Según la mitología griega, las amazonas eran las habitantes de un pueblo en el que solo vivían mujeres. Todas eran guerreras y descendientes de Ares, dios de la guerra, y de la ninfa Harmonía.
Se dice que Amazona quedaba algún lugar cerca de lo que hoy se conoce como Danubio en Italia. Esta ciudadela estaba gobernada por una reina y no existía la presencia del hombre ni siquiera como jefe de familia, la única manera de que ellos vivieran en su comunidad era bajo la figura de sirvientes.
Para procrear, las amazonas tenían relaciones con hombres extranjeros y solo se quedaban con las niñas que nacieran. Si el bebé nacía varón, algunas leyendas dicen que los mutilaban o los dejaban ciegos.
A las niñas las criaban desde pequeñas para ser guerreras fuertes. Por ley a todas se les debía mutilar un seno para facilitar el uso del arco y el buen manejo de la lanza. Este sería el origen de su nombre, porque ‘amazonas’ proviene del griego ‘amazós’ que significa ‘sin pecho’.
Artemisa era la diosa guía de ellas, incluso se les atribuye la construcción del Gran Templo de Artemisa por su gran devoción.
En la mitología, frecuentemente se narran enfrentamientos entre ellas y los héroes griegos más destacados, como la batalla entre Aquiles y Pentesilea en la guerra de Troya que terminó con la muerte de la reina de las amazonas.
En el arte, las guerreras eran representadas siempre en batalla contra los guerreros griegos o heridas producto de esos encuentros.
Fuente: culturizando.com