Ciudad Colonial de Santo Domingo, habitualmente bulliciosa y repleta de turistas, es más bien una ciudad fantasma en estos tiempos de coronavirus pero algunos de sus restaurantes, cerrados al público por decreto durante la cuarentena, mantienen sus fogones en marcha con fines solidarios.
El 15 de marzo pasado la Asociación Ciudad Ovando y el restaurante Pat’ e Palo, ubicado en la Plaza de España, pusieron en marcha una iniciativa para proporcionar desayunos y cenas gratuitas a diario, unas 500 por semana, a los miembros del Cuerpo Especializado de Seguridad Turística (Cestur) y recoger donaciones para proporcionarles mascarillas y