Pese a que todavía no anunció su candidatura, en el entorno de CrisCina Kirchner ya trabajan para la campaña. Con el visto bueno de la expresidenta definieron incluso cuál será el eje de su discurso: restablecer el «orden», frente al «caos» generado por Mauricio Macri.
«Si alguien me pidiera que definiera a Mauricio Macri en una sola palabra, la única que se me ocurre es caos. Sí… Macri es el caos y por eso creo firmemente que hay que volver a ordenar la Argentina», sostiene Cristina, en tono de campaña, y después agrega: «Esto exige a cada uno de los argentinos y las argentinas, cualquiera sea su lugar en la sociedad, una primera decisión casi actitudinal que permita encarar los problemas que el gobierno de Macri nos está dejando y que no existían en 2015».
La frase es quizás la más trabajada del libro. En el Instituto Patria desarrollaron en los últimos meses una familia de palabras para desarrollar la idea madre: estabilidad, previsibilidad, planificación son algunos de los conceptos que se aplicarán, en especial, al hablar de economía, materia principal del discurso de campaña.
El concepto de orden no es ajeno al peronismo, que desde sus orígenes planteaba la necesidad de una «comunidad organizada». Tampoco es lejano al kirchnerismo, que en su primera campaña propuso construir «un país normal». Cristina pronunció una frase casi idéntica a la del libro en el acto que encabezó en la cancha de Arsenal, el 20 de abril de 2017, en el lanzamiento de su candidatura para el Senado. «No me parece justo que estemos sufriendo y que nos hayan desorganizado la vida así. La gente tenía la vida organizada. Podía planificar a fin de mes. Sabía lo que podía ahorrar, separar para la cuota del auto, lo que podía gastar. Eso es tener la vida organizada. Nos han venido a desorganizar», dijo, en un acto sin banderas.
Fue el inicio de una campaña sin liturgia, que se alteró después del empate de las PASO, por presión de los intendentes peronistas. En el Instituto Patria están convencidos de que hay que retomar el estilo minimalista, evitar los actos multitudinarios, de autocelebración militante.
La necesidad de transmitir previsibilidad se tradujo también en conversaciones entre Cristina e integrantes del «círculo rojo», cuentan en el entorno de la expresidenta. Alberto Fernández y Axel Kicillof son los interlocutores más habituales de empresarios y banqueros. «Tratan de darles confianza. No entendemos el porqué de sus miedos», dicen en el Instituto Patria, y, a modo de mensaje, deslizan: «Guillermo Moreno está muy lejos de Cristina. Ahora apoya a Lavagna».
Kicillof también procura tender puentes con productores agropecuarios en cada una de sus giras por la provincia de Buenos Aires, a las que dedica la mayor parte de la semana. Con la ayuda de la Federación Agraria o de dirigentes locales, organiza reuniones para hablar cara a cara con los chacareros y tratar de recomponer el vínculo.
Mientras todo su equipo ya trabaja para la campaña, Cristina pasa sus últimos días en Cuba, donde visita a su hija, Florencia. Después de su regreso a Buenos Aires, previsto para este martes, pondrá en el horizonte la presentación de Sinceramente, el jueves 9 de mayo, en la Feria del Libro. Anticipan en el Instituto Patria que también en ese acontecimiento intentarán que prime el orden. No habrá militancia organizada ni se colocarán pantallas fuera de la sala. «Queremos que sea lo más parecido a la presentación de un libro», dicen.
Fuente: La Nación