El atacante del PSG contó que tuvo que tratar el tema con un psicólogo.
Angel Di María varias veces quedó en el centro de las críticas. Por lesiones en momentos decisivos, por rendimientos flojos cuando más lo necesitaba el equipo o por simples malas decisiones dentro de la cancha. Fue uno de los chivos expiatorio preferidos de hinchas y periodistas para golpear a la Selección cuando estaba en el piso.
¿Cómo es vivir ese ataque en carne propia? A eso se refirió Fideo en una interesante entrevista en TyC Sports. «Las críticas y los memes que salen, aunque parezca que no, te duelen, te lastiman muchísimo y te hacen pensar muchísimo. Una de las cosas por las que por las que a veces uno piensa o pensó en dejar, es por eso», confesó el rosarino en Líbero.
“A mí me ayudó mucho el psicólogo. Poder hablar, descargarme. Me ayudó muchísimo y me dio a entender muchas cosas. Queda feo decirlo, pero muchas de las cosas que aprendí y me di cuenta es que para la gente que está atrás de una computadora o un teléfono es fácil poder hablar, criticar, decir. Esas cosas me ayudaron mucho y por eso ahora mi cabeza está bien. Me siento bien», explicó el atacante del PSG que ahora disfruta de un gran momento.
En la previa de la esperada serie de Liga de Campeones frente a su ex equipo Real Madrid, Di María habló del gran objetivo de este año: el Mundial de Rusia.
En este sentido, aclaró que no se siente titular indiscutido y dio detalles de una charla con el entrenador, Jorge Sampaoli.
“Yo no me siento titular indiscutible. El único que siempre debe estar es Leo (Messi) y los demás tenemos que pelear por estar ahí. Cuando Sampaoli viene a hablar le digo siempre lo mismo, que no me siento intocable. Pero uno trata de hacer lo mejor en cada partido. Cada vez que visto la camiseta de la Selección trato de dar siempre lo mejor para que todo el mundo esté contento. Principalmente yo, porque soy uno de los que llega a casa y me tienen que aguantar todo el mundo con la cara de ojete, para decirlo bien. Es difícil a veces cuando te critican tanto, cuando te dan tanto de todos lados».
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