En la 12º edición del Premio Comunidad a la Educación, el establecimiento chubutense recibió una mención “por su proyecto innovador para mejorar la calidad educativa impactando en forma positiva en la comunidad”.
La Escuela provincial Nº 721 de Camarones fue distinguida durante la 12º edición del “Premio Comunidad a la Educación”, organizado por la Fundación La Nación junto al Banco Galicia y la Fundación OSDE, y del que participaron doscientos setenta y ocho proyectos de distintos establecimientos educativos de todo el país. La premiación tiene como objetivo apoyar los esfuerzos y logros de los equipos docentes que desarrollan proyectos innovadores para mejorar la calidad educativa en contextos vulnerables.
En este sentido, el proyecto presentado por el establecimiento escolar, denominado “Educación+Producción=Desarrollo”, dio cuenta del vínculo del alumnado con el mundo del trabajo y su entorno durante el ciclo lectivo, dentro del proyecto educativo institucional, el perfil de egresado y el título de nivel secundario que se otorga, en este caso como Técnico en Biología Marina, Pesquería y Acuicultura.
Educación para la superación, el trabajo y la eficiencia
Al referirse a esta importante distinción, el director del establecimiento, Darío Funes, sostuvo que “se nos reconoció con una mención por resultar un ‘proyecto innovador para mejorar la calidad educativa impactando en forma positiva en la comunidad’”, y añadió que “en principio, pensamos de qué manera podíamos ser una escuela distinta, cómo ofrecerles a las chicas y los chicos una experiencia diferente, darle significado a la enseñanza para que sea una puerta a la superación, la autoestima, la recuperación del valor del trabajo y la eficiencia”, y con esta finalidad, “flexibilizamos los formatos, espacios y tiempos, son distintos los lugares que recorre durante el día cada estudiante”.
Además, el directivo ponderó el funcionamiento escolar a diario, para así alcanzar un crecimiento sostenido en el tiempo, con la vinculación con las familias, instituciones, empresas y otras áreas del estado provincial. Estos factores “son fundamentales para el logro de los objetivos, dado que se requiere de equipos de trabajo comprometidos, recursos materiales y humanos, la vinculación y búsqueda de aliados estratégicos”, recalcó Funes.
Planta para prácticas profesionalizantes
Por su parte, la docente y ex alumna de la escuela provincial Nº 721, Marisa Palomeque, dio detalles de los productos elaborados en la planta de procesamiento con la que cuentan los estudiantes para realizar las prácticas profesionalizantes, citando que se producen “mejillones en escabeche, anillos de calamares congelados, mejillones congelados, medallones de merluza y paté de trucha que se venden, a su vez, en la feria que organiza la escuela”, y señaló que “la planta está pensada en base didáctica y para producir; cuenta con máquinas de hielo, enlatadora, autoclonado y pasteurización, entre otras”.
Finalmente, Manuel, quien en próximos días egresa de este establecimiento secundario, comentó que “el Ciclo Orientado es súper atractivo, te llama más la atención dado que cuando salís de ver tanta teoría, el aprendizaje se basa más en cuestiones prácticas. Me gustó mucho el trabajo en los talleres porque en esos espacios siento que aprendí un montón”.
Mejillones, cría de peces, y acuaponía
La principal actividad que se les propone a las y los estudiantes es la reproducción y cría de semillas de mejillón, por medio del proceso de inseminación hasta el desarrollo de una semilla que se pueda llevar hasta la línea de cultivo ubicada en Caleta Patón, donde logra el tamaño para la extracción. En la planta de producción se pueden elaborar escabeches o envasar en frío para su comercialización, contando con habilitación del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA).
Por otro lado, los peces que se cultivan en continente con sistemas de recirculado de agua de mar, luego de desarrollar las técnicas de “smoltificación” con la trucha arco iris. Además, en los laboratorios ubicados sobre la costa de Camarones, funcionan las salas de fito y zooplancton, peces, crustáceos, larvas, acuariología, piletas de decantación, donde se realizan activas prácticas.
A su vez, en la granja la acuaponia actúa como módulo generador de integración de capacidades y saberes técnicos que se abordan desde el diseño curricular. Se trata de un sistema que permite fertilizar de forma orgánica vegetales sembrados en este medio líquido, basado en los residuos metabólicos de los peces, tras el posterior pasaje del agua por un filtro biológico. De esa manera se obtiene verduras orgánicas y peces para consumo frescos.