Nuestras sociedades necesitan que difundamos más allá de las emergencias, como la actual, esa cultura de la solidaridad, del cuidado y de la acogida», dijo el Papa.
El papa Francisco renovó hoy su pedido para defender «a los niños apenas concebidos» y lamentó que las legislaciones «no siempre tutelan la vida humana más débil y vulnerable».
«Los atentados a la dignidad y a la vida de las personas continúan lamentablemente incluso en esta época, que es la de los derechos humanos universales», lamentó el pontífice al recordar los 25 años de la encíclica Evangelium vitae (La vida del Evangelio) de su antecesor polaco Juan Pablo II sobre la «inviolabilidad» de la vida.
«Es más, nos encontramos de frente a nuevas amenazas y a nuevas esclavitudes, y no siempre las legislaciones tutelan la vida humana más débil y vulnerable», planteó durante su mensaje, transmitido por YouTube ante las disposiciones vaticanas para evitar aglomeraciones de gente en la Plaza San Pedro.
En su catequesis, Francisco recordó que «la vida que estamos llamados a promover y defender no es un concepto abstracto, sino que se manifiesta siempre en una persona de carne y huesos».
En ese marco, Jorge Bergoglio enumeró a «un niño apenas concebido, un pobre marginado, un enfermo solo y desanimado o en estado terminal, uno que perdió el trabajo o no lo encuentra, un migrante rechazado o encerrado en un ghetto».
El pontífice trazó además un paralelo con la situación actual originada por la difusión mundial del Covid-19 y planteó que «hoy, ante esta pandemia que estamos viviendo y que amenaza la vida humana, recordamos a tantas personas que se prodigan en el servicio a los enfermos, a los ancianos y de los que están solos».
«Nuestras sociedades necesitan que difundamos más allá de las emergencias, como la actual, esa cultura de la solidaridad, del cuidado y de la acogida, contribuyendo a crear un mundo cada vez más humano, con parresia en la palabra y valentía en las acciones», informó Télam.