La tranquilidad cambiaria de principio de semana quedó más atrás de lo que parece. El dólar comenzó este viernes su tercer día de escalada con un salto de casi 1,22 centavos y llegaba a $ 29,90 en algunos bancos. En la mayoría de las entidades oscilaba entre $ 29,10 y 29,90. El jueves había cerrado a $ 28,68.
En el mercado mayorista, donde operan bancos, empresas y el Central, la divisa llegó a subir 85 centavos, a $ 28,95, pero luego empezó un camino descendente que podría verse reflejado en el minorista.
Las subas se están dando pese a las subastas diarias del Banco Central, que decidió elevar de 100 a 150 millones las licitaciones de jueves y el viernes.
«La ampliación del monto de la subasta del Banco Central no tuvo mayor influencia en la evolución de la cotización del dólar que otra vez se acercó a los niveles registrados a mediados de mes cuando se alcanzaron los máximos históricos. El cierre de junio mantuvo la presión sobre los precios como consecuencia de lanecesidad de conseguir cobertura, pero esta vez en un escenario que se mantuvo complicado por el exceso de demanda en el mercado», indicó Gustavo Quintana, de PR Corredores de Cambio.
El jueves, la divisa subió 2,4% y acumula un alza de 51% en el año. Este viernes también subía otro 2,4%.
La suba del dólar contra el peso se dio el jueves en medio de un día calmo para el resto de las monedas emergentes. El viernes, el dólar subía apenas 0,24%, a 3,87 reales, en Brasil.
El índice que mide al dólar contra las principales divisas del mundo viene dando señales de que la moneda estadounidense está fortaleciéndose. Se trata del DXY Index, que el jueves quedó en 95,3, que estaba en 89 en mayo de este año. Esa suba marca el fortalecimiento del dólar, y mueve el flujo de fondos, que están saliendo de los mercados emergentes y posicionándose en moneda dura, aunque los retornos sean menores.
Esa salida de dinero de los mercados emergentes la sufre la Argentina más que ningún otro mercado, por su alta dependencia del financiamiento externo. Esto se puede observar tanto en la caída de los precios de las acciones como de los títulos públicos.
Clarín