La combinación de las presiones económicas y sociales provocadas por la pandemia, así como las restricciones de movimiento, han aumentado drásticamente el número de mujeres y niñas que se enfrentan a abusos, señaló el secretario general de la ONU.
El secretario general de la ONU, António Guterres, reclamó a los países la adopción de medidas para enfrentar el «estremecedor» aumento de la violencia machista durante el confinamiento por la pandemia de coronavirus, ya que por estas medidas las mujeres pueden verse «atrapadas con parejas abusivas».
Guterres considera los confinamientos «esenciales» en una emergencia como la del Covid-19, pero advirtió que, para muchas mujeres y niñas, el principal riesgo reside precisamente en el lugar «donde deberían estar más seguras: en sus propios hogares», según un comunicado publicado en la web del organismo internacional.
La combinación de las presiones económicas y sociales provocadas por la pandemia, así como las restricciones de movimiento, han aumentado drásticamente el número de mujeres y niñas que se enfrentan a abusos, en casi todos los países, señala el texto.
Sin embargo, incluso antes de la propagación mundial del Covid-19, las estadísticas mostraban que un tercio de las mujeres de todo el mundo experimentaban alguna forma de violencia en su vida.
Ya antes de la pandemia, la ONU estimaba que una tercera parte de las mujeres de todo el mundo experimentaban a lo largo de su vida algún tipo de violencia.
En Líbano y Malasia, las llamadas a los teléfonos de ayuda se han duplicado desde el inicio de la pandemia, mientras que en China se han triplicado.
En Australia, los motores de búsqueda en Internet experimentaron el mayor volumen de consultas de ayuda por violencia doméstica de los últimos cinco años, según Naciones Unidas.
Guterres alertó que el personal sanitario y policial está «desbordado» y «algunos centros para víctimas de la violencia de género están cerrados», mientras «otros están llenos».
Por este motivo, solicitó la colaboración de todos para prevenir la violencia, «tanto en zonas de guerra como en los hogares de las personas», mientras se combate al coronavirus.
Por último, el secretario general llamó a aumentar la inversión mediante servicios de ayuda a distancia, y a establecer sistemas de alerta en farmacias y tiendas de alimentación, dos de los comercios que pueden seguir abiertos en la mayoría de los países pese a las medidas de confinamiento, favoreciendo que las mujeres den la voz de alarma sin que se percaten sus maltratadores.
Además, pidió que los centros de recepción de víctimas sean considerados servicios esenciales y que se garantice el correcto funcionamiento de los sistemas judiciales, para que sigan procesando a los abusadores.
También ha llamado a evitar que los presos condenados por violencia contra la mujer sean liberados, informó Télam.