Dos personas murieron y otras seis resultaron heridas en un enfrentamiento entre partidarios y detractores del presidente de Bolivia, Evo Morales, en el este del país, en medio de una crisis desatada tras las elecciones generales del pasado 20 de octubre, que la oposición tildó de fraudulentas.
Los fallecidos fueron identificados como Mario Salvatierra, de 55 años, y Marcelo Terrazas, de 41, según un comunicado difundido anoche por el Ministerio del Interior, que también confirmó otros seis heridos, todos hombres.
«Ambas muertes serán investigadas y no quedarán impunes», advirtió el ministerio.
Los enfrentamientos ocurrieron en la ciudad de Montero, a unos 50 kilómetros de Santa Cruz de la Sierra, la capital de la región homónima, según el reporte de medios locales que recoge la agencia de noticias EFE.
Los choques se produjeron entre grupos contrarios a la reelección de Morales que cumplían una huelga ciudadana con bloqueos de calles y carreteras y partidarios del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) que intentaban levantar esas medidas de protesta.
Ambas víctimas recibieron disparos y murieron cuando eran atendidos en clínicas de Montero.
El gobierno y el Comité Cívico Pro Santa Cruz han intercambiado acusaciones sobre las presuntas responsabilidades por las muertes y la violencia en Montero, que continuaba en la noche con saqueos e incendios en un mercado local.
Las movilizaciones se suceden en Bolivia desde que la oposición, liderada por su candidato presidencial Carlos Mesa, denunció un supuesto fraude en el recuento de votos a favor de Morales, a quien el Tribunal Supremo Electoral (TSE) dio por ganador en primera ronda, resultado que será auditado por la OEA.
Las protestas fueron violentas en los últimos días en varias ciudades del país, con enfrentamientos entre partidarios y detractores de Morales, además de choques con la policía.
La cantidad de heridos es de al menos 139 desde que comenzaron los incidentes, según datos de la Defensoría del Pueblo boliviana, que hasta el momento no había registrado víctimas mortales en las grescas.