Nahuel Beber, de 17 años, estudiante del último año de la escuela técnica 725, de Sarmiento, el viernes último tuvo que aplicar la maniobra de Heimlich para salvar a Brenda, que sentada frente a él, se ahogaba.
El hecho ocurrió cuando los estudiantes realizaban sus prácticas profesionalizantes. Una joven se atragantó con pan y un compañero reaccionó de inmediato y aplicó la técnica de primeros auxilios que aprendió con el taller “RCP en las escuelas”.
“Eran las 8.30 del viernes y estábamos tomando mate y comiendo pan, haciendo chistes, riéndonos. En un momento Brenda empieza a toser sin parar y se ponía cada vez más colorada. Le pregunto si estaba bien y me hace señas de que no puede respirar, entonces me puse rápido atrás y empecé a hacerle la maniobra de Heimlich, que me había enseñado en la escuela el profe Gerónimo”, contó el protagonista.
El acuciante momento se vivió mientras estudiantes se encontraban en una chacra, a diez kilómetros de la escuela, donde realizan sus prácticas profesionalizantes.
Brenda y Nahuel egresan este año de la escuela técnica agropecuaria. Son compañeros desde primero. El año pasado, gracias al programa RCP en las Escuelas, aprendieron la importancia de conocer los procedimientos de RCP y Heimlich, para aplicar en momentos extremos de la vida cotidiana, como el que vivieron ayer.
Para el profesor que realiza las capacitaciones en la Región V, Gerónimo Actis, la decidida acción de Nahuel es la demostración fiel “de que los chicos logran apropiarse de lo que se transmite en las escuelas con este proyecto. Es una satisfacción muy grande ver que muchos, como Nahuel, dimensionan la importancia de lo que les estamos enseñando, se lo apropian y están preparados para actuar”.
El año último, a través de este programa que lleva adelante la Dirección General de Educación Física y Deportes del Ministerio de Educación, se capacitaron 9.800 estudiantes. Este año, en los últimos dos meses, ya son 3200 los estudiantes que participaron del taller en toda la provincia.
Conocer, actuar y salvar una vida
“Jamás pensé que iba a tener que salvar a una compañera. Esa capacitación es muy importante. No son técnicas complicadas, sí requieren decisión para actuar rápido y no quedarse paralizado por el miedo; cualquiera puede necesitarla y por eso los chicos y los grandes deben aprender a hacerla”, dijo Nahuel un día después del momento de angustia que vivieron todos.
Cuando Brenda se ahogó con un trozo pequeño de pan, estaban cerca suyo tres adultos tutores de la pasantía y otros compañeros. También estaba Nahuel, el único que reaccionó ante la situación.
“Fue la primera vez que viví por suerte una situación así; traté de no pensar la gravedad de lo que ocurría para que el miedo no me paralizara. Si tengo que explicar qué sentí en ese instante, fue como adrenalina, mucha decisión parar aplicar la maniobra. Decidí actuar antes que pensar, me acordé rápido lo que nos habían enseñado en la escuela y lo apliqué”, contó.
“Es verdad que cuando nos lo enseñan, como trabajamos con muñecos, no dimensionamos la importancia de las maniobras ni llegás a imaginar que algún día lo vas a hacer con una persona; pero es súper importante esa capacitación”, insistió.
La maniobra de Heimlich, llamada compresión abdominal, es un procedimiento de primeros auxilios para desobstruir el conducto respiratorio.
Se aplica cuando una persona sufre atragantamiento. Hay que colocarse por detrás de ella, rodeándola con los brazos a la altura del abdomen. Uno de los puños debe colocarse apenas por encima del ombligo y lejos de la boca del estómago. La otra mano debe rodear el puño y se debe comprimir a la persona, con fuerza, para que elimine el cuerpo que provocó el atragantamiento. Si cae inconsciente, se debe llamar de inmediato a una ambulancia y comenzar a aplicar la técnica de RCP.