El uso de las bicicletas se incrementó notablemente en los últimos años en la Ciudad de Buenos Aires como método de transporte alternativo. Esta ley regula la convivencia con los ciclorodados eléctricos, autoriza como potencia máxima del motor auxiliar unos 500 Watts y limita la velocidad en 25 km/h. El motor eléctrico tiene tres marchas, no produce sonido ni gases tóxicos.
La norma califica a esta clase de rodados como “vehículo de dos o tres ruedas, con motor eléctrico auxiliar e impulsado por el esfuerzo de quien lo utiliza, cuya potencia disminuye progresivamente, y que finalmente se interrumpe cuando el vehículo alcanza una velocidad de 25 km/h, o antes si el ciclista deja de pedalear”.
Las bicicletas de motor eléctrico con pedaleo asistido son modelos que se cargan en cualquier tomacorriente. Este transporte liviano permitirá a los porteños hacer recorridos más largos´.
El ciclista puede optar por tres marchas: Alta, que brinda la mayor asistencia en los pedales, para terrenos con muchas cuestas. Normal: el más utilizado en zonas urbanas, seteado para cambios de velocidad, semáforos, congestiones de tránsito y modo Eco, para viajes de larga distancia. La autonomía de la bateria para el primer caso es del 60 km, el segundo 85 y el tercero 125. La batería necesita estar tres horas cargándose, y se hace de la misma manera que un celular. En viaje, cuando la batería se agota, la bicicleta funciona como una normal.
“La bicicleta eléctrica con pedaleo asistido ayudará a integrar a otros actores que hoy en día no pueden utilizarla, como los adultos mayores, personas con discapacidad, o mujeres embarazadas”, pero existe una restricción para menores de 16 años.
Como requisito de seguridad para habilitar su circulación por la vía pública se exige un sistema de frenos que actúe sobre las ruedas y que se accione desde el manubrio; una bocina que permita llamar la atención bajo condiciones de tránsito mediano; un espejo retrovisor colocado en forma tal que permita al conductor ver por lo menos a 70 metros de distancia; un elemento catadióptrico rojo en la parte trasera y otro blanco en la parte delantera. Además, en marcha nocturna, se debe utilizar una luz de color rojo orientada hacia atrás y una luz de color blanco o destellador orientada hacia adelante, ambas visibles a no menos de cien metros en el sentido correspondiente.