Un adolescente chubutense de 15 años se convirtió en el primero en América latina en recibir el implante de un cardiodesfibrilador subcutáneo, una tecnología innovadora que, al igual que los endovenosos convencionales, permite prevenir la muerte súbita en personas con cardiopatías, pero reduciendo el riesgo de infecciones en válvulas cardíacas y de estrechamiento venoso.
La intervención, realizada por profesiones del ICBA -Instituto Cardiovascular de Buenos Aires-, consiste en la colocación debajo de la piel de la zona torácica, de un dispositivo de 130 gramos de peso que consta de un catéter y un generador, y tiene la capacidad de medir el ritmo cardíaco realizando una descarga eléctrica cada vez que detecta una arritmia maligna que suponga riesgo de vida para el paciente.
«Si bien en Argentina había casos reportados en adultos, este fue el primero que se hizo en un adolescente, algo que no había ocurrido hasta ahora porque la indicación de estos dispositivos es muy específica o acotada en miocardiopatías -como la hipertrófica- con riesgo con muerte súbita, una patología cuya incidencia en este rango de edad es muy baja», aseguró a Télam la cardióloga María Amalia Elizari, jefa de la sección Cardiopatías Congénitas del Adulto del ICBA.
Y que además sea la primera intervención de este tipo en América latina está vinculado con «el nivel destacado que ocupa Argentina en el manejo de las arritmias», que «es de primera línea y está a la altura de otros centros de referencia a nivel mundial».
El adolescente en cuestión había sido derivado al Instituto luego de haber sufrido desmayos mientras practicaba actividad física, síntomas de la miocardiopatía hipertrófica que lo aqueja, y que se caracteriza porque el músculo del corazón tiene un engrosamiento anormal.
Tras evaluarlo, los especialistas del ICBA, que cuenta con un área de atención de pacientes portadores de cardiopatías congénitas y una Clínica de Miocardiopatías, decidieron que el cardiodesfibrilador cutáneo era la mejor opción terapeútica.
“Al realizar una evaluación exhaustiva del paciente, descubrimos que había antecedentes de muerte súbita en la familia. Frente a esta situación, con el equipo médico de cardiopatías congénitas del Instituto, decidimos que la mejor alternativa era el cardiodesfibrilador implantable subcutáneo”.
La especialista explicó, además, que este tipo de implantes reduce el riesgo de infecciones que pueden afectar las válvulas cardíacas y la estrechez de las venas que llegan al corazón.
Al mismo tiempo, como «el sistema se implanta por vía subcutánea y no requiere implantes intracavitario o intracardíaco», su reemplazo es más fácil «frente a posibles desplazamientos o fracturas» del dispositivo, por ejemplo.
Es decir, además, que la intervención es «mucho más sencilla y menos invasiva», porque es «menos cruenta, más corta y el alta se produce más rápido».
«La misma tecnología se está desarrollando en marcapasos comunes, que es otro dispositivo para el tratamiento complejo de la arritmia cardíaca, cuyo futuro va dirigido a la posibilidad de evitar los catéteres intracavitario», dijo.
La innovadora intervención se produjo el pasado 3 de octubre, día en que el ICBA celebraba su 40° aniversario.
“Estamos muy orgullosos de haber sido parte de este hito. Afortunadamente, el paciente recibió el alta al día siguiente, y evoluciona de manera favorable” finalizó la especialista.
El procedimiento realizado a principios de octubre, pero difundido hoy, estuvo a cargo de los doctores Mónica Benjamín y Santiago Rivera, integrantes del Servicio de Electrofisiología del ICBA.
Diario Jornada