José Sánchez, un hombre de 39 años que vive con su familia en la pequeña localidad entrerriana de Nogoya, fue el protagonista de una historia que llamó la atención tanto de medios locales como nacionales. Según su relato, encontró un maletín en la calle que tenía 500 mil dólares y una pistola negra. Al cruzarse con el dueño, que había regresado al lugar, se lo devolvió y no aceptó ninguna recompensa. Pero el supuesto gesto solidario no convenció a los investigadores. La Justicia ahora desconfía de su declaración y asegura que no hay evidencias que certifiquen que sea cierta.
El caso fue dado a conocer este fin de semana por el periodista local Maximiliano Medrano, de FM Libertad. José le había mandado un mensaje avisándole que había encontrado el maletín con «mucho dinero» en la calle Paraná, en una zona de la ciudad en donde hay varios comercios. No sabía qué hacer ni cómo contactarse con el señor que se lo había olvidado. Pero ese no era el único dato. El hombre había descubierto en el interior un arma negra, algo que le había generado cierto temor y nerviosismo.
A los pocos minutos, el supuesto dueño del dinero regresó al lugar en una camioneta Chevrolet S-10 de color roja y José le devolvió el bolso. Según su versión de los hechos, que la repitió en varias entrevistas, el hombre se presentó como Guillermo Schultz y le agradeció por su actitud. A tal punto que le ofreció un millón de pesos como recompensa.
Pero José se negó a aceptar ese «premio» por su honestidad. «A mí la plata me gusta ganármela», aseguró y aclaró que él necesitaba un trabajo en blanco para poder tener una prepaga para su familia. Esa misma noche, el dueño del maletín lo habría llamado a su celular para agradecerle y ofrecerle un empleo.
Al relatar que había un arma, la Justicia intervino de oficio y, a partir de ahí, tanto las autoridades policiales como judiciales notaron que la historia no cerraba: no encontraron a la camioneta ni dieron con el supuesto empresario.
Consultado por TN.com.ar, el fiscal de Nogoya, Federico Uriburu, aclaró que intervino en el caso porque en el maletín, en teoría, había un arma. Y eso podía dar indicio a un posible delito. Pero con el correr de las horas sostuvo que en las cámaras de seguridad de la zona -en especial, las de una pinturería- en ningún momento aparece una camioneta roja.
«Hay cuatro cámaras que apuntan perfectamente hacia la zona que José describió y no se advierte nada. Tampoco ningún movimiento extraño. Lo que dijo no se pudo corroborar», argumentó a este medio.
Las dudas se intensificaron cuando intentaron identificar al dueño del maletín. José había señalado que el hombre le había dicho que se estaba hospedando en el hotel Quirinale, en Colón. Pero cuando llamaron para confirmar este dato, el encargado indicó que ningún huésped estaba registrado con ese nombre.
Tampoco un control de la Policía Caminera, a siete kilómetros del centro, vio una camioneta roja como la que José había descripto. Para el fiscal, con estas pruebas, la historia no tiene fundamento.
Aunque tampoco descartó que los datos aportados por el dueño del maletín hayan sido falsos. Siguiendo esa línea, el empresario -acorralado con 500 mil dólares en efectivo y un arma- pudo haber mentido para no ser descubierto en un posible delito. «Tranquilamente podría ser que este hombre le haya dado un nombre falso. Tal vez aparezca mañana (por el miércoles) y todo cambie. Pero con la evidencia a la que tuvimos acceso, no nos parece verosímil», concluyó.
La Provincia SJ