Municipalidad de La Plata cuantificó que hay 620 edificios menos y 18.600 menos puestos de trabajo
La Municipalidad de La Plata estimó que, a raíz de los “sobrecostos” generados en el valor de la construcción a raíz de los requerimientos planteados por la seccional local de la Uocra, que encabezaba el ahora detenido Juan Pablo “Pata” Medina, en la capital bonaerense se dejaron de construir 620 edificios por año, una inversión equivalente a 31.000 millones de pesos y con impacto sobre las posibilidades de empleo de 18.600 personas.
Así lo señaló en un informe que presentó ante la Justicia Federal de Quilmes, que investiga al ahora detenido y desplazado titular de la Uocra seccional La Plata, Juan Pablo “Pata” Medina, en el que, incluso, calculó en el orden de los 623 pesos por habitante platense, el sobrecosto promedio existente en la construcción de edificios.
El trabajo de la Municipalidad de La Plata, encabezada por Julio Garro, señala que se dejaron de construir 620 edificios por año a raíz de los “sobrecostos” que generaban los requerimientos de la Uocra y estima que la inversión no realizada fue del orden 31 mil millones de pesos anuales.
Medina se encuentra detenido desde el martes último por los presuntos delitos de asociación ilícita, lavado de activos y extorsión.
En ese marco, la comuna platense presentó ante el juez Luis Armella un trabajo, al que tuvo acceso Télam, que señala que, de las obras de los 80 edificios que actualmente se construyen en La Plata, “el sobreprecio es de 407 millones de pesos”.
En el informe se detalla que el valor del metro cuadrado de un edificio promedio en la ciudad de La Plata es de 25 mil pesos -39 por ciento de mano de obra y 61 por ciento de materiales- y se añade que existe una disminución de la productividad de los empleados de la construcción “al obligarse al empleador a tomar mano de obra obligatoria de una bolsa de trabajo” de la Uocra “donde aproximadamente el 50 por ciento” de sus trabajadores “tiene baja o nula productividad”, lo que genera un impacto por metro cuadrado de 3.395 pesos.
«Dado que un edificio en promedio construyen 1.500 metros cuadrados, se calcula que el sobrecosto promedio de una obra de 80 edificios es de 407.442.885 pesos, lo que representa el 0,01 por ciento del Producto Bruto Geográfico de la Provincia de Buenos Aires (PBG), o 623 pesos por habitante de la ciudad de La Plata como sobrecosto en la construcción de edificios”, precisa el informe de la comuna.
Desde la administración de Garro precisaron que, “en resumen, la inversión no realizada por los mayores sobrecostos se estima en 31.000 millones por año, considerando el tope máximo de 700 edificios por año”.
Según las estimaciones realizadas desde el Municipio, dado que una obra de 1.500 metros cuadrados promedio emplea en promedio a 30 personas, las 620 obras que se han dejado de llevar a cabo representan un impacto sobre el nivel de empleo de 18.600 personas, las cuales se han quedado sin trabajo en las obras de vivienda multifamiliar y ello representa un impacto del 6,7 por ciento del empleo total y de un 57 por ciento del empleo total del sector construcción.
«Se terminó la protección judicial de una minoría que empleaba la extorsión para negocios personales”, sostuvo Garro, quien indicó que “las amenazas y los aprietes se tradujeron en una menor inversión de la obra privada y, por lo tanto, en menos puestos de trabajo para la construcción”.
El jefe comunal graficó “que, mientras que en Mar del Plata y Bahía Blanca aumentó la participación de la construcción privada en el empleo, en La Plata se redujo y se perdieron cerca de 18 mil puestos de trabajo”.
Sostuvo que “estos sobreprecios desalentaron la inversión privada, que migró hacia otras ciudades porque los constructores eran obligados a pagar mano de obra con valores por encima del convenio que no se traducían en mayor productividad”.
Garro destacó que “esto también provocó que muchas licitaciones para hacer obra pública quedaran desiertas por miedo a los aprietes que se sucedían luego de adjudicarse la obra” y añadió que, ahora, están “tranquilos” porque “los empresarios van a volver a invertir y los obreros van a poder trabajar con reglas claras, sin que nadie les pida nada por fuera de la ley”.