Fue una promesa de campaña: que los brasileños se armen para defenderse del crimen rampante. Y a poco de asumir, Jair Bolsonaro firmó en enero un decreto que facilita la tenencia de armas en Brasil. ¿Tiene esto que ver con la masacre del miércoles en una escuela de San Pablo?
Ya hay algunas pistas. Por ejemplo, uno de los dos asesinos era admirador en las redes sociales del presidente y del mundo de las armas.
Fotografía de un cuaderno en el que se lee en inglés «No puedes correr», encontrado en el auto de los atacantes. / EFE
El perfil de Facebook de Guilherme Taucci Monteiro, de 17 años, recuperado por la prensa brasileña, apunta a un mundo de videojuegos, clubes de armas y admiración por la defensa de la liberación de armamento que realizan Bolsonaro y su familia, algo que el jefe del Estado hace desde siempre.
Según el perfil de Facebook, Monteiro durante la campaña electoral apoyó activamente a Bolsonaro.
El adolescente publicó fotografías de Bolsonaro con la frase «mi candidato es apoyado por la policía y el suyo es buscado por ella», al compararlo con el detenido ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, del opositor Partido de los Trabajadores (PT).
También replicó los posts del diputado Eduardo Bolsonaro, hijo del presidente, portando un arma con la frase: «Saben por qué el Movimiento Sin Tierra no invade mi propiedad».
Desde un principio, los críticos de Bolsonaro tomaron la masacre en Suzano este miércoles para criticar la reforma de armas del presidente, quien argumenta que un mayor acceso a armas de fuego mejorará el combate a la delincuencia
La reforma de Bolsonaro de enero, con todo, está lejos de ser radical. En todo caso flexibilizó algunos rasgos de la legislación anterior, como la reducción del plazo de validez del permiso de posesión de 10 a 5 años.
Armas y elementos incautados a Guilherme Taucci Monteiro y Luiz Henrique de Castro./ EFE
De acuerdo con el texto, se mantiene el límite de compra en 4 armas, a menos que el interesado demuestre que necesita más (por la cantidad de propiedades que tiene, por ejemplo).
El decreto no incluyó la posesión fuera del domicilio, pese a que Bolsonaro, un exmilitar, se había mostrado a favor. Así, andar armado por la calle seguirá siendo algo reservado principalmente a militares, policías y personal de seguridad.
Con lo cual, la reforma del presidente no parece explicar el acceso a las armas de manera legal por parte de los atacantes. Peo tal vez, su retórica incendiaria sí.
Brasil además tiene la tasa anual de homicidios más alta de mundo pero no es habitual que ocurran en escuelas.
Los defensores del Bolsonaro salieron a frenar las críticas. Muy al estilo Donald Trump en Estados Unidos, el senador Major Olímpio, miembro del partido de Bolsonaro y partidario de flexibilizar las leyes de armas exclamó: «No podemos dejar que aquellos que sacan provecho de esta tragedia hablen de que el desarme es la solución», tuiteó. «Una ‘farsa de desarme’ débil y vergonzosa, les dio pistolas a los criminales y evitó la autodefensa».
Los dos atacantes no solo llevaban armas de fuego. Uno tenía un arco y flecha. También tenían bombas molotov, cuchillos y hachas pequeñas.
De dónde salió la pistola calibre .38 que llevaba uno de ellos, todavía es algo que no se ha revelado.
La policía investiga si una comunidad de ‘gamers’ en la llamada internet profunda o «deep web» no habría influido en la preparación de la masacre, según la cadena de noticias Globo, pero es cierto que Monteiro, en las redes sociales, era un fanático de las armas, con participación en páginas como «Eu AMo armas»y Portal Arma de Fogo.
El Facebook ya fue desactivado pero pudieron verse 30 fotografías de Monteiro con la misma ropa con la cual cometió la masacre en el colegio Raul Brasil de la ciudad de Suzano, a 56 kilómetros de San Paulo.
La masacre fue cometida por dos ex alumnos, Monteiro y Luiz Castro, de 25 años. Mataron a cinco adolescentes, a una coordinadora pedagógica, a una auxiliar no docente y un hombre fuera del establecimiento.
Ambos se suicidaron cuando estaban rodeados por la policía.
Clarín