Cinthia Ruiz dejó Chubut por miedo a su exnovio. La Justicia la obliga a regresar por el hijo en común. Reclama justicia.
Cinthia Ruiz Suarez tiene 35 años. Hizo una denuncia por haber sido víctima de violencia física por parte de su expareja. Era de Rawson pero actualmente reside en otra provincia por el miedo que esa persona le provoca. Por el hijo en común que tiene, un fallo judicial le ordena que el menor sea restituido a su padre en Trelew. Ella también tiene que venir. “Tengo miedo por mi integridad física. No quiero terminar en un cajón. He recibido amenazas. Si vuelvo, mi hijo se puede quedar sin madre”.
Por las redes sociales
El pedido desesperado de la mujer lo hizo saber por las redes sociales con un video en el que relata la pesadilla que le tocó vivir. Desde su lugar actual de residencia concedió una entrevista telefónica a Jornada.
“El 19 de diciembre de 2018 me fui de mi hogar. Unas amigas se enteraron de mi situación y me ayudaron. Él se fue a trabajar y me fui. Fui a la Comisaría de la Mujer. Antes fui al Juzgado 2 de Familia. Conté mi situación y me dijeron que tenía que pagarme un abogado porque tenía trabajo. No tenía idea de la situación. Luego supe que por la Ley de Violencia de Género me lo tienen que dar”.
“Aclaré en la denuncia que sufrí violencia física y económica. Yo era la que trabajaba y él no aportaba nada. Nunca trabajó. Mi hijo iba a Jardín. Soy docente de doble jornada, trabajaba todo el día. El a veces no quería cuidar en nene. Sufrí también violencia psicológica”, sostuvo.
Violencia física
Dijo Cinthia que la violencia física, su expareja la ejercía muchas veces, frente al nene. “A veces, lo he tenido sobre mi falda. En el momento de tenerlo conmigo o embarazada, se le transmitía todo lo que me hacía. Era un nene muy nervioso. Ante situaciones de ver personas gritando se ponía muy mal. Sucedía eso todo el tiempo. Fui a hacer la presentación que me iba del hogar. Pensé que aún existía el riesgo que me enrostren abandono de hogar después me di cuenta que ya no existía más esa figura”. Aseguró la mujer, que el agresor jamás dejó de acosarla.
“Mi amiga llamó a mis padres. Ellos viven lejos. Les dijo que vinieran a Trelew. Pensé que se iba a calmar. Mi mamá era la intermediaria. Pero más loco se puso. Soy yo a quien apunta. Hice todo lo que tuve que hacer”.
A los 2 meses separada “con un miedo que me moría me hicieron sentar al lado de él en una Asesoría. La cuota alimentaria nunca me la pagó. Con el régimen de visita hacía lo que quería. No tenía donde vivir. Había días establecidos y hacía lo que quería”.
“Yo dejaba todo asentado en el Juzgado. Tenía el traslado laboral realizado para acá, donde vivo actualmente. Un día fue a buscar a mi hijo. Va a hacer dos años. Se lo llevó y desapareció. Apareció a las 3. Me dijeron que tenía que esperar a que la jueza labre oficio hasta las 8 de ese día”.
Describió que “él tomaba alcohol y otras sustancias. Dejé escrito que me trasladaba a Santa Cruz. No iba a esperar que sucediera algo peor. Nadie hacía nada. El hacía lo que quería, seguía hostigándome. Ahora sigo sufriéndolo”.
“Huir”
Huir de la ciudad en donde sentía miedo hizo que su expareja enloqueciera peor. “A partir que me vine enloqueció peor. No lo secuestré al nene. Desde El Calafate inicié expedientes de nuevo. En julio presentó con un abogado que no son los mismos de ahora, una restitución. A mi me llega en noviembre, pero la jueza nunca labró el oficio. Mi abogada logró que se prolongue y no se lleve a cabo”.
Y agregó: “Mi abogada logró un acta. Se logró parar el oficio. Si la jueza vuelve a ordenarlo, el nene tiene que ir. Su padre es un violento y un agresor. Mi hijo tiene 3 años y medio, yo tengo que ir con él. A mi nadie me ampara si vuelvo a Rawson y me pasa algo”, reiteró.
El video
Cinthia reveló que “a raíz del video que viralicé me escribieron otras parejas de él. Me sirve de testigo, ellas cuentan que un día llegó alcoholizado y dijo que nos iba a matar. Que se iba a llevar el nene. No sé que puede hacer si me voy a para allá. Mi hijo se va a quedar sin madre”, sentenció.
Aclaró la mujer que “jamás le prohibí el contacto con el nene. Jamás le prohibí el contacto. Hacen videollamadas”.
“No poder porque entiendo que es el padre de mi hijo y punto. Sigue acosándome. Jamás corté la comunicación. Acá se hacen expedientes de régimen y cuotas. Jamás vino. El pide como capricho que yo me vuelva con el nene. Yo no quiero estar en un cajón muerta”.
Diario Jornada