Funciona en la Vecinal de barrio Los Aromos. “En el país hay muchas Oficinas de Violencia de Género” que utilizan este método. “La violencia se aprende y debe desaprenderse” dijo el profesional a cargo. Explicó que se trabaja sobre vínculos, comunicación y se explica el “patriarcado” como herencia.
La Municipalidad de Trelew lanzó un proyecto cuyo objetivo es brindar herramientas para la disminución de casos de violencia de género y violencia familiar: un espacio de reflexión para hombres. Se entiende que abordar el tema desde el agresor influirá en la merma de hechos que actualmente se registran en la ciudad. “En el país muchas Oficinas de Violencia de Género trabajan con el hombre. Se sabe que la violencia es una conducta aprendida y debe desaprenderse” dijo el psicólogo social Daniel Fernández, a cargo de la iniciativa.
Fernández trabaja en Policía Comunitaria, violencia familiar, conflictos familiares, vecinales y violencia de género. “Esta experiencia me permitió realizar un proyecto para trabajar con el hombre violento. Es una conducta que se debe rever si quiere tener una vida mejor. Apuntamos al grupo familiar. El hombre que tiene su familia y su trabajo. A veces, por algún tipo de adicción su relación con su grupo familiar es de violencia. Entonces sabemos que la violencia puede ser reeducada. Ese vínculo puede cambiar” deslizó en entrevista con Jornada.
El profesional explicó el trabajo que se emprenderá y para el que invita a la comunidad en general a consultar y acercarse a las Oficinas ubicadas en José Hernández 160 de Trelew.
-¿Qué se trabaja?
-En la psicología social trabajamos lo que es en grupo, vínculos, comunicación, qué es el patriarcado, lo que recibimos por herencia. Cómo nos han ido educando. Es el momento en que el varón puede reflexionar y decir esto me sirve, esto no me sirve. Qué es lo que me sirve a mí para tener una vida mejor con mi grupo familiar. Por eso el grupo de reflexión para violentos.
-¿Cuesta que admitan que son violentos?
-Es por eso mismo que surgen estos espacios de reflexión. Por lo general la misma cultura ha llevado a que el hombre no tiene que sentir, que expresar lo que siente, llorar lo que le pasa porque es propio de él. Eso es lo que ha llevado que se guarde todo y su reacción a la crisis lo hace en forma violenta. En función de que este señor se pare, mire un video en el que se va mostrar cómo es la comunicación, es un disparador para que cada uno pueda decir qué vio en ese video, qué siente y cómo vamos a ir avanzando. Que pueda decir en palabras lo que siente y lo que piensa. Es muy difícil que en su entorno de familia lo pueda decir. El grupo de reflexión tiende a que pueda hablar y conducirse en su grupo familiar.
-Es criticado desde varios sectores este abordaje, desde el hombre.¿Qué se intenta lograr?
-Desde la psicología se sabe que el hombre es un ser social y que no ha acabado. Es una interacción con nosotros mismos y con la sociedad. Eso lleva a que uno pueda repensar cómo está viviendo. Tanto la psicología clínica como la social, trabajar desde lo grupal. Con la mirada ya modificamos cosas. Nos miran y ya algo pasa en el otro. Eso condiciona. Desde el trabajo grupal con los varones se puede trabajar. Ahondar en la infancia, ver cómo sus padres resolvían situaciones en la casa y llevarlos a su presente actual. A lo mejor recibió maltratos y violencia. Hoy a través de la reflexión se puede entender que hay otras formas de resolver las crisis que se están viviendo.
-¿Se puede disminuir o evitar la reincidencia de hombres golpeadores?
-A nivel país se está trabajando mucho desde las Oficinas de Violencia de Género con un espacio de varones violentos. Se sabe que es una conducta aprendida y debe desaprenderse y aprender una conducta nueva. Cada vez son más los espacios que se abren para que el hombre tenga esa oportunidad de cambio, de pensarse y decidir cómo vivir. Vivir mejor y modificar cosas que llevaron a perder familias y vínculos con los hijos.
–¿Qué debe suceder primero?
Primero, el hombre debe reconocer que es violento y no echar culpas. Por lo general, se pone la culpa en el otro. Por eso los espacios de pensar. Algunos lo hacen solos. Se ponen a pensar y dicen: ´Qué me pasa que actúo de esta manera´. Pueden reflexionar y hacer cambios. Hay otros que no, por su educación y forma de vida. No lo pueden hacer. Es bueno que los municipios y las Oficinas de Violencia de Género puedan abrir espacios donde el varón pueda ser escuchado y reflexionar sobre las formas de actuar.
-¿Con cuántas personas arrancan el espacio de reflexión?
-Para que cada uno pueda poner en palabra lo que piensa y hace no pueden superar los 12. Vamos a esperar que los Juzgados y Comisarías de la Mujer puedan sugerirle este espacio. Por supuesto, también se le recomienda psicólogo clínico. Depende del varón si tiene obra social, si tiene un tratamiento psicológico antes, si no lo ha tenido. Acá pueden venir en forma voluntaria. Es gratuita la atención. Es para que se acerquen todos los que perciban que están teniendo problemas con su grupo familiar.
-¿Cómo puede la gente comunicarse con usted?
-A través de la Oficina de Violencia de Género del Municipio, es el área que dirige la comisario retirada Sandra Muñoz (Agencia de Seguridad y Prevención). El teléfono es 1542205057. Allí se pueden solicitar la información donde se hará el taller. En principio arrancaremos en la Vecinal de Los Aromos. Los miércoles de 16 a 17. Ahí vamos a estar para las personas que quieran consultar sobre esta modalidad.#
Centro del Varón
El psicólogo Daniel Fernández hizo especial mención a la Ley Nacional 26485 de Violencia Contra la mujer; la Ley Provincial XV12 y de Prevención y atención a la Violencia Intrafamiliar con las que se trabaja y señaló al psicólogo Mario Payora como precursor del estudio de nuevas masculinidades.
Se refirió ademá, a los sitios en el país en los que ya se trabaja en los espacios para el hombre para bajar los índices de hechos violentos. “Este profesional generó un espacio con el varón violento desde el Centro de la Mujer en Vicente López, Buenos Aires”, así lo informó Diario Jornada.
Remarcó Fernández que “también en Córdoba se creó el Centro Integral del Varón. Este espacio se denomina Psico-Social educativo. El objetivo es asistir al agresor y reeducarlo, contribuyendo a prevenir situaciones de violencia hacia la mujer, niños y niñas”, concluyó.