La pena que siento hoy, como seguramente muchísimos vecinos de Puerto Madryn, es porque se fue una gran persona, que logró con su sencillez, con su humildad, con su andar campechano quedar en el corazón y en el recuerdo de todos.
No pasaba desapercibido cruzarse con Victoriano caminando y haciendo los mandados del brazo de Mirta; el que nos conociera a todos, que nos dedicara dos palabritas; eso que saben hacer bien los hijos de este pueblo, pero sobre todo que sabía hacer bien Victoriano.
Que tuvieras la humildad de dedicarme unos minutos para hablar de actualidad, de lo que veías y querías para Madryn, con el profundo respeto y cariño que te tengo, fue tan importante como enaltecedor.
Este Intendente que no le pesaba haber sido Intendente en el gobierno defacto, porque supo reivindicarse con el voto popular en dos oportunidades. Y eso no lo hizo arrogante, sino que por el contrario este “Hijo del Cazonero” – como pregona su autobiografía– fue un abanderado de la humildad y del trabajo, de la planificación y la rectitud en los actos y ese es su legado.
Hoy Madryn está de luto, porque se nos fue un amigo de todos. Hoy todos, sentimos verdaderamente este amargo pesar por su partida. Y estoy convencido que es justamente por eso: porque la honestidad, porque la honradez y lo buena gente te caracterizó y eso te hizo dueño indiscutible del cariño de tu pueblo. Orgulloso de vos Victoriano y un apretón fuerte para cada una de sus hijas, para Jimena, Natalia, Cecilia e Ileana, para su compañera de toda la vida Mirta y cada uno nietos y amigos.