En 2019 se clasificó a los Juegos Olímpicos de Tokio y ganó tres oros en los Juegos Panamericanos. Y lo despide en el Campeonato Argentino.
«Cuando pienso en unos Juegos Olímpicos, me imagino nadando en una final». La frase que Delfina Pignatiello le dijo a Clarín es de hace un año y medio, cuando todavía no había participado en los Juegos Olímpicos de la Juventud ni ganado los tres oros en Lima 2019, convirtiéndose en la primera nadadora argentina de la historia en ser campeona en tres distancias de unos Juegos Panamericanos.
Ese sueño está a nueve meses de poder cumplirse. Tokio 2020 espera a la joya de la natación argentina, que cierra un año histórico con más medallas en el Campeonato Argentino que terminará este sábado en el Parque Roca y que es clasificatorio para el Sudamericano de Deportes Acuáticos Argentina 2020 y para los Juegos Olímpicos.
La acción arrancó el miércoles con Pignatiello en la pileta para la prueba más corta de sus tres especialidades: los 400 metros libre. Ganó el oro con un tiempo de 4m11s19, secundada por la rionegrina Anna Huusmann y la marplatense Lucía Gauna.
En esa jornada inaugural, la atención se la llevó, sin embargo, Juan Ignacio Méndez en los 200 metros espalda. Con 2m01s83, batió la marca que Guillermo Mediano tenía desde el 14 de marzo de 1995.
En el segundo día, Pignatiello volvió a sumar una presea de oro. Fue en los 800 libre y con el aliciente de que volvió a realizar una marca clasificatoria para Tokio 2020.
El tercer oro lo buscará el último día de competencia. Su prueba predilecta, la de los 1.500 libre, será la que cierre su participación en el Natatorio Olímpico de la Juventud de Parque Roca, allí donde en 2018 fue doble medallista de plata en los Juegos Olímpicos de la Juventud.
Antes, este viernes, buscará ayudar a su amiga Virginia Bardach a conseguir la marca para Tokio en los 200 mariposa. La cordobesa tiene un buen antecedente: ganó el oro en esa prueba en Perú. Todo el torneo se puede seguir en el canal de YouTube de la Federación de Natación de Buenos Aires.
El presente de Pignatiello no sorprende. Desde que en 2017 fue bicampeona mundial juvenil en Indianápolis (oro en 800 y 1500 metros libre y plata en los 400), la sanisidrense no paró de crecer.
Este año la encontró compitiendo contra nadadores experimentadas, pero ella respondió con resultados y marcas para asegurar su participación en Tokio en los 400, 800 y 1500.
«Yo venía de vivir los Juegos Olímpicos de la Juventud el año pasado, pero esto fue de otra magnitud. Fue en mayores, con selecciones y atletas de primera. Fue una experiencia muy linda que creo que nos va a acercar más a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020», le dijo a Clarín con sus tres oros panamericanos colgados del cuello.
Con 19 años, la joya de la natación argentina avanza demasiado rápido. Así como supo afrontar la presión dorada que caía sobre sus hombros en Lima, sabrá que en sus primeros Juegos Olímpicos el objetivo estará más que cumplido si consigue una final.
Mientras tanto, no pierde el foco ni su estructurada rutina: pasa cuatro horas por día en el agua y le suma otra de gimnasio, además de sus visitas al kinesiólogo, a la nutricionista y al psicólogo, uno de los pilares en los que se apoya para atravesar la exposición mediática sin perder la frescura de una adolescente en las redes sociales, informó Clarín.