«Dicen que no tienen vida / Dicen que no tienen voz»
«Acá están los que marchamos / Por la vida de los dos»
Bastó que un grito entonara el cantito inicial para que el resto acompañara. Eran más de 80 personas agrupadas en el hall del edificio anexo de la Cámara de Diputados. Detrás de ellos varios bancos de madera con cajas, cuadernos anillados y fichas firmadas por escribanos y jueces del todo el país. En ellas, las firmas, los nombres y el documento de identidad de 416 mil personas que conforman la Unidad Provida, el grupo de más de 100 organizaciones que le dice que no a la legalización del aborto.
Inicialmente se habló de casi 200 mil firmas. Sin embargo, Alejandro Geyer, organizador y coordinador de «Marcha por la Vida», le confirmó a Infobae que recoletaron 417 mil rúbricas que se oponen al proyecto de aborto legal, seguro y gratuito que se trataría en la Cámara baja el próximo 13 de junio.
«Las juntamos de distintas organizaciones Provida. Se ve que hubo una respuesta muy importante. Todas las firmas han sido controladas, intervinieron jueces y escribanos y fueron presentadas en las comisiones. Son las voluntades de miles de personas que están lejos y quieren expresarse. En pocos días llegarán unas 100 mil firmas más de otras provincias del interior», explicó Geyer.
El coordinador de «Marcha por la Vida» agregó: «Los diputados están expresando lo mismo que hicimos y dijimos en las marchas. Cuando los diputados pidieron el voto en las últimas elecciones, salvo los de izquierda que fueron muy honestos, ningún otro partido habló del aborto en campaña. Fue una sorpresa».
«Vamos a llegar al millón», esbozó una mujer, a la pasada, mientras flamea el pañuelo celeste que lleva inscripto «Salvemos las 2 vidas». Detrás de ella, un hombre sostiene el mástil que lleva la bandera argentina. «Legal o no legal, el aborto mata igual», gritó entre la multitud para que todos lo acompañen.
Las firmas fueron presentadas por tres personas identificadas como «sobrevivientes del aborto». Se trata de María de la Paz Rodríguez Coronel, asistente geriátrica, hija adoptiva gestada tras una violación; Karina Etchepare, abogada, nació luego de que su madre fuese violada con 14 años; y Javier Walter, ingeniero, que nació de un embarazo no deseado y fue criado por una familia adoptiva.
«La cantidad de firmas que tenemos nos demuestra que estar en contra de la legalización es el sentir de la gran mayoría de los argentinos en todo el país», expresó Walter. «En los próximos días estarán llegando miles de voluntades más que no las podemos tener por problemas logísticos», agregó Etchepare.
La abogada también sostuvo que «frenar esta ley permitirá que miles y miles de bebés, como alguna vez fuimos nosotros, no mueran injustamente. Vulnerando el derecho más importante de todos: el derecho a la vida. Sabemos que los diputados y senadores tienen presiones y condicionamientos de diferentes sectores, y que a través de ellos nos quieren convencer de que la libertad y la protección de las mujeres consiste en eliminar sistemáticamente la vida de otros seres humanos. Indefensos, únicos e irrepetibles».
Rodríguez Coronel, en tanto, dijo a Infobae: «Estoy muy emocionada. Exponer el dolor que uno lleva adentro es muy difícil. Vengo a pedir que Argentina no sea el país de la muerte. Los diputados juran hacer cumplir las leyes y los derechos y se olvidan del primero: el derecho a la vida».
«Quienes están a favor no saben lo que piden. Si vieran cómo sale el bebé vivo de sus pancitas… Yo defiendo lo que soy. Pase lo que pase vamos a seguir luchando. De las mujeres que mueren haciéndose aborto clandestino puedo decir que exponen su vida y la del bebé. Nadie les pone un arma en la cabeza para que vayan y aborten, entonces si no valoran la vida no tienen nada que decir», manifestó la asistente geriátrica.
Cornelia Schmidt (Cambiemos), Carmen Polledo (Cambiemos) Gabriela Burgos(UCR), Jorge Enríquez (Cambiemos), Gisela Scaglia (Cambiemos), Marcela Campagnoli (CC), Carla Pitiot (Frente Renovador) y David Schlereth(Cambiemos), fueron algunos de los diputados que estuvieron presentes en la entrega de las firmas.
Detrás de la multitud, un hombre que lleva un pañuelo en su cuello con los colores de la bandera argentina levanta un cartel que dice: «Cambiemos: no los votamos para esto». Al rato lo da vuelta para exponer lo que dice del otro lado: «‘Ellas’ insultan a Macri, sus ‘ministros’ las apoyan».
Respecto a la última marcha de Ni Una Menos, Geyer consideró que «se mezcló todo. Estamos a favor de ese movimiento, pero que se utilice una marcha para expresarse a favor del aborto… Bueno, estamos en democracia y cada uno puede expresar su voluntad. Ahora pasa al recinto y veremos qué pasa».
«No se debería despenalizar el aborto como no debería hacerse con el robo o un asesinato. Los médicos se han cansado de demostrar que la vida comienza en el mismo instante de la concepción. Lo que proponemos es que hay soluciones alternativas enormes para salvar las dos vidas. Mi pregunta es: llegamos a la semana 14, ¿en qué momento empieza la vida? ¿Cinco minutos antes o cinco minutos después», agregó.
«Agradecerles a todas las organizaciones por el esfuerzo hecho, que se han expresado de esta manera democrática. Para nosotros es un orgullo que tantas diputados y tantos diputados, también senadores, nos hayan acompañado. Es sumamente positivo sólo que estén. Quiero rescatar algo muy importante: sigamos hablando y sigamos contagiando nuestro mensaje, que es salvar a las dos vidas», dijo Carmen Polledo, diputada nacional por el interbloque Cambiemos.
Las organizaciones que recogieron las firmas estuvieron encabezadas por el pastor evangélico Alejandro Rodríguez y representantes de organizaciones provida como Más Vida y Citizen Go y organizaciones independientes. «Las firmas, que fueron recolectadas por muchas organizaciones a lo largo y a lo ancho del país, fueron llegando en el transcurso de la semana pasada, y hasta el día de ayer, y fueron compiladas en la sede de JUCUM (Juventud con una misión), quienes coordinaron desde un primer momento el trabajo de firmas» indicó Ayelén Alancay, vicepresidente de +Vida.
Sobre el final, el hombre del mástil alzó la bandera y entonó el himno argentino.El resto se sumó a su grito de forma automática. «Viva la patria», gritó tres veces, las mismas que el «Viva» le respondió sus efusivas expresiones.
Infobae