Brotes de lúpulo patagónico: el lujo gourmet que conquista Europa.
En la Patagonia argentina, los brotes de lúpulo, conocidos como los “espárragos del lúpulo”, alcanzan precios de hasta US$1.200 por kilo en mercados europeos, consolidando a la región como un epicentro del lujo gourmet y de la alta gastronomía.
Patagonia, terroir de calidad internacional
El cultivo de lúpulo en la Comarca Andina de Río Negro y Chubut se extiende por 160 hectáreas, de las cuales 120 se concentran en esta zona. Sus suelos fértiles, clima seco y días largos garantizan una producción de altísima calidad. Investigaciones del IPATEC (CONICET-UNCO) demostraron que las variedades Cascade y Nugget poseen niveles de alfa y beta ácidos comparables con los principales productores mundiales, con frescura y procesos de secado y peletizado alineados a estándares internacionales.
La Dra. Andrea Trochine destacó que estos resultados posicionan al lúpulo argentino en el mercado global, confirmando que los brotes verdes y blancos son altamente valorados en la gastronomía europea.
Desafíos en la producción y demanda local
A pesar del éxito internacional, Argentina solo produce alrededor del 20% del lúpulo que consume, importando el 80% restante principalmente de EE. UU. y Alemania. El consumo anual es de 1.000 toneladas, concentrándose en la cerveza artesanal, que aunque representa solo el 3% del volumen total, utiliza el 34% del lúpulo del país.
Grandes compañías como CCU y Patagonia Lúpulos Andinos (Paluan SRL) ya reconocen la calidad de los cultivos patagónicos, con 215 hectáreas cultivadas entre todos los productores, garantizando insumos premium para cervezas artesanales y de alta gama.
Hacia un sello de identidad geográfica
El alto valor de los brotes y la calidad de los conos impulsa la creación de un sello de identificación geográfica, con el objetivo de proteger la marca “Patagonia” y consolidar su reconocimiento internacional. Ensayos en Córdoba, Entre Ríos, Santa Fe, Salta y San Luis demostraron que la producción de lúpulo de calidad también es replicable fuera de la Comarca Andina.
El cultivo de lúpulo tiene un ciclo productivo que alcanza su potencial total al tercer año y se mantiene durante aproximadamente 20 años, consolidando su papel estratégico en la economía regional y en la exportación gourmet, según informó Más Producción.