La mujer nunca había manejado y tras obtener el carnet, el municipio le brindó un agasajo público. Luego se despistó con su auto y cayó hacía un barranco. Ocurrió en Alginet, España.
La edad no es un impedimento para nada. Con esa certeza, Hermenegilda Trinitaria Cebrián Anaya, de 84 años, se propuso obtener, por primera vez en su vida, el registro de conducir. Se preparó, tomó clases y rindió el examen sin ningún inconveniente. Sin embargo, días después estuvo al borde de la tragedia.
Oriunda de la ciudad valenciana de Alginet, en España, la mujer, a la que todos llaman Trini, se veía obligada a tomar un taxi para ir a visitar a sus amigas o a hacer compras, pero sus ingresos no daban para tanto. Por eso, se acercó a una escuela de conducción y comenzó a tomar clases.
“Yo tengo un espejo en la habitación y cuando me miro, no me creo que tenga 84 años. No tengo ningún secreto. Vivo el hoy. Ayer ya pasó y mañana ya vendrá. Simplemente me baso en esa filosofía de vida”, explicó. Durante las clases, Trini se sintió una más, pese a estar rodeada de jóvenes, y logró aprender rápidamente a manejar.
Cuando ya estaba lista, se presentó a rendir los exámenes y aprobó el teórico y el práctico sin ningún error, por lo que consiguió el tan ansiado carnet de conducir, por un plazo de un año. Su caso se conoció rápidamente, por lo que el ayuntamiento de Alginet le preparó un agasajo público. “Sus ganas de aprender son un ejemplo para todos los vecinos y vecinas, aunque para ella sea algo natural”, declaró la edil Ana Gómez.
Milagro
En los días siguientes, los vecinos de la ciudad podían ver a Trini yendo de un lado a otro con su auto. Sin embargo, algo falló. Cuando los bomberos recibieron un aviso de un accidente en un barranco de la zona, organizaron un importante operativo para asistir a las posibles víctimas.
Al llegar, se sorprendieron al ver que, en el pequeño vehículo rojo, estaba Trini. No había pasado ni una semana desde que había conseguido la licencia. De inmediato, la retiraron y la trasladaron, con algunas lesiones, a un centro médico. Mientras se recupera, Trini promete no rendirse y volver a conducir.
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