El Gobierno intensificó las medidas para ayudar a las zonas forestales que sufren los incendios, agravados por la ola de calor. El escenario más complejo se registra en La Pampa, donde ya se quemaron unas 5.000 hectáreas de campo en la primera semana del año, alcanzando un total de 130.000 en la temporada alta de riesgo de incendios, que comenzó en noviembre pasado y finalizará en marzo.
En Mendoza, dos aviones observadores y dos hidrantes del SNMF colaboraron en la localidad de Corral de Lorca, departamento de General Alvear, para combatir dos focos que, favorecidos por fuertes vientos, afectaron una zona de campos de aproximadamente 45.000 hectáreas.
Por su parte, la Administración de Parques Nacionales (APN) advirtió que en sus predios sólo se puede hacer fuego en los lugares habilitados cuando el índice de riesgo es «bajo o moderado», al brindar una serie de recomendaciones para prevenir los incendios forestales durante el verano. El organismo recordó, en un comunicado, que las altas temperaturas aumentan el riesgo de incendios forestales, por lo que pidió a los visitantes de los Parques Nacionales que se informen «sobre el índice de incendios forestales que se actualiza diariamente».
Otro factor determinante en la prevención es apagar el fuego correctamente, con abundante agua, remover las cenizas para verificar que no queden brasas encendidas, arrojar agua sobre las piedras y alrededor de la fogata, y asegurarse que el lugar quede frío.
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