El procedimiento fue en Estados Unidos y es la primera vez que sucede en el mundo. Hasta el momento se habían registrado casos de donantes muertos con la enfermedad a pacientes vivos.
Por primera vez en el mundo, una donante viva con HIV positivo le donó un riñón a una paciente con la misma enfermedad. El procedimiento se realizó el pasado lunes en el Hospital Johns Hopkins, perteneciente a la universidad homónima, en Estados Unidos. Ahora, ambas mujeres se encuentran en recuperación.
De acuerdo a lo informado por la institución en un comunicado, el hecho es un hito médico sin precedentes que podría constituir un avance significativo para los pacientes con VIH-Sida, ya que ampliaría la disponibilidad de órganos. Asimismo, esperan que esto cambie la percepción de la sociedad acerca de la patología.
En este sentido, Nina Martinez -la donante de 35 años- aseguró en una entrevista a medios locales que «la sociedad nos ve como gente que trae la muerte. Por eso, no se me ocurre una forma mejor que esta de demostrar que nosotros podemos llevar la vida». Gracias a su decisión, la paciente trasplantada (cuya identidad fue reservada) ya no necesitará someterse a diálisis para que sus riñones funcionen correctamente.
«Quiero que la gente reconsidere lo que significa vivir con VIH. Se puede vivir con la enfermedad y la prueba de ello soy yo, que hace 35 años que la contraje», añadió. Martinez fue infectada a las 6 semanas de vida por una transfusión de sangre, antes de que los bancos tuviesen la obligación de analizar los fluidos.
Hasta el momento, en Estados Unidos se registraron 116 trasplantes a personas con VIH de órganos provenientes de pacientes muertos con la enfermedad. Es importante señalar que entre personas sanas se trasplantaron más de 152 mil riñones de donantes vivos en los últimos 30 años. Por este motivo, el cirujano que realizó la operación, Dorry Segev, afirmó que esta es «una celebración para la atención médica de la patología y su evolución».
«Hoy, las personas con HIV no pueden donar sangre pero sí pueden dar un riñón. Tienen una enfermedad que hace 30 años era una sentencia de muerte. Ahora están tan saludables que son capaces de darle vida a otra persona», completó el médico. Por su parte, Martinez concluyó: «no quiero ser la heroína de nadie, quiero ser un ejemplo para otros, la razón por la que consideren donar sus órganos».
Las dos pacientes continuarán con la medicación antirretroviral por el resto de su vida y a la receptora le administrarán fármacos para prevenir el rechazo del órgano. Los médicos deberán monitorearlas de cerca durante los próximos meses para corroborar que todo se desarrolle con normalidad.
Para considerar viable a un donante con VIH, la persona tiene que tener bien controlada la enfermedad y no contar con un historial de diabetes, hipertensión no controlada ni proteínas en la orina, de acuerdo a un artículo publicado en la revista científica American Journal of Transplant.
TN