metodología de análisis, ya que ambos lugares cuentan con una extraordinaria variación geológica en los tipos y edades de las rocas que componen el paisaje andino, entre el océano Pacífico y las tierras bajas áridas del Este de Mendoza. “Diseñamos este proyecto para rastrear los territorios humanos a ambos lados de los Andes y las conexiones trasandinas. En el caso específico en que se estudien restos humanos con una señal química distinta a la del lugar de entierro, se puede considerar que son migrantes del pasado”, detalla Barberena.

Los resultados obtenidos permitieron identificar un pulso de migración de agricultores de maíz en el período comprendido entre 1270 y 1420 (d.C.), lo que antecede por algunas décadas la llegada del imperio Inca a la zona.

“Los estudios de isótopos estables de carbono (13C), que son un indicador de la alimentación en el pasado, nos indicaban que tenían un consumo muy elevado de maíz, con lo cual muy probablemente eran sociedades agricultoras relativamente sedentarias o con baja movilidad. Cuando llegan los migrantes se produce una interacción con poblaciones locales que habitaban en Uspallata desde hacía al menos quinientos años. Es muy posible que existieran lazos sociales previos entre los migrantes y los locales, aunque no lo sabemos. Esto abre una ventana para estudiar la interacción entre distintos grupos sociales en un momento de cambio socio-político muy fuerte en todo los Andes, desde Bolivia y Perú hacia el Sur” , afirma el investigador.

Los científicos estudiaron, además, la morfometría de cráneos humanos y detectaron importantes diferencias cráneo-faciales entre los locales y los migrantes. Este análisis sugiere que había un paisaje social, biológica y culturalmente diverso antes de la llegada del Imperio. “El estudio morfológico de los cráneos, que desarrolló Lumila Menéndez, investigadora de la Universidad de Bonn en Alemania y el Konrad Lorenz Institute for Evolution and Cognition Research de Austria, indica que hay diferencias biológicas entre locales y migrantes, postulando que tienen genealogías ancestrales diferentes, que seguiremos estudiando mediante ADN antiguo. Asimismo, también había ciertas diferencias en prácticas culturales de tratamiento del cuerpo humano, como la deformación craneana, que probablemente era un símbolo social y fenotípico de la identidad”, detalla el científico.

El descubrimiento marca que esta afluencia migratoria se produjo durante un período de aumento demográfico regional a lo largo de los Andes y habría formado parte de un período generalizado de cambio en los patrones de asentamiento, intensificación económica, movimientos de población y mayor desarrollo de las identidades regionales que precedieron a la expansión del imperio Inca.

Fuente: El Diarioweb