El defensor de los 10 acusados adelantará su intención en la audiencia pública que mantendrán el próximo jueves las partes con el juez de Garantías en caso de que se confirme la medida solicitada por la fiscal.
La defensa de los ocho rugbiers que continúan detenidos por el homicidio de Fernando Báez Sosa en Villa Gesell analiza pedir una morigeración de la prisión preventiva en caso de que el juez confirme la medida solicitada ayer por la fiscal del caso, informaron hoy fuentes de la investigación.
Hugo Tomei, defensor de los diez jóvenes acusados por el crimen de Báez Sosa (18), ocurrido frente al boliche Le Brique de la localidad balnearia, adelantará su intención de pedir que los rugbiers queden bajo arresto domiciliario en la audiencia pública que mantendrán el próximo jueves las partes con el juez de Garantías, David Mancinelli.
En ese audiencia estarán presentes también los ocho acusados que continúan presos tras la liberación de Alejo Milanesi (20) y Juan Pedro Guarino (19).
Fuentes de la causa informaron a Télam que se planteará una “anticipación” de la intención de la defensa, supeditada a la decisión que adopte finalmente el magistrado respecto del pedido de la fiscal Verónica Zamboni, titular de la Unidad Funcional de Instrucción 6 de Gesell.
La audiencia oral del jueves tiene como principal objetivo que las partes desarrollen sus argumentos para que el magistrado defina si dicta las prisiones preventivas, pero también es un espacio en el que los acusados pueden hablar para que el magistrado tenga una primera impresión sobre ellos.
La misma se llevará a cabo tras el pedido de la fiscal, quien consideró a los rugbiers Máximo Thomsen (20) y Ciro Pertossi (19) «coautores» de homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas» de Báez Sosa, y a Luciano (18) y Lucas Pertossi (18), Enzo Comelli (19), Matías Benicelli (20), Blas Cinalli (18) y Ayrton Viollaz (20) «participes necesarios».
Para Zamboni, todos los acusados «tenían plena conciencia y conocimiento de que habían causado la muerte de Fernando» y «pese» a ello, «todos ellos huyeron del lugar, y se escondieron.
«No solo despreciaron la vida de Fernando, al agredirlo, pegándolo (SIC) vivo e inconsciente, sino que también huyeron para lograr la impunidad del hecho, sin siquiera intentar auxiliarlo en el momento que cayó al suelo», escribió sobre el ataque cometido el 18 de enero último