El personal del Hospital Garrahan realizará este sábado 18 de octubre una caravana desde el Congreso hasta la Quinta de Olivos para exigir la implementación de la ley de emergencia pediátrica.
Una norma ratificada por el Congreso pero que aún no fue promulgada por el Poder Ejecutivo.
La movilización fue convocada por la Asociación de Profesionales y Técnicos del Garrahan (APyT) y cuenta con el apoyo de organizaciones universitarias y colectivos de discapacidad.
Bajo la consigna “Si ganan el Garrahan, la universidad y la discapacidad, ganamos todos”, los trabajadores buscan visibilizar una problemática que, aseguran, trasciende el ámbito hospitalario.
Según el dirigente de ATE Garrahan, Alejandro Lipcovich, el Gobierno “no acató una ley aprobada por mayoría y ratificada tras el veto presidencial”. Además, anunció un paro total para el martes 21, último día hábil para promulgar la norma.
“Ya no hay excusas. La salud pediátrica no puede seguir esperando”, sostuvo Lipcovich.
Protestas y acciones coordinadas en defensa de la salud pública
La marcha incluirá un ruidazo frente a la Quinta de Olivos, además de nuevas acciones conjuntas con otros sectores.
Este martes 14 se prevé un encuentro con la Asociación Gremial Docente de la UBA y, el miércoles 15, una protesta frente al propio hospital.
Desde la APyT remarcan que el reclamo apunta directamente al presidente Javier Milei, quien aún no promulgó la ley, pese a la urgencia del sector y la situación crítica de la atención pediátrica en el país.
Según Radio3 , los gremios sostienen que el Gobierno “dilapida recursos mientras desatiende la salud infantil”, rechazando los argumentos oficiales sobre falta de presupuesto.
Una lucha que trasciende al hospital
La secretaria general de APyT, Norma Lezana, remarcó que la pelea “es colectiva, no sectorial”.
“El Garrahan es un símbolo de la salud pública, y defenderlo es defender a los chicos y al futuro”, afirmó.
El gremio también destacó que los recientes bonos salariales de $350.000 y $450.000 se lograron gracias a la movilización. “La recomposición a niveles de noviembre de 2023 es un derecho, y si hay retrocesos, redoblaremos la lucha”, agregó Gerardo Oroz, de ATE.
El mensaje final que buscan transmitir los trabajadores es claro: la salud infantil no puede esperar más.
La marcha del Garrahan hacia Olivos representa mucho más que un reclamo gremial: es una advertencia sobre el deterioro del sistema pediátrico nacional y una demanda urgente al Gobierno para que cumpla con la ley votada por el Congreso.