Li Wenliang empezó a ver pacientes con síntomas similares al SARS en Wuhan en diciembre, pero le ordenaron callarse. Actualmente está enfermo del virus.
Con un saldo de 425 muertos y casi 20 mil infectados, la epidemia de coronavirus que mantiene en vilo al planeta no da señales de disminuir su intensidad. Desde cuarentenas y tratamientos hasta una carrera por crear una vacuna, los esfuerzos por contener al virus se desarrollan a contrarreloj.
A pesar de haberse convertido en motivo de preocupación global, se sabe poco del origen del brote de coronavirus. Se cree que se originó en un mercado de pescados y mariscos al aire libre en la ciudad de Wuhan, en China, pero no ha habido confirmación oficial. Sin embargo, la reciente aparición de un post en las redes sociales chinas de un médico llamado Li Wenliang podría ser la punta del ovillo para desanudar el principio de todo.
La historia del doctor Li, que fue dada a conocer por el medio británico de la BBC, comienza en diciembre de 2019. Fue en esa época que el médico empezó a recibir pacientes con síntomas similares al SARS, el virus que causó una epidemia global entre 2002 y 2003. Los pacientes provenían del Mercado de Pescados Huanan, y en el establecimiento en el que trabajaba Li se decidió colocarlos en cuarentena.
A fines de diciembre, Li compartió su preocupación por lo que estaba pasando en un chat grupalen la plataforma WeChat que tenía con otros médicos y ex compañeros de la facultad. Allí les advirtió que, a la hora de tratar con estos pacientes, se pusieran trajes protectores para evitar el contagio.
Tan solo cuatro días después de lanzar esta advertencia, Li recibió la visita de oficiales de la Oficina de Salud Pública, quienes lo acusaron de estar dando «comentarios falsos» y de «perturbar de forma severa el orden social». Le ordenaron firmar un papel en donde le advertían que, si seguía haciendo ese tipo de comentarios, lo llevarían ante la justicia.
Según lo que le dijeron los policías, él era tan solo uno de ocho personas a las que se estaba investigando por «diseminar rumores».
La reticencia de China de poner en marcha el protocolo para tratar brotes de este tipo está en el centro de las críticas a Beijing. La necesidad del gobierno de controlar el relato en todo momento se traduce en una fuerte censura de todo mensaje que contradiga la posición oficial, algo que Li sabía era un riesgo.
«Cuando vi que había capturas de pantalla con mis chats circulando por todas partes, y que mi nombre no había sido borrado, presentí que me podían llegar a sancionar», afirmó Li a la cadena CNN, que lo entrevistó desde el hospital donde está internado.
En los últimos días, el doctor Li publicó una copia de la carta que le habían hecho firmar en la red social china Weibo. Relata también que las autoridades chinas se habían disculpado con él por como lo habían tratado. Allí informa además que él también está infectado por el coronavirus.
Siempre según su relato, las autoridades sanitarias no dijeron al principio, no se sabe si por negligencia o desconocimiento, que el virus podía transmitirse entre humanos. Sólo de animales a personas. Así fue que Li terminó atendiendo a una mujer por un glaucoma, que ya estaba infectada de coronavirus. Esto sucedió el 10 de enero de 2020, y a los pocos días estaba tosiendo y con fiebre, síntomas del virus. Diez días más tarde, el 20 de enero, China declaró la emergencia por el coronavirus.
Las revelaciones de Li en las redes sociales chinas lo han convertido en una suerte de héroe nacional. Miles de personas lo alientan y lo felicitan, a la vez que se muestran preocupados por lo que el antecedente de lo que sucedió con este médico significa para las situación sanitaria del país.
«El doctor Li Wenliang es un héroe (…) En el futuro, los médicos van a sentirse temerosos de dar a conocer alarmas de este tipo cuando encuentren evidencias de enfermedades infecciosas», advirtió un usuario, informó Clarín.