Un estudio señala que estas apariciones se dan en lugares con poca variación física y estimulación social. Además, aclara cómo pueden percibirse estas presencias.
En época de Halloween, a muchas personas les nace la curiosidad por el mundo del más allá y otras aseguran haber visto fantasmas o seres queridos fallecidos. Independientemente de la imaginación, la ciencia explica que esas presencias puede ser reales.
El psicólogo Frank T. McAndrew explicó el tema al Psychology Today con estudios recientes. Hay varios factores que pueden intervenir en el fenómeno de los fantasmas y las apariciones.
La primera instancia consiste en lo que sienten individuos que han sido aislados en ambientes raros o extremos donde intervienen altos niveles de estrés. Estas personas hablan de que sintieron que alguien más les acompaña para lidiar con una situación difícil.
Lo vívido de la experiencia puede ir desde un pequeño presentimiento de que alguien nos observa, hasta el punto de percibir a ese “acompañante”. La entidad puede ser considerada un dios, un espíritu, un ancestro o alguien que la persona conoce.
La posible explicación para este fenómeno contempla el movimiento de las cosas en el entorno, sensaciones alteradas y estados de conciencia provocados por los cambios en la química cerebral detonados por el estrés, la falta de oxígeno, la estimulación monótona e incluso un efecto hormonal.
¿Cuándo o cómo se perciben otras presencias?
Psicólogos enfocados en la evolución aseguran que los seres humanos cuentan con mecanismos de detección y defensa, surgidos para protegerse de enemigos y depredadores.
Por ejemplo, cuando caminan por una calle oscura y escuchan algo, responden de inmediato y con mucha atención, comportándose como si hubiera algún peligro.
Aunque la mayoría de las personas que hablaron de este tipo de presencias, fueron experimentadas en ambientes raros o peligrosos, pero no es descabellado pensar que pueden darse en ambientes mucho más cotidianos.