Para el ex gobernador de Mendoza y candidato presidencial, pese al continuo crecimiento del país y sus buenos números macroeconómicos, hay un conjunto de necesidades insatisfechas en diversos sectores sociales que explican las protestas.
Ex gobernador de Mendoza, candidato a presidente, ex diputado y ex senador, José Octavio Bordónes hasta diciembre de este año el embajador argentino en Chile. Sociólogo y también docente, contestó a Clarín una preguntas por escrito sobre las protestas que jaquean al gobierno de Sebastián Piñera y a la democracia chilena.
-¿Qué pasó en Chile? Se está diciendo que se vivía en una olla de presión por las desigualdades y dificultades. Pero la persistencia de la protesta indica algo más..
-La Economía de Chile viene creciendo ininterrumpidamente desde el regreso a la Democracia hace 3 décadas. Bajó a un tercio la pobreza recibida del Régimen de la Dictadura Militar, disminuyó en forma progresiva la alta inflación hasta llegar al 2% previsto para el 2019, mejoró todos sus indicadores de desarrollo humano, mantuvo la estabilidad financiera, mejoró la salud fiscal y profundizó y expandió su presencia comercial en el mundo. Todo esto en el marco de un clima institucional de pluralismo, diálogos y consensos que permitieron en aspectos centrales construir políticas de Estado, más allá de las alternancias de Presidentes, Partidos y Coaliciones de Gobierno. Sin embargo, por razones domésticas e internacionales, el crecimiento económico no ha sido tan dinámico en el último lustro. Si bien en el 2018 el PBI retomó un ritmo positivo del 4%, en un contexto regional de estancamiento, en el presente año las Guerras Comerciales inhibieron el mismo que se preveía antes de esta crisis local en 2,5%.
El éxito político, institucional, económico y social generó una sociedad distinta a la tradicional: una creciente clase media, en un país en Desarrollo y Modernización. Esto supone nuevas aspiraciones de estos sectores recientemente incluidos y mayores frustraciones en aquellos que en este proceso de movilidad social ascendente no han podido incluirse. Adicionalmente, en los últimos años, pasaron de ser un país de emigrantes a uno con sostenido proceso de inmigración: sus vecinos regionales de Perú, Bolivia, Ecuador y Colombia y en los más recientes con intensa llegada de haitianos y venezolanos. Si bien un país en crecimiento se puede fortalecer con los mismos implica coetáneamente nuevas demandas sociales e institucionales. Se puede decir entonces que con el primer Gobierno de Sebastian Piñera finalizó una exitosa transición de 5 Gobiernos, los primeros 4 de la Concertación (Demócratas Cristianos, Socialistas y Radicales). Con los Segundos mandatos de Michelle Bachelet y Sebastian Piñera se inicia la siempre compleja escalada hacia un Sociedad Desarrollada. Los logros de los años anteriores son fundamentales pero no suficientes. Especialmente en una Sociedad Global del Siglo XXI donde los rápidos, profundos e inesperados cambios han generado una creciente concentración de los frutos del crecimiento económico.
-¿Por qué hay tanto nivel de destrucción?
-Las reflexiones previas pueden explicar las tensiones de esta sociedad pero no se puede inferir desde ellas la duración y violencia registradas. Debemos ser sinceros, ni los que estamos viviendo aquí, y tenemos cierta experiencia académica o política, preveíamos este situación. Sí percibíamos desde hace años descontentos sectoriales y grupos pequeños, muy violentos, que en algunas ocasiones acompañaban algunas movilizaciones, pero no de esta magnitud. Tampoco lo explica suficientemente un aumento del 5% de las tarifas del Metro (Subterráneo Chileno), aunque no son pocos los analistas que sostienen que las tarifas de servicios públicos son altas en términos reales de Chile y en su comparación con otros países.
Lo que aparece en las protestas más masivas y pacíficas es que se suman diversas demandas y colectivos sociales pre existentes que se han ido sumando al calor de la protesta. No hay una agenda que domine. Ni una fuerza política que la promueva, dirija o contenga. El propio Presidente ha reconocido los déficits en su mensaje del lunes 21 por la noche. Insatisfacción por la falta de ejemplaridad y en algunos casos corrupción de diversas dirigencias, existencia y sensación de injusticia, déficits del sistema educacional, de salud y previsional. Salarios insuficientes, incomodidades y demoras en el transporte público, inseguridad ciudadana (aunque exhibe uno de los mejores índices regionales pero en una America Latina que tiene a este tema como el peor en su relación global). En este clima aparecen grupos organizados de violencia de diversos signos ideológicos, los ataques premeditados de estos a las Fuerzas de Seguridad, la tradicional reacción de sectores no violentos que frente a la represión legal ( o excesos de esta) se suman a la violencia y sectores de excluidos que aprovechan el caos para apropiarse de bienes que tienen valor monetario y cultural a la par que destruir lo público o privado que perciben como ajeno y negado. Lamentablemente en el mundo y en mi propio país tenemos triste experiencia de estas convergencias en un lugar y un momento.
-¿Qué pasó con ese Chile tan moderno y miembro de la OCDE que también existe?
-Ese Chile existe pero no es todo Chile. Estos no son procesos de un día para otro y hay que estar siempre atentos y con un optimismo realista para no estancarse o retroceder, como le ocurre a nuestro país desde 1975. Ese Chile existe en su nueva clase media; en su proyección internacional; en el crecimiento de las energías no renovables y no convencionales; en el desarrollo astronómico; en la tarea conjunta con la Argentina en la investigación y Protección de los Mares del Sur y la Antártida; en sus autopistas, puentes y túneles que superan los obstáculos naturales de su difícil y hermosa geografía; en la eficiencia de sus puertos marítimos; en la calidad y sanidad de su industria de alimentos; en la fortaleza de su sector minero; en sus ciudades modernas y fortalezas del sector financiero; en el crecimiento de la cobertura educativa, etc. Pero también existen los problemas ambientales, la necesidad de una educación de mayor calidad y pertinencia, reconocen los últimos dos gobiernos que hay que hacer importantes esfuerzos para aumentar la competitividad de su producción y servicios, aumentar la densidad y diversificación de su estructura productiva y su integración regional; disminuir desigualdades sociales y territoriales, etc. Obvio que a la hora de plantear las políticas públicas para asumir estos nuevos desafíos todavía no existe el “mínimo común denominador” que tuvieron en las primeras décadas democráticas. Quizás es ese el Nuevo Desafío.
-¿Hay o hubo argentinos involucrados en las protestas, detenidos o heridos?
-Hasta el momento no tenemos reportado ninguno. Esperemos y deseamos que esto se confirme. Igualmente nuestros seis Consulados, desde Antofagasta al Norte hasta Punta Arenas en el Sur, están permanentemente en consulta con las autoridades locales y nuestra Embajada en Chile on line coordinando con ellos y en Comunicación con los Gobiernos de Argentina y Chile.
-En Argentina alerta por la radicalización de la protesta en Chile. ¿Qué está ocurriendo en la embajada?
-Todo nuestro personal Diplomático y Administrativo está en perfectas condiciones, salvo el lógico “stress” de vivir y trabajar en estas condiciones, más la preocupación por nuestros amigos en Chile y por supuesto por las dificultades de los compatriotas que residen aquí y por los turistas o misiones comerciales o culturales que han visto dificultada su actividad y objetivos. No hemos tenido ningún ataque específico contra nuestras oficinas o viviendas.
Ciertamente el frente de nuestro Consulado en Santiago como la Residencia, que están a 100 metros del punto tradicional de convergencia de festejos y protestas: Plaza Italia y el Metro de Baquedano, han sido testigos de incendios de buses y vehículos particulares y quedaron con pintadas en sus frentes y destrucción de señalamientos externos al igual que todos los frentes de la zona pero sin ninguna mención específica a nuestro país ni los vandalismos que sí sufrieron negocios y oficinas aledañas. La única excepción fue en el Edificio del Consulado en Concepción, que compartimos con otros tres países, en donde como es habitual en esa región había menciones a las reivindicaciones del Pueblo Mapuche.
-¿Cree en la coordinación regional de la protesta?
-En relación al reclamo ciudadano pienso que no. Respecto a la violencia urbana organizada podría ser pero no tengo información suficiente para confirmar o desmentir su pregunta. Sí fue evidente que Maduro y su régimen han tratado de utilizar esta situación para plantear el avance de sus retrógradas y anti democráticas ideas y políticas. Algunos sectores de la izquierda tradicional y los anarquismos se han expresado de manera similar. En general todos los gobiernos y partidos políticos democráticos de todo el arco ideológico han expresado su preocupación, confianza en que se supere en el más corto plazo y rechazo a la violencia. Obvio esto se ha expresado activamente en Chile, informó El Clarín.