La ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, aclaró hoy que «todavía no es un hecho» que el Gobierno vaya a habilitar un bono de fin de año para los sindicatos, a fin de contener la conflictividad gremial y, quizás, desactivar el nuevo paro general que prepara la CGT para fin de mes.
Al retirarse de una reunión del Gabinete nacional realizada en la Casa Rosada con la presencia del presidente Mauricio Macri, Stanley dijo que «no fue un tema» que se haya tratado en ese encuentro la posibilidad de que el Gobierno otorgue un bono para fin de año a los trabajadores.
«No es un tema que se haya discutido en el Gabinete nacional, el ministro (de Producción y Trabajo, Dante) Sica puede estar discutiendo este tema con la CGT, pero todavía no es un hecho», señaló la titular de la cartera de Desarrollo Social al término de la reunión de ministros. Stanley planteó que «lo único» que está anunciado en materia de beneficios dispuestos por el Gobierno alcanza a «personas que cobran asignación universal por hijo de 1.500 pesos».
En tanto, Sica tendría previsto recibir este martes a dirigentes de la CGT y empresarios para comenzar a hablar sobre la posibilidad del bono de fin de año, pero lo cierto es que la Casa Rosada aspira a que con una medida de esa índole la central obrera deseche el paro general del que viene hablando hace semanas, por lo cual se esperan duras negociaciones.
Sucede que la central conducida por Héctor Daer y Carlos Acuña seguramente hará una contraoferta en la que pedirá mayores beneficios a los que propondrá el Gobierno y, al respecto, trascendió que buscarán que sean dos los bonos compensatorios por la inflación, uno en diciembre próximo y otro para enero o febrero.
La Casa Rosada estudia este pago extra debido a las últimas paritarias que firmaron gremios de peso como Camioneros y Sanidad, por encima del 40% de suba, lo cual desató preocupación en el oficialismo y en el sector empresario ante la posibilidad de que se genere un efecto en cadena con todos los gremios reabriendo las negociaciones y reclamando cifras similares de recomposición salarial.
Todo esto sucede con la posibilidad firme de que la CGT concrete el quinto paro general de la era Macri, lo cual podría producirse en la última semana de este mes, en coincidencia con la cumbre del G-20 que se realizará en Buenos Aires los días 30 de noviembre y 1 de diciembre. Esta nueva huelga sería por 36 horas y podría anunciarse su fecha el próximo jueves en una reunión de Consejo Directivo a la que convocó la CGT en su sede de la calle Azopardo.
Por eso, Sica llamaría a los popes de la CGT para este martes a fin de iniciar una negociación a contrarreloj para tratar de suspender la convocatoria a la medida de fuerza. Por su parte, en medio de la dura interna que atraviesa la CGT, los sectores más «combativos», con Hugo y Pablo Moyano a la cabeza, apenas se conoció la noticia de que podría abrirse un proceso de negociación con el Gobierno, le advirtieron a la conducción: «Que se haga cargo la CGT del paro de 36 horas que había anunciado».
El Intransigente