El Intendente de Madryn presidió la ceremonia junto a funcionarios, concejales y autoridades de las Fuerzas de Seguridad.
Junto a la Viceintendenta Xenia Gabella, concejales de varios partidos políticos, y representantes de todas las fuerzas de seguridad de la ciudad, el Intendente Ricardo Sastre presidió esta mañana el acto en conmemoración del 167 Aniversario del fallecimiento del Padre de la Patria, José de San Martín.
Además se cumplen también este 2017, los 200 años del Cruce de los Andes, una epopeya que ha pasado a la historia como uno de los hechos de armas más grandiosos que ha visto el mundo.
El Gral. José de San Martín y el ejercito de los andes atravesaron la cordillera desde la región de Cuyo hasta Chile para enfrentar a las tropas de la corona española. La estrategia militar diseñada por San Martín fue impactante: logró completar el cruce de más de 5.000 personas en menos de un mes, reorganizar el ejército en cuatro días y ganar una batalla fundamental como fue la batalla de Chacabuco- y posteriormente cumpliendo el proyecto final de la liberación del Perú.
Transcurriendo el año del Bicentenario de esta hazaña mundial, se vuelve a rendir homenaje al General San Martín y el Ejército de Los Andes por sus sacrificios, valor y amor por la libertad y la independencia.
En Francia, el 17 de agosto de 1850, «el santo de la espada”, “el padre de la patria”, “el libertador de América”, dejó de existir. Su corazón descansa en Buenos Aires, en la Catedral de la Ciudad, donde dos Granaderos le rinden guardia permanente y brilla para él por siempre un fuego encendido.
Se realizó en el acto el descubrimiento de una placa recordatoria de los 80 años del Monumento que se encuentra en la plaza central de la ciudad. El mismo fue inaugurado en el año 1937 durante el mandato del intendente Raúl Daniel Padilla.
En el marco de este aniversario de la inauguración del monumento se contó con la presencia especial del vecino Antonio Nizetich, quien participó y recuerda aquella jornada histórica junto a su maestra de 1° grado Sara Bustamante.
Además hubo tiempo para disfrutar de “La Cueca de los 60 Granaderos”, presentación del ballet Estampa Cuyana, dirigido por el profesor Roberto Tello integrado por artistas pertenecientes también al Centro de Residentes Cuyanos.
Luego de este homenaje fue tiempo de acompañar a los alumnos de 4° grado de la Escuela Municipal N° 3 “Celina Balán de Padilla” que cantaron la Marcha de San Lorenzo, la más emblemática de las marchas militares Argentinas.
«HONREMOS SU GLORIA»
El Intendente Ricardo Sastre realizó un sentido discurso, indicando entre otros tramos que “la conciencia es el mejor juez que tiene un hombre de bien”, y dijo que «son palabras de un hombre que lo dio todo por su patria. No es un hecho menor que haya muerto en el exilio, sin retornar a la patria a la que había contribuido a poner de pie. Sus hazañas no fueron solo bélicas sino también están compuestas por gestos y palabras».
Destacó el Intendente que «el cruce de Los Andes y su visión de un continente emancipado, muestran a un hombre sin frontera para sus ideales. Su concepción de la empresa independentista era continental. Creía con pasión en la construcción de una patria grande. Libró batallas épicas para la Independencia Argentina. Liberó a Chile y con otros caudillos llegó con su aventura al Alto Perú.
Recorrer la vida de este prócer significa explorar sus convicciones a las que nunca renunció. Pasan los años pero lo que no pasan son sus pensamientos, verdadera enseñanza para quienes pretendemos un país mejor. En tiempos turbulentos, de intereses mezquinos, es bueno detenerse en la historia del precursor de nuestra propia historia, que exiliado, pagó con la tristeza de la lejanía todo lo que había hecho por su patria.
Sastre pidió que «honremos a San Martín cada día como el héroe que fue, tomemos de su acción y sus ejemplos nuestras conductas cotidianas. Pensemos en un país tirando todos para el mismo lado. Haciendo lo que tenemos que hacer desde el lugar que nos toque ocupar».
Y cerró con una frase, aplicable a cualquier tiempo y espacio, inmortalizada por el mismo San Martín: «La soberbia es una discapacidad que suele afectar a pobres infelices mortales que se encuentran de golpe con una miserable cuota de poder».