«A ningún presidente brasileño, norteamericano o alemán, de derecha o de izquierda, se le ocurriría bastardear una industria clave para el futuro», le respondió la gobernadora.
Mauricio Macri aprovechó la cena anual de Cippec para volver a cuestionar la política de subsidios a la industria electrónica de Tierra del Fuego, que su gobierno siempre cuestionó por lo bajo, pero nunca terminó de dejar en claro en que consiste la modificación que imagina.
«Ushuaia tiene un mercado natural de abastecer logísticamente a la Antártida. Un mercado de 1100 millones de dólares. Mercado que es totalmente abastecido por Puerto Williams que tiene dos días más de navegación. Lo mismo con los cruceros, que veníamos perdiendo ese liderazgo, pero lo hemos recuperado», comenzó el presidente, en referencia a la ciudad chilena.
Lo hizo citando Alfonsín en su crítica a los «intereses facciosos» y puso dos ejemplos de cómo estos generaron pérdidas multimillonarias en materia de ingresos y de empleo: el caso de la Hidrovía y el del puerto de Tierra del Fuego. Respecto del primero señaló que Argentina perdió 50 mil puestos de trabajo porque las embarcaciones argentinas pasaron de ser el 70% en 1984 a menos del 1% actualmente por culpa entre otras cosas del convenio laboral con días intercalados de trabajo y descanso.
Macri cuestionó los fondos que se destinan a subsidiar la industria electrónica de la isla en lugar de mejorar los puertos para consolidarse como el centro logístico de abastecimiento a la Antártida. Bertone le recordó que su administración dejó sin fondos la ampliación del Puerto de Ushuaia.
Asimismo, la gobernadora sostuvo que «son lamentables las palabras del Presidente de la Nación en la cena de #CIPPEC, quien con total desprecio de la industria electrónica de nuestra Provincia, habla de los costosos subsidios que van destinados a fomentar la industria y que podrían ir a otras obras».
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