Los resultados del conteo rápido oficial de los comicios del pasado domingo en Bolivia indican que Evo Morales ganaría las elecciones en primera vuelta. Con el 95,63 % de las actas verificadas, el actual presidente alcanza el 46,85 % de los votos, mientras que su principal oponente, Carlos Mesa, obtiene el 36,74 % de los sufragios.
Ese resultado significa que Morales evitaría enfrentar a Mesa en una segunda vuelta electoral. La ley establece que, para definir una victoria sin balotaje, el candidato puntero debe tener más del 50 % de los votos, o al menos el 40 % con una diferencia de 10 % sobre el rival más cercano.
Sin embargo, a las 10:31 (hora local) de este martes, el cómputo definitivo oficial, con 78,03 % de las actas escrutadas, ofrece un resultado más ajustado: 40,71 % de los votos a favor de Mesa, de Comunidad Ciudadana, y 43,37 % de los votos al candidato del Movimiento al Socialismo-Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos (MAS-IPSP).
Denuncias de «fraude» e incidentes
Previamente, con el 95,23 % de las mesas escrutadas, el Tribunal Supremo Electoral de Bolivia (TSE) dio a conocer la victoria de Morales. Tras publicarse estos resultados preliminares, Mesa tildó de «un fraude escandaloso» y una «vergüenza» el papel de este organismo durante el conteo y la difusión del escrutinio rápido.
«Confiamos en que la ciudadanía no va a aceptar esta votación, no va aceptar este resultado, que está totalmente tergiversado y amañado», declaró Mesa.
En la mañana de este lunes, el Tribunal Supremo Electoral suspendió la transmisión de los Resultados Electorales Preliminares, cuando el conteo había alcanzado un 83,7 % del total. Tras reanudarse en horas de la tarde, se difundió el resultado preliminar que dio como ganador a Morales en primera vuelta.
Ante este panorama, el candidato opositor llamó a desconocer la victoria del actual mandatario, y llamó a una «movilización democrática» a los simpatizantes de su espacio político.
En horas de la noche, tras haberse difundido el resultado provisorio, manifestantes opositores denunciaron «fraude», y protagonizaron protestas en las calles de La Paz, donde se registraron serios incidentes y choques con la Policía.
Por su parte, el Ministro de Gobierno boliviano, Carlos Romero, recordó que quien llame a la violencia ante los resultados, deberá afrontar consecuencias jurídicas y políticas.
«No corresponde convocar a la violencia y a la confrontación, esa no es una actitud democrática. Y reitero, en mi condición de Ministro de Gobierno: no voy a ser [en tanto que] la autoridad a cargo de la seguridad, [quien] se haga cargo de las consecuencias de la violencia si alguien la genera», declaró.
Por su parte, el sociólogo y analista Fernando Rodríguez aseguró en entrevista con RT que el montaje acerca de un posible fraude en las elecciones se venía orquestando desde hace meses, precisamente para afrontar la posibilidad de que Morales fuese reelecto.
«Lo que estamos viendo en los hechos no es nada más que la ratificación de aquello que se vino preparando durante meses, y que hoy día expresa el triunfo de Evo Morales por un lado y el descontento de la oposición», dijo el analista.
OEA llama a respetar la voluntad ciudadana
Tras las denuncias de supuesto «fraude», la Misión de Observación Electoral de la Organización de los Estados Americanos (OEA) pidió respetar «la voluntad de la ciudadanía».
A través de un comunicado de prensa, la Misión de la OEA manifestó su «profunda preocupación y sorpresa» por el «cambio drástico» de los resultados preliminares, conocidos tras el cierre de las urnas.
«Instamos a la autoridad electoral a que defienda decididamente la voluntad de la ciudadanía boliviana con estricto apego a la Constitución y sus leyes complementarias de manera ágil y transparente», pidió el organismo.