Un hombre de 41 años que tenía dos armas en su casa fue detenido por ser el presunto tirador de la bala que, durante la nochebuena, cayó sobre la cabeza de Maite Almirón, una niña de 5 años que esta madrugada falleció en el hospital Eva Perón, de Merlo, donde estuvo internada durante dos días.
El detenido fue identificado como Walter Ariel Deheza, un “cobrador de morosos” que sería novio de una mujer que vive en la misma manzana que la familia de Maite, en la localidad de Parque San Martín, en Merlo. Su detención fue concretada luego de una serie de testimonios que el fiscal de Morón a cargo de la causa, Mario Ferrario, obtuvo de vecinos que señalaron que lo habían visto disparar con un arma de puño durante los festejos de Navidad, a la vuelta de la casa de la niña.
Deheza fue detenido por agentes de la Comisaría 3º de Merlo en un allanamiento de urgencia realizado en su domicilio de la avenida Argentina 1512, también en Parque San Martín. Allí, los investigadores secuestraron una pistola Bersa calibre 9 milímetros que, si bien hay que esperar las pericias que lo confirmen, podría ser el arma de donde salió el balazo que mató a la niña.
La policía incautó también una caja de transporte para la pistola Bersa con dos cargadores, cinco vainas servidas 9 milímetros y una caja con 35 municiones de ese calibre. Pero además, detrás de una cocina, encontraron una escopeta calibre 12/70 marca Tactical Technology.
“No nos pone feliz, pero nos ayuda que haya un detenido. Es un asesino que está en la comisaria. Es un hombre de 41 años que no tiene en mente lo que hizo”, dijo a la prensa Maira Alzogaray, madre de la víctima, al hablar sobre el detenido.
Si bien desde ayer por la tarde los médicos ya habían decretado la muerte encefálica de la niña, Maite murió oficialmente a las 3.30 de hoy en el hospital Eva Perón de Merlo, donde estaba internada desde el día del hecho.
A raíz de la muerte de la niña, la causa fue recaratulada como “homicidio simple con dolo eventual”. O sea que, para el fiscal, Deheza al salir a disparar su arma tuvo que haberse representado la posibilidad de herir o causar la muerte de alguien, como sucedió con la nena, y no hizo nada para evitarlo.
Ese delito, agravado por el uso de arma de fuego, tiene una pena de entre 10 y 25 años, pero también se le sumó una imputación por “tenencia ilegal de arma de guerra”, ya que el cobrador no tenía los papeles de ninguna de las dos armas secuestradas en su casa.
A pesar de que Deheza es el principal sospechoso que tiene la causa, también se presentaron espontáneamente en la comisaría de Parque San Martín, dos policías bonaerenses y uno de la Ciudad de Buenos Aires, vecinos de la chica baleada, para entregar sus armas y ponerse a disposición de la Justicia. Es que ayer los abuelos y los padres de Maite afirmaron a la prensa que los vecinos les habían dicho que el autor de los disparos podía ser un policía que vive en la zona o un pariente suyo.
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