¿Cómo de baja es la temperatura más fría a la que puede llegar la Tierra? Al parecer, más fría de lo que pensábamos.
Un nuevo estudio publicado en la revista Geophysical Research Letters muestra que el análisis de los datos de satélite evidencian que los valles en las capas de hielo de la Antártida pueden alcanzar cerca los -100 ºC. Esto es significativamente inferior al registro de – 93 grados Celsius observado en la misma área.
Los científicos alcanzaron este nuevo dato tras analizar de nuevo las lecturas de los satélites de observación de la Tierra. En 2013, un equipo de científicos del Centro Nacional de Datos sobre Nieve y Hielo de la Universidad de Colorado Boulder (EE.UU.) anunció haber encontrado temperaturas superficiales de -93ºC en varios puntos de la Meseta Antártica Oriental; ahora, al recalibrar estas lecturas con datos actualizados tomados de estaciones meteorológicas en el terreno, han descubierto que los sitios más fríos en realidad son mucho más fríos de lo se creía: alcanzan los -98ºC.
Estas temperaturas se observan durante la noche del Polo Sur y «parecen ser tan bajas como es posible alcanzar», según el equipo internacional de investigadores que trabajaron en el estudio. Dichas temperaturas bajo cero se mantienen hasta 3 metros de profundidad.
El nuevo estudio de los datos también arrojó algo interesante acerca de cómo se producen estos mínimos récord: para alcanzar este punto bajo no solo son necesarios cielos despejados, sino que el aire también debe ser extremadamente seco, porque cualquier vapor de agua en el aire tiende a calentarlo, aunque ligeramente.
Los científicos analizaron los datos de los satélites Terra y Aqua de la NASA, además de los satélites ambientales Polar de la NOAA (National Oceanic and Atmospheric Administration’s), registrados entre 2004 y 2016. Los mayores descensos de temperatura ocurren durante la noche durante el invierno en el hemisferio sur, que se corresponden con los meses de junio, julio y agosto.
Los investigadores afirman que la temperatura podría descender aún más, aunque se necesitaría una inusual cantidad de cielos despejados y aire seco para conseguirlo.
Encontraron docenas de sitios con temperaturas tan frías; sin embargo, teniendo en cuenta que la misma temperatura se registró en varios lugares a lo largo del glaciar, incluso a muchos cientos de kilómetros de distancia, los científicos creen que este podría ser el límite de temperatura más baja en la Tierra.
Y podría ser un registro que no se rompa en mucho, mucho tiempo.
El aumento de los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera y los niveles elevados de vapor de agua como resultado, representa que las condiciones necesarias para temperaturas súper frías son cada vez más raras.
«Los procesos radiactivos que controlan las bajas temperaturas de la superficie y del aire, y la composición cambiante de la atmósfera, implican que en el futuro podemos ver menos eventos de temperaturas extremadamente extremas», escriben los autores.
Fuente: Muy Interesante